Las declaraciones nos permiten generar un mundo que todavia no existe, al pronunciarlas, promovemos compromisos y acciones alineadas.

Esto lo podemos hacer en forma conciente, como inconciente declara el Dr Fabián Sorrentino al conversar sobre la importancia de utilizar apropiadamente los actos linguísticos.

Cada vez que declaramos sumamos a nuestros pensamientos/ideas, el poder de la voluntad, le otorgamos emociones y un lenguaje que las sustenta. Este es la forma en que le damos «entidad» a todo lo que declaramos: veámos que sucede en este ejemplo declarativo:

«Qué tonto que soy, no puede ser que me haya pasado de nuevo, soy un tremendo bol***, así no voy a llegar a ningún lado»

Al instante de declararlo, un conjunto de procesos se disparan de este decir. Que porsupuesto, nunca es inocente (como nos enseña Rafaél Echeverría).

Lo que estoy introyectado en mi, en ese decir, no es una simple idea, sino una «idea fuerza» que está actuando negativamente sobre mi persona. debilitando y cercenando mi verdadera identidad.

Este proceso también funciona respecto de las declaraciones, ajenas. Solo que en ese caso, funcionan sobre mi, cuando mi persona las valida. Aquí va un ejemplo visual:

cancer

Al momento que tu estés validando esta declaración, deberás revisar tus acciones. De lo contrario, serás tu mismo el que le sume esa información al acto de comerte un rico asado.

¿De dónde toman fuerza las ideas?
Lo más evidente se puede observar en la emoción con que las digo, yo no me trataría a mi mismo de esa forma si no estuviera experimentando una fuerte bronca, enojo, o lo que fuera en contra de mi persona. Si observamos más a fondo, no solo hay una emocionalidad negativa de fondo en muchas de las cosas que nos decimos, sino que le ponemos palabras para expresarlas y lo hacemos invirtiendo una cuota de energía que proviene de nuestra voluntad.

PENSAMIENTO + VOLUNTAD + EMOCIONES + LENGUAJE = ENTIDAD

Este proceso, pone en evidencia, las 4 cualidades del alma humana. Y las podemos usar tanto sea para edificar/edificarme como para dañar/dañarme.

En este momento te pido que hagas una mirada hacia vos mismo: ¿De qué tipo de declaraciones, propias y externas, estás comprometido a liberarte?. Usa el campo de cometrarios, al final de esta nota para expresarte.

Sólo cuando yo pueda transformar, disolver el peso de los atributos de esta fórmula, lo que soy, surgirá de un modo evidente e inevitable; pero, mientras yo, sin transformarlo, esté tratando de descubrir quién soy, una identidad, un Dios, un amor, o lo que sea, estoy complicando más las cosas.

En síntesis: las declaraciones podemos usarlas en función de crear una entidad (agregando pensamientos, voluntad, emociones o cualquier lenguaje negativo) o ganar identidad, reconociendo la posibilidad que soy para el mundo. En este mismo órden de ideas: Cada vez que creamos entidad con nuestro lenguaje, vamos disolviendo la identidad, que nos vincula con la potencialidad que somos.

20090327

Encontrando una Puerta de Salida
El aprendizaje requiere a nuestro modo de ver, comprender la complejidad (en lugar de negarla) soltando lo que es ajeno a mi, retornando a lo original, lo que eternamente somos. Es por eso que la realización se llama liberación. La liberación quiere decir desembarazarse de todas las declaraciones y autodeclaraciones que nos están condicionando. Liberarme de todo lo que me está ocultando, de todo lo que me está atando.

Si lo que busco para mi vida es alcanzar un estado de resiliencia, este trabajo de revisar las declaraciones y quitarle entidad a las negativas, resultará clave, ya que no puedo bajarme del mundo que yo mismo estoy construyendo.

maf¿Por cuáles declaraciones, debería reemplazarlas?
En los Entrenamientos de Coaching utilizamos una herramienta llamada: Las Declaraciones Fundamentales. Estas son declaraciones que tenemos disponibles para utilizar cuando nos comunicamos con los demás y con nosotros mismos.

Las estaremos abordando en la siguiente nota:

Esta nota forma parte de una serie de artículos ofrecidos en la Carrera de Coaching & Mentoring de Ser.Red: del Dr Fabián Sorrentino.