La apatía es la falta de emoción, motivación o entusiasmo. Es un término psicológico para un estado de indiferencia, en el que un individuo no responde a aspectos de la vida emocional, social o física

En Busca de una Interpretación Psicológica

Dice Lise Bourbeau en su libro «Obedece a Tu Cuerpo, Amate»:
La apatía es una forma de insensibilidad o de indolencia. Abandono frente a la vida, me vuelvo indiferente y no tengo ninguna motivación para cambiar lo que sea. La apatía puede suceder después de un golpe, un traumatismo o cualquier otra situación negativa que me quita toda mi alegría de vivir o mi razón de ser en este mundo. Puedo querer salir de una situación huyéndola por falta de motivación o de alegría o por miedo a estar decepcionado. Resisto y rechazo ver o sentir lo que está sucediendo dentro de mí y alrededor mío, lo cual me lleva a cierto grado de insensibilidad para protegerme. La apatía puede también estar vinculada a la vergüenza profunda y a la culpabilidad. Intento así hacerme insensible a mí ser interior. Acepto abrirme a la vida y a nuevas experiencias agradables que mantengo, con el fin de encontrar un nuevo objetivo a mi vida. Pongo la actitud necesaria.

Tipología

La apatía clínica se considera depresión en el nivel más moderado y se diagnostica como trastorno de identidad disociativa en cosas que no se consideran importantes.

Se sabe que ciertas sustancias químicas causan síntomas asociados con o desencadenantes de la apatía.

Puede ser una manifestación de la enfermedad de Wernicke.

Historia

En los principios del Cristianismo, los cristianos adoptaron el término «apatía» para referirse al desprecio de todas las preocupaciones mundanas; un estado de mortificación, como describe el evangelio. Así, la palabra ha sido usada desde entonces entre los escritores más devotos. En particular, Clemente de Alejandría dio al término una excesiva popularidad, creyendo que así arrastraría a los filósofos al Cristianismo, al aspirar a tan sublime extremo de virtud.

El concepto de apatía fue más aceptado en la cultura popular durante la Primera Guerra Mundial, en la que las atroces condiciones del frente occidental llevaban a la apatía y la reacción de estrés al combate a millones de soldados.

Apatía en términos comunes y religiosos
Artículo principal: Indiferencia (sentimiento)
Como diagnóstico clínico, la «apatía» no indica pereza, pero en el uso común del término la correlación es bastante directa. En la doctrina religiosa, la pereza se considera un pecado capital que conduce a una mayor disociación con la vida y la presciencia. En este contexto, estar sustancialmente disociado es estar «en el hades», o lo que es lo mismo, en un estado en el que el espíritu o el alma está destruido o en un estado de destrucción.

El concepto de disociación es controvertido: en la práctica de las religiones orientales, como el hinduismo o el budismo, por ejemplo, un estado de meditación avanzado tiene aspectos de extrema falta de deseo: aunque se cree que la religión y el ritual de la meditación proporcionan la base adecuada para recuperarse apropiadamente de la indiferencia y beneficiarse de su experiencia. Así, algunos críticos ven a los ascetas o santos esforzándose por lograr un nivel de «apatía» que los teólogos prefieren llamar disociación o indiferencia.

Compilado por: Ana Gonzalez  19/07/2016  18:45pm
Fuentes: Obedece a Tu Cuerpo, Amate – Escrito por Lise Bourbeau. Wikipedia