Esta enfermedad es una afección familiar que se manifiesta primero por la falta de estabilidad, estando en pie, en alguien cuya salud aparentemente es buena. A continuación se presenta torpeza y temblor en las manos, luego en los brazos; además, el habla se vuelve acompasada, es decir, la persona pronuncia las palabras separando las sílabas. Estos signos revelan una alteración cerebral.

Esta enfermedad transmite como mensaje que la persona afectada se deja influenciar mucho por la familia. Es una dependiente afectiva que prefiere no hacer nada antes que disgustar a los que quiere.

Si padeces esta enfermedad, en lugar de sentirte completamente impotente ante las expectativas de tus padres (en general, la madre) o de tu familia y dejarte morir a fuego lento, tu cuerpo te dice que tomes la decisión de ser tú mismo.

Es posible que las expectativas de tu madre sean anteriores a tu nacimiento. Debes concederle el derecho de haberlas tenido. Generalmente, los padres que tienen grandes expectativas son aquellos que quisieran que sus hijos lograran lo que ellos mismos no pudieron alcanzar en su vida. Te sugiero que tengas más compasión hacia tu madre y hacia el resto de tu familia, y no les guardes rencor.

Decide lo que realmente quieres y atrévete a pasar a la acción. Acepta la idea de que tus elecciones pueden decepcionar a tu madre, pero déjale a ella esa responsabilidad. Realizar sus sueños depende sólo de ella, como depende de ti realizar los tuyos.