La colitis (itis = ira) es una inflamación a veces ulcerosa del colón, el intestino gordo. El papel del colón puede compararse a mi modo de comportarme, de tratar con mi propio universo. Cuando soy incapaz de ser yo – mismo frente a la autoridad y frente a mis relaciones personales (cónyuge, padres, profesores, jefes, etc.) controlo mis gestos y mis acciones porque temo la reacción de la persona de quien puedo recibir la aprobación y el amor.

Las colitis frecuentemente se presentan en los niños que temen las reacciones de sus padres que manifiestan mucha severidad y que son muy exigentes hacía ellos.

Necesito tanto afecto, amor y valorización que quiero complacer a toda costa (incluso hasta ahogar mi personalidad y mis necesidades fundamentales). No soy yo – mismo y no me atrevo a expresar mis emociones; las inhibo.

Reprimo varias veces cosas que encuentro indigestas. Esta dependencia afectiva me lleva a vivir ira que me roe interiormente, frustración y humillación. Si vivo estos sentimientos en sumo grado, brotará una úlcera.

Mis reacciones emocionales me advirtieron que debía cambiar mi actitud pero no he comprendido. Ahora es la señal física. ¿Cómo actuar?

Acepto que venga la felicidad de lo que siento en el interior. Aprendo a amarme, a ser yo – mismo y tomo mi lugar. Adquiero independencia y autonomía y comprendo que soy cada vez más feliz y que actúo ahora en conformidad con mi propia naturaleza.