El sexo femenino es un término de biología que denota al sexo que produce óvulos. Se representa con el símbolo ♀.

El género femenino es un término de gramática en oposición al término masculino. En los nombres y en algunos pronombres, es el rasgo inherente de las voces que designan personas del sexo femenino, animales hembra y, convencionalmente, determinados objetos o cosas. En algunos adjetivos, determinantes y otras clases de palabras, es el rasgo gramatical de concordancia con los sustantivos de género femenino.

Que yo sea hombre o mujer, el cerebro derecho y el lado izquierdo del cuerpo representan el principio femenino (el yin), sede de la creatividad, dones artísticos, compasión, receptividad, emociones e intuición, y se refiere a mi naturaleza interior.

Se manifiesta también por la ternura, la sensibilidad, la dulzura, la armonía, la belleza, la pureza. Me vincula a mi naturaleza femenina y a la de los demás. Las principales dificultades sentidas se vinculan a la expresión de los sentimientos. ¿Me siento bien cuando animo a alguien? ¿Soy capaz de decir “te quiero”, “tengo pena”?

No me siento a mis anchas cuando soy el o la que recibe, en particular cuando se trata de amor. Lo quiera o no, el principio femenino forma parte de mí. La actitud que desarrollé frente a mi naturaleza femenina tiene un nexo directo con las relaciones que entretuve con las mujeres de mi vida: madre, hija, amiga, esposa, etc.

El modo en que voy a expresar mi feminidad (sea la facilidad o la dificultad) dependerá en gran parte del modelo de los padres y de mi identificación con uno u otro de los padres.

Dolores Femeninos
Nos indican que sentimos dificultades en aceptar ser mujer. Ni siquiera sé cómo expresar mi feminidad. Tengo miedo de someterme.

Sin embargo, crecí en el entorno de mujeres que debían ser “fuertes”, tomar decisiones, etc. De hecho, llevaban los pantalones (se dice la persona que dirige o posee la autoridad, por ejemplo en el hogar. Así, cuando es la mujer que lleve los pantalones en el hogar, esto significa que es ella la que dirige y toma las principales decisiones en el hogar). ¿Viví en un entorno en que las mujeres estaban sometidas y habían abdicado su propia personalidad?

Tomo consciencia que debido a la educación que recibí, desarrollé mucho más mi lado masculino o bien me comprometí a ser lo contrario de la sumisión y ser yo – misma asumiendo mi lado masculino en detrimento de mi feminidad. Acepto ser mujer porque como mujer, soy entera y expreso mis sentimientos. Puedo ser fuerte y saber dar dulzura, amor, comprensión, etc. Cada mujer tiene su modo bien propio de expresar su feminidad, debo yo elegir la mía. Comprenderé a qué punto soy feliz de ser mujer.

Por: Lise Bourbeau del libro: Obedece a tu Cuerpo.