El elemento tierra, junto con el fuego, el agua y el aire, es uno de los cuatro elementos de las cosmogonías tradicionales en Occidente y está presente en todas las religiones y sus rituales, en la filosofía esotérica, en la alquimia y en la astrología. Se considera pasivo y femenino, al igual que el elemento agua, frente al aire y el fuego, activos y masculinos.

A la tierra y humedad las representa el Bazo-Páncreas como órgano y el estómago como víscera. Su ciclo vital es la adultez, sentido el gusto, órgano de los sentidos la boca y labios, tejido el conjuntivo subcutáneo, liquidos corporales YIN saliva, YE los densos y JING la insulina y jugos esplenopancreáticos. La emoción es la reflexión, ponderación y seriedad. Su perturbación obsesión, ansiedad, manías y preocupación. El tipo de depresión es la ansiedad por la conservación. Su expresion el canto, perturbación el lloro nota musical MI, sabor dulce, olor perfumado y color amarillo.

Relación entre la disposición de Estabilidad y el elemento Tierra
Corporalmente la mirada la tenemos neutra al horizonte, la respiración profunda por la nariz, el tono muscular medio alto, y la disposición del cuerpo de ir hacia abajo, con una dinámica de movimiento conducida y sonido grave y bajo.

Los estados de ánimo y emociones que transitamos en esta disposición son la serenidad, la permanencia, la concreción, la honestidad, la paciencia, la disciplina, la resignación, el pesimismo, la rigidez, la nostalgia y la escasez.

Conversacionalmente, una persona que transita por la estabilidad tiende a echar raíces y de aquí nace la necesidad de construir lo propio.

Nos lleva a crear vínculos duraderos. Nos da el suelo que nos provee de la energía necesaria para crear y construir, además de la disciplina y la constancia para imponernos. Es la fuerza que activa nuestra conexión con lo material. Los pensamientos están más bien centrados en el pasado y aparece un deseo de mantenerse en este estado, lo que dificulta la adaptación al cambio y la creatividad. En exceso nos lleva a caer en obsesiones en torno a la posesión y la seguridad, la sobreprotección, el egoísmo y el miedo a arriesgar. Se genera miedo a soltar y estancamiento. La falta de estabilidad se traduce en un permanente sentimiento de inseguridad, menor resistencia física y anímica.

Orígenes del simbolismo del elemento tierra
Arcimboldo: La tierra (hacia 1566), en su serie dedicada a los cuatro elementos.
En muchas cosmogonías, la tierra y el cielo son los dos elementos básicos; así, el cielo (principio activo) al fecundar a la tierra (principio pasivo) dio existencia a la naturaleza. En este proceso, la tierra asume el papel de elemento femenino, receptivo y nutricio: la Madre Tierra, Señora de la Naturaleza o Diosa madre. Para los pueblos neolíticos la tierra da el ser, es la matriz universal.

En los pancha maja-bhuta (‘cinco grandes-elementos’), del hinduismo y budismo temprano la tierra es prituí o bhumi. También es uno de los cinco movimientos o fases del Wu Xing, formando la base del «metal» según el ciclo de generación (cheng) y como recipiente del agua según el ciclo de dominación (ko). El Mahāyāna, a su vez, diferencia diez tierras (bhumi), cada una correspondiente a una perfección: tierra inmaculada/moralidad, tierra inmaculada/paciencia…

Otro aspecto del elemento tierra lo relaciona con los ritos de inhumación, en el sentido de reintegración al seno de la madre, partiendo de la convicción de que la tierra devolverá la vida del mismo modo que ya la dio una vez (el cuerpo enterrado está destinado a renacer).3 Los sioux, por ejemplo, distinguen estos dos aspectos en una sentencia sencilla: «La tierra es vuestra abuela y madre».

Los griegos
En Occidente, el elemento tierra fue definido por primera vez como arché principal por Jenófanes.nota 2 Más tarde, en la descripción de los cuatro humores corporales por Hipócrates, «la tierra es la bilis negra o melancolía».

Por su parte, Platón, aceptando los cuatro elementos propuestos por Empédocles, propuso en su Timeo, que el cuerpo geométrico asociado al agua es el cubo (que el cubo sea el único de estos poliedros que encaja perfectamente con otros explicaría la naturaleza sólida de la tierra).5 Su discípulo Aristóteles desarrolló una teoría diferente para los elementos, que en estado de reposo veía estructurados concéntricamente en el centro del universo formando la esfera sublunar. La tierra se encontraría en el lugar central, rodeada de agua. Según los pares duales de cualidades que definió Aristóteles, las características de la tierra eran la frialdad y la sequedad.

La tierra en la iconografía cristiana
Tomando algunos aspectos iconográficos de la Cábala, el cristianismo identifica el elemento tierra con el arcángel Uriel y el evangelista San Lucas (con su animal simbólico de tierra: el toro).

Compilado por Fabián Sorrentino