El proceso de adquirir conocimientos, habilidades, actitudes o valores, a través del estudio, la experiencia o la enseñanza y sus enemigos.

Existen diversas teorías del aprendizaje, cada una de las cuales analiza desde una mirada particular este proceso.

Aquí mencionamos algunas de ellas que están relacionadas directamente a la mirada del coaching ontológico para que puedas seguir investigando:
– El aprendizaje según la teoría constructivista
– El aprendizaje en la teoría de Piaget
– La visión de la Psicología conductista
– El aprendizaje según Vigotsky
– El aprendizaje descripto por Ausubel
– El Creativismo Sistémico. Al que responde nuestro modelo.

Etapas del proceso de aprendizaje
1 – LA LLAMADA.
Nosotros denominamos a esta etapa el quiebre. Es ese momento en que “aparece para vos el problema o el conflicto ” No quiere decir que no existiera antes, pero hay un momento en que se hace consciente y se deja escuchar. Podríamos decir que es el instante en que empieza a preocuparte algo y comenzás a responsabilizarte y a dedicarte a eso.
“El primer paso hacia el cambio es la aceptación.” Will Garcia

2 – NO VINIMOS PARA ESTAR SOLOS.
Este el momento en que después de haber intentado varias soluciones finalmente te das cuenta que no podés solo y necesitas ayuda.
”Pide y recibirás; busca y encontrarás; llama y te abrirán”. La Biblia.

3 – APRENDIENDO A PEDIR AYUDA.
Muchos son los que saben que no pueden solos y necesitan ayuda, pero pocos son los que se animan a hacer un pedido concreto y efectivo.
A veces no sabemos a quién pedir o cómo hacerlo. A veces tenemos creencias o miedos que nos separan de la posibilidad de pedir. A veces pensamos que nos van a decir que no y no podemos atravesar nuestro orgullo.
“Dime en qué área no pides ayuda y te diré donde sufres”

4 – ENTRE LA OSCURIDAD Y EL SILENCIO.
Cuando encontramos la persona que nos puede ayudar nos enfrentarnos con nosotros mismos, con nuestras limitaciones, frenos y corazas. Nos confrontarnos con el miedo a lo desconocido y aprendemos a atravesar el camino sintiéndolo. Es el momento en que nos damos cuenta de que el miedo nos va a acompañar cada vez que atravesemos desafíos. Aprendamos a doblegarlo. “Solo el amor vence al temor” La Biblia.

5 – RECONOCER NUESTRA PROPIA GRANDEZA
Es la etapa en que empezamos a tomar contacto con el “ser grande” que vive dentro nuestro, reconociendo nuestros talentos, virtudes y dones aparece nuestro valor, coraje y osadía. “Asume una virtud si es que no la tienes”. Shakespeare

Nos acercamos a un espacio nuevo por medio de la acción “La acción es lo único que te acerca a los resultados”.
Aprender es Incorporar y adaptar lo nuevo a lo cotidiano. Como ves, el gran abismo que te separa de tus objetivos se reduce con los pequeños pasos de cada día. El primero se llama: EMPEZAR YA!!

“No importa cuán duro haya sido tu pasado, siempre puedes volver a empezar”. Sidarta Gautama.

Aprendizaje tradicional:
«No sólo actuamos de acuerdo a cómo somos, y lo hacemos. También somos de acuerdo a como actuamos.

En el paradigma del aprendizaje tradicional
· Se nos premia por poseer conocimientos.
· Se nos sanciona si hacemos algo diferente a lo establecido.
· Se nos enseña en un ambiente de rigurosidad y seriedad olvidando la liviandad.
· El maestro tiene la verdad y es indiscutible.
· Tenemos que saber siempre todas las respuestas.
· Al preguntar corremos el riesgo de que nos desaprueben.
· Consideramos que la única inteligencia es la racional, en lugar de desarrollar nuestro máximo potencial a través del modelo de Inteligencias Múltiples: Inteligencia Lógico, Matemática / Lingüística / Espacial / Musical / Corporal y kinestésica / Intrapersonal e Interpersonal (Emocional) / Ecológica / Espiritual.

La clave del aprendizaje:
incorporar nuevas habilidades para lograr objetivos que hasta el momento se hallaban fuera del alcance.

Función del aprendizaje:
Entre la visión actual y la situación deseada tenemos que aprender a sortear la brecha.

Los tres pasos del Aprendizaje:
1º paso: Declaración de Ignorancia e Insatisfacción
2º paso: Tornarme Responsable y Conectarme con mis elecciones.
3º paso: Declaración del Compromiso (maestro, y asumir los tiempos)

Los 10 Enemigos del Aprendizaje

Resistencias que experimentamos frente a los nuevos desafíos que limitan nuestro poder de acción.

1 – El Miedo: (a declarar ignorancia).
La autoestima del sabelotodo es extremadamente frágil. La revelación de áreas de ignorancia

2 – La Verguerza (de mostrar incompetencia).
El miedo al ridículo siempre asecha al aprendiz. Al intentar nuevos comportamientos, sus acciones serán incómo­das, torpes y hasta cómicas. Si no es capaz de sopor­tar la demostración constante de su incompetencia, abandonará humillado el camino del conocimiento.
Relacionadas: Temor a los sistemas de evaluación. Miedo al ridículo.

3 – La Tentación: (de considerarse una víctima).
Es mu­cho más fácil atribuir las dificultades a factores exter­nos. M poner «afuera» la causa de los problemas, el afectado se siente libre de la responsabilidad de aprender.
Relacionadas: La trivialidad.

4 – El Orgullo: (que impide pedir ayuda e instrucción).
Pedir ayuda implica reconocer una necesidad. Dar permiso y autoridad al maestro para recibir instrucción implica ceder auto­nomía. Quienes basan su orgullo personal en la ilu­sión de la omnipotencia e independencia quedan atrapados por este «enemigo».
Relacionadas: Tenerlo todo claro todo el tiempo. No dar permiso para que otro me enseñe.

5 – La Arrogancia: (de creer, o pretender, que uno «ya sabe»).
Es una forma de cretinismo. Ya sabemos que «No hay peor ciego que el que no quiere ver». Sin humildad, es imposible reconocer las oportunidades de mejora, ya que la arrogancia se basa en la creencia de que no se necesita me orar. Como reza un refrán de los indios navajos. «Es imposible despertar a un hombre que finge estar dormido».
Relacionadas: Autosuficiencia. Cómo soy no puedo aprender. Incapacidad de aceptar que no sabe. Confundir tener una opinión con saber. Adicción a las respuestas.

6 – La Pereza (para practicar con diligencia).
Aprender es una tarea exigente. Incorporar nuevas habilidades requiere de prácticas esmeradas. Los perezosos escapan de este esfuerzo. Prefieren mantener su comodidad incompetente.
Relacionadas: Postergación. Las excusas. Olvidar el Cuerpo

7 – La Impaciencia y el Aburrimiento.
Mientras la primera está dada por querer acceder a la gratificación inmediata, la segunda es por no encontrar una motivación de largo plazo.
Entonces es imposible invertir el esfuerzo necesario para adquirir conocimiento. La necesidad de gratificaciones permanentes produce grandes frustraciones en el aprendiz y lo alienta a abandonar su camino. Aquellos que buscan entretenimiento, no duran mucho en la búsqueda del conocimiento.
Relacionadas: Incapacidad para desaprender lo antiguo. No tengo tiempo. Ausencia del espacio emotivo en el aprendizaje. Adicción a la Novedad. No prestar atención.

8 – La Desconfianza (en el instructor o en uno mismo).
La ayuda del maestro depende totalmente de la con, fianza que exista entre él y el aprendiz. Cuando los fundamentos de esta relación no se arraigan en la, confianza, el aprendizaje se vuelve extremadamente difícil. Por otro lado, cuando el aprendiz mismo no cree ser capaz de aprender, no hay esperanza. Como decía Henry Ford: «Tanto si crees que puedes, como, si crees que no puedes, tienes razón». 0 en palabras de Saint Exupéry: «Defiende tus limitaciones y, por… cierto, serán tuyas».
Relacionadas: La gravedad. Vivir juzgándolo todo. El que duda todo el tiempo.

9 – El  Enfado y la Confusión.
Muchas veces al aprendiz le resulta imposible comprender la razón de cierta práctica o ejercicio. Por eso la confianza en el coach es fundamental. El enfado y la confusión se derivan del pensamiento desconfiado: «No entiendo lo que esta ocurriendo, y  me gusta» Al operar en un espacio de confianza y seguridad, el aprendiz puede reinterpretar su situación y pensar: «No entiendo lo que está ocurriendo… y me entusiasma».
Relacionadas: Confundir aprendizaje con Información

10 – La Ceguera Cognitiva (Acerca de la propia incompetencia).
Es imposible iniciar el camino del conocimiento sin conciencia del no‑saber. El ciego no sabe que no sa­be y, por lo tanto, se halla atrapado en la ilusión de que no tiene nada que* aprender.
Relacionadas: El que cree que no necesita nada.

La declaración de ignorancia

Pareciera que decir «No sé» fuese una declaración sin mayor trascendencia. Alguien podría incluso argumentar que no se trata de una declaración, sino de una afirmación y, en algunos casos, efectivamente puede ser considerada como tal (cuando, por ejemplo, la comunidad —cualquiera que ella sea— establece consensual-mente criterios que definen con claridad para sus miembros quién sabe y quién no sabe). Ello, sin embargo, no siempre acontece y, es más, en muchas ocasiones tampoco es posible alcanzar ese consenso.
La experiencia nos muestra cuántas veces solemos operar presumiendo que sabemos, para luego descubrir cuan ignorantes realmente éramos. Uno de los problemas cruciales del aprendizaje es que muy frecuentemente no sabemos que no sabemos. Y cuando ello sucede, simplemente cerramos la posibilidad del aprendizaje y abordamos un terreno pleno de posibilidades de aprender cosas nuevas, como si fuera un terreno ya conocido. Cualquier cosa nueva que se nos dice, queda por lo tanto atrapada en lo ya conocido o en la descalificación prematura. Cuantas veces nos hemos visto exclamando: «¡Sobre esto yo sé!» o «Esto es el viejo cuento de…» para luego, mucho más tarde, comprobar que escuchábamos presumiendo que sobre aquello sabíamos, y descubrir que nos habíamos cerrado a una posibilidad de aprendizaje. Y hay quienes podrán morir sin que logremos convencerlos de que no saben.
Declarar «No sé» es el primer eslabón del proceso de aprendizaje. Implica acceder aquel umbral en el que, al menos, sé que no sé y, por lo tanto, me abro al aprendizaje. Habiendo hecho esa primera declaración, puedo ahora declarar «Aprenderé» y, en consecuencia, crear un espacio en el que me será posible expandir mis posibilidades de acción en la vida. Nuestra capacidad de abrirnos tempranamente al aprendizaje, a través de la declaración «No sé», representa una de las fuerzas motrices más poderosas en el proceso de transformación personal y de creación de quienes somos.

El Aprendizaje y los Juicios. Por Rafaél Echeverría.
Debido a nuestra capacidad de aprendizaje alguien que en el pasado era muy mal orador puede convertirse en uno muy efectivo en el futuro. Nuestra capacidad de aprender nos permite, por lo tanto, desafiar aquellos juicios acerca de nosotros mismos. La posibilidad de aprendizaje también nos hace estar abiertos a revisar los juicios sobre los demás, dado que aprendemos del pasado y podemos modificar nuestro comportamiento.
Además del aprendizaje, tenemos también la capacidad de inventar nuevas acciones, de diseñar nuevas recurrencias, de introducir nuevas prácticas. A esta capacidad la llamamos innovación. Ella nos permite participar en la creación de lo nuevo.

El Aprendizaje para Daniel Goleman

Daniel Goleman (1998) propone un modelo de aprendizaje basándose en la distinción de las habilidades puramente cognitivas y las aptitudes personales y sociales. Goleman sugiere que las habilidades puramente cognitivas tienen su base en la neocorteza cerebral. En cambio, las aptitudes personales y sociales están además relacionadas con otras zonas del cerebro, en particular con la amígdala, los lóbulos prefrontales y el «centro ejecutivo del cerebro».

De acuerdo con esto, Goleman explica que el aprendizaje basado en las reacciones emocionales además de ser parte integral del proceso de aprendizaje, sólo puede adquirirse mediante situaciones relacionadas con las experiencias emotivas de los individuos. De ahí que considere que el aprendizaje de las actividades humanas debe integrarse plenamente con la vida cotidiana para ser efectiva.

Del mismo modo, así como el aprendizaje tradicional requiere cambios de conducta, se espera que el aprendizaje emocional implique cambios en las reacciones fisiológicas, subjetivas y conductuales relacionadas con las emociones del individuo a determinadas condiciones del entorno. Goleman llama a éste un nuevo modelo de aprendizaje.

El Aprendizaje y sus Enemigos. – Extracto de Fabián Sorrentino.