Las enfermedades venéreas son las enfermedades sexuales transmisibles, asociadas a un agente infeccioso.

La causa principal de estas enfermedades es la vergüenza que el sujeto experimenta con respecto a la sexualidad. En general, la persona afectada no es consciente de ella. Esto es lo que su cuerpo le comunica: una parte quiere tener una vida sexual activa, pero otra quiere impedírselo. Se avergüenza principalmente de dejarse influir por los demás. No se concede el derecho de que le guste el sexo y, quizás, incluso de ser dependiente con respecto a él. Además, duda de sí misma en la elección de su pareja sexual.

Es interesante constatar que cada vez parece haber más enfermedades venéreas a pesar de todos los avances de la medicina para combatirlas. Se manifiestan para hacerte saber que debes dejar de creer en ciertas cosas que han formado parte de tu educación sexual. Con esta enfermedad tu cuerpo te dice que vivas tu sexualidad como quieras, recordándote que tu cuerpo te pertenece y que no tienes que rendir cuentas a nadie. Debes concederte el derecho de vivir experiencias sin sentirte culpable.

Aprende que, cuanto más quieras controlarte, más fácil será que un día pierdas el control. Es más sensato vivir una experiencia y vivirla con alegría y aceptación. Si te concedes el derecho a vivir una experiencia, ello no quiere necesariamente decir que continuará durante toda tu vida. En lugar de mantener pensamientos de vergüenza e intentar ocultar tus deseos o tus acciones, sería más sensato que encontraras a alguien con quien hablar de ello y que te atrevieras a abrirte más para no dejar que la vergüenza te dirija.

Una enfermedad venérea puede sugerir que subsiste un sentimiento de culpabilidad frente a mi sexualidad. Frecuentemente, la educación religiosa me reveló la sexualidad como algo sucio e impuro. Sintiéndome avergonzado, creo que debo castigarme rechazando mis partes genitales. Me auto – castigo y me auto- destruyo.

La energía sexual es sumamente importante y poderosa, forma parte integrante de mi programa genético para la supervivencia de la especie.

En consecuencia, una enfermedad venérea implica una afección o una infección vinculada a esta energía. Si la desestimo, tendrá tendencia a girarse contra mí, a volverse “enferma”, dándome así la ocasión de descubrir que lo que hago está en desarmonía con el flujo natural y el equilibrio de esta energía.

Es importante que acepte que la sexualidad es un modo de expresar mi amor y mi deseo de unirme al otro