El esófago es la parte del aparato digestivo que une la faringe con el estómago. Pasa por el cuello, el tórax y el diafragma para abrirse en el estómago.

Los problemas en el esófago pueden ser DIVERTÍCULOS, HERNIA o una MALFORMACIÓN. Los dolores pueden ser ocasionados por un cuerpo extraño que se atora en el mismo.

Como el esófago está situado al principio del aparato digestivo, los problemas en este lugar indican una dificultad para aceptar y recibir lo nuevo.

Véase problemas de la boca y problemas en el estómago, agregando que la persona afectada por un problema en el esófago rechaza aceptar lo nuevo aún más rápidamente que la persona con un problema en el estómago. Tiene un crítico interno muy rápido, lo que la hace contraerse cuando sus deseos no se realizan.

El esófago es el paso para los alimentos para que éstos estén digeridos. Si tengo emociones o ideas que “pasan mal”, el esófago se crispa y el paso es más difícil, pudiendo incluso provocar irritación, ésta manifestando mi irritación interior frente a algo o a alguien que me cuesta tolerar.

Mis aprensiones, mi angustia, mi pena harán que se contraiga mi esófago, pudiendo ir incluso hasta obstruir totalmente el paso. Al ser el esófago el paso entre mi boca que representa la entrada de nuevas ideas y mi estómago, las ideas que debo digerir, si siento una fuerte ira u odio para algo en mi vida “que no pasa”, puede que desarrolle un cáncer del esófago. Debo soltar cualquier amargura y ver cada experiencia de mi vida como una ocasión de crecer para que me nutran las alegrías de la vida.

La esofagitis es una inflamación del esófago debida, en la mayoría de los casos, a un reflujo gastroesofágico. Véase problemas en el esófago, agregando una ira reprimida y el hecho de que la causa de este enojo vuelve a presentarse sin cesar, provocando todavía más enojo e impidiendo asumir lo que acaba de suceder.