Inflamación de la mucosa gástrica, que en la gastroscopía se ve enrojecida, presentándose en forma de manchas rojizas, las cuales representan irritación o hemorragias subepiteliales.1 Sin embargo, el diagnóstico preciso se obtiene por exploración endoscópica. En esta se apreciará si es solo una parte del estómago la que está afectada o toda la esfera gástrica. Son varias sus causas, entre ellas, los malos hábitos alimenticios, el estrés, el abuso en el consumo de analgésicos (aspirina,piroxicam, indometacina, ketoprofeno, etc.), desórdenes de autoinmunidad o la infección por Helicobacter pylori

La gastroenteritis transmite un doble mensaje. Es una inflamación simultánea del estómago y del intestino delgado; se caracteriza por vómitos, diarrea y dolores abdominales. Véase vómito, diarrea y problemas en el estómago, teniendo en consideración que el mensaje es más importante porque intervienen muchas creencias simultáneamente, por lo que se sienten muchos temores. Ver las explicaciones adicionales sobre las enfermedades inflamatorias.

Síntomas
En ocasiones no se presentan síntomas, pero lo más habitual es que se produzca ardor o dolor en el epigastrio, acompañado de náuseas, mareos, vómitos, etc. Es frecuente encontrar síntomas relacionados al reflujo gastroesofágico, como la acidez en el estómago. Los ardores en el epigastrio suelen ceder a corto plazo con la ingesta de alimentos, sobre todo leche. Pero unas dos horas después de la ingesta los alimentos pasan al duodeno y el ácido clorhídrico secretado para la digestión queda en el estómago, lo que hace que se agudicen los síntomas.2 También puede aparecer dolor abdominal en la parte superior (que puede empeorar al comer), indigestión o pérdida del apetito. En caso de que exista un componente ulceroso que sangre, pueden presentarse vómitos con sangre o con un material similar a manchas de café, y heces oscuras.

Diagnóstico
El diagnóstico se realiza por medio de la endoscopia del aparato digestivo superior.4 En el examen histopatológico de los tejidos se observa infiltración de leucocitos polimorfonucleares.

La clasificación de la gastritis se basa en la evolución, histología y la patogenia. Clasificación de las gastritis:

I. Gastritis aguda
A. Infección aguda por Helicobacter pylori5
B. Otras gastritis infecciosas agudas
Bacteriana (aparte de Helicobacter pylori).
Helicobacter helmanni
Flegmonosa
Micobacterias
Sífilis
Víricas
Parasitarias
Fúngicas

II. Gastritis atrófica crónica
Tipo A: autoinmunitaria, predominante en el cuerpo del estómago.
Tipo B: relacionada con Helicobacter pylori, predominante en el antro del estómago.
Química (producida por agentes antiinflamatorios, alcohol, estrés, tabaco).

III. Formas poco frecuentes de gastritis
Linfocítica
Eosinófila
Enfermedad de Crohn
Sarcoidosis
Gastritis granulomatosa aislada

Las causas más frecuentes de gastritis aguda son infecciosas. La infección aguda por Helicobacter pylori conduce a la gastritis.

La gastritis por H. pylori se describe como un cuadro que se presenta bruscamente con dolor epigástrico y algunas veces náuseas y vómitos. También se demuestra un intenso infiltrado de neutrófilos con edema e hiperemia en el estudio histológico. Si este cuadro no se trata con un nivel de atención de primero y segundo nivel, avanzará a gastritis crónica.

Después de la infección aguda por Helicobacter pylori se puede producir una hipoclorhidria de más de un año de duración.

Gastritis Crónica
La gastritis crónica es una inflamación del revestimiento del estómago que se presenta gradualmente y que persiste durante un tiempo considerablemente prolongado. Las hay de un mes y hasta de un año.

Tipo A: afecta al cuerpo y el fondo del estómago sin involucrar el antro, por lo general asociada a una anemia perniciosa. Se presume que tiene una etiología autoinmune.

Tipo B: es la forma más frecuente. Afecta al antro en pacientes jóvenes y a toda la mucosa del estómago en personas mayores, y es causada por la bacteria Helicobacter pylori.

Tratamiento para la Gastritis
La gastritis tipo B se trata solo cuando se presenta infección sintomática. Se usa claritromicina, amoxicilina y tetraciclina. Anteriormente se utilizaba metronidazol, pero ahora se sabe que se presenta resistencia en más del 80% de los casos. Los tratamientos de gastritis suelen ser antiácidos (Almax, Urbal) o reguladores de la acidez gástrica (ranitidina) o que disminuyan la secreción gástrica (omeprazol) y sobre todo una dieta adecuada: las bebidas gaseosas retrasan la digestión, por lo que aumentan la secreción de ácidos en el estómago. Una dieta para el estómago delicado suele llamarse dieta blanda.

Etiología
La gastritis puede ser ocasionada por la irritación prolongada debido al uso de medicamentos AINE (antinflamatorios no esteroideos), infección con la bacteria Helicobacter pylori, anemia perniciosa (un trastorno autoinmune), degeneración del revestimiento del estómago por la edad o por reflujo biliar crónico (véase el artículo biliary reflux, [reflujo biliar] en inglés).6

Es muy frecuente la gastritis crónica generada por abuso de estimulantes ricos en cafeína, como el café. En Sudamérica es muy frecuente el abuso de yerba mate y el guaraná. Asimismo es cada vez más común la presencia de gastritis crónica por el abuso de bebidas gaseosas, que contienen fosfatos y ácido fosfórico como estimulantes de la sed.

Muchos individuos que padecen gastritis crónica no presentan síntomas de este padecimiento.

Signos y Exámenes
EGD (esofagogastroduodenoscopía) y biopsia que muestran gastritis
CSC que muestra anemia

Gastritis Atrófica
Puede ser el paso final de una gastritis crónica que puede causar:

Desaparición de los pliegues (se observan los vasos sanguíneos de la submucosa);

La pared de la mucosa se ha perdido en partes o en su totalidad.

Los factores desencadenantes son múltiples. Al examen microscópico por lo general hay escasas glándulas (o ninguna); puede haber cambios de metaplasia intestinal. Los síntomas clínicos son inespecíficos, el diagnóstico se realiza por medio de la endoscopia y la biopsia. Se ha discutido si la gastritis atrófica es precancerosa. En los últimos estudios se ha encontrado una asociación con la anemia megaloblástica pentilifome.

Gastritis Erosiva
Esta enfermedad se puede tratar con un tratamiento que consiste en el reforzamiento de las paredes del estómago a través de la boca.7

La gastritis erosiva debería de estar descrita en el capítulo de úlceras. Mientras que en la gastritis las erosiones son superficiales y múltiples, en la úlcera son más profundas y penetran a la capa muscular.

El tratamiento depende de la causa de la gastritis. Para la gastritis crónica causada por infección con Helicobacter pylori, se utiliza la terapia con antibióticos.
Los antiácidos u otros medicamentos, como la ranitidina (antagonistas de receptores H2), que se utilizan para disminuir o neutralizar el ácido gástrico en el estómago, como el omeprazol (inhibidor de la bomba de protones), por lo general eliminan los síntomas y favorecen la curación.

La anemia perniciosa que es provocada por la gastritis se trata con vitamina B12.

También existen tratamientos orales (como la ranitidina en cápsulas) o intramusculares (como la ranitidina en ampolletas), la trimebutina y la pargeverina HCl (propinox clorhidrato), este mezclado con clonixinato de lisina, entre otros.

Se deben suspender los medicamentos que se sabe son causantes de gastritis, como la aspirina (ácido acetilsalicílico) o los AINE (antinflamatorios no esteroideos).