El hígado es la glándula más grande del cuerpo. Sus funciones lo convierten en uno de los órganos más importantes y más complejos del organismo.

Vierte sus secreciones (una de los cuales es la bilis) al intestino, participando así en el proceso digestivo. Interviene activamente en el metabolismo de los glúcidos (azúcares), los prótidos (proteínas) y los lípidos (grasas). Colabora en la coagulación sanguínea y tiene una función antitóxica. La alteración de una de estas funciones es signo de un problema hepático. Algunos de ellos son: ABSCESOS, CÁLCULOS BILIARES (PIEDRAS), CIRROSIS, CRISIS HEPÁTICA, HEPATITIS VIRAL, ICTERICIA y TUMORES.

Los problemas del hígado se manifiestan cuando la persona hace demasiado, se preocupa por todo lo que sucede a su alrededor en lugar de digerirlo bien, es decir, adaptarse a los acontecimientos.

Tiene miedo de las consecuencias, sobre todo de fallar en algo. Esta dificultad de adaptación a una situación nueva le hace sentir mucho enojo y descontento. Estos problemas también indican una actitud depresiva, aun cuando sea inconsciente. En metafísica, el hígado es el lugar del enojo reprimido.

La persona afectada por los problemas hepáticos suele ser del tipo que no se ofende porque se siente indefensa, incompetente ante las ofensas. Se muestra en desacuerdo con los que se ofenden, sobre todo con aquellos que pierden el control, porque ella se esfuerza mucho para no demostrar nada. Siente amargura y tristeza. Cuando lleva ya mucho tiempo reprimiéndose, en lugar de sufrir un ataque de enojo y desahogarse, sufre una crisis hepática.

Debido a que el hígado tiene una función vital en la coordinación de las diferentes funciones del cuerpo humano, un problema en este órgano indica que te estás olvidando de coordinar bien lo que sucede en tu vida. En lugar de adaptarte a los acontecimientos y a las personas, los juzgas, quieres cambiarlos y te bloqueas internamente al poner demasiada atención a lo que ocurre en tu mente.

Cada enojo interno es una indicación de que te olvidas de ponerte en el lugar del otro y de que quieres tener razón. Por lo tanto, te sientes ofendido con facilidad. Tu hígado te indica que debes dedicar tiempo a acomodar dentro de ti lo que pasa a tu alrededor antes de sacar conclusiones con demasiada rapidez. También te dice que tienes todo lo necesario para defenderte. Los dolores de hígado proceden de mi propia actitud.

Mis frustraciones acumuladas, mis odios, mis celos, mi agresividad contenida son factores activadores de los problemas del hígado. Estos sentimientos esconden miedos que no pueden expresarse de otro modo. Tengo tendencia a criticar y juzgar a los demás con facilidad. Me quejo constantemente.

Resisto a alguien o a algo. Vivo mucho disgusto. Acepto difícilmente tales como son. La alegría de vivir es frecuentemente inexistente porque tengo envidia de los demás, lo cual me perturba y me pone triste. Sin embargo, hasta qué punto estoy listo para hacer esfuerzos, tanto en el plano material como en mi caminar espiritual? Aún no he comprendido que lo que yo reprocho al otro sólo es el reflejo de mí – mismo. Sólo es mi espejo. Me quejo constantemente y pido a los demás que cambien. ¿Dónde está mi buena voluntad? ¿Cuál es el esfuerzo por mi parte? También carezco de alegría de vivir, simplicidad.

Podré desarrollar un cáncer de hígado si todas las emociones que me son nefastas me “agobian” desde un buen tiempo. Frecuentemente, resulta de un conflicto con relación a la familia o al dinero, especialmente cuando tengo miedo de carecer de algo.

Es tiempo que tome consciencia que debo aceptarme tal como soy y aprender a amarme más. Ser capaz de amor y comprensión hacia mí abre la vía a mi comprensión y al amor de los demás. Recobro la alegría de vivir.

¿Qué es y cuáles son los Síntomas del Hígado Graso?
El hígado graso es una patología generalmente benigna que posee unos síntomas -a veces- claros y un tratamiento a seguir para reducir la grasa en el hígado.

Comúnmente conocido en el ámbito sanitario como esteatosis hepática, es una enfermedad generalmente benigna del hígado que se caracteriza por la acumulación de ácidos grasos y de triglicéridos en las células hepáticas.

Los síntomas del hígado graso por regla general suelen ser dolor en la parte superior derecha del abdomen, malestar general, fatiga crónica, y sensación de pesadez, en especial después de las comidas, aunque también es cierto que no todos los pacientes presentan síntomas. Por regla general, los más habituales tienden a ser los siguientes:

  • Dolor en la parte superior derecha del abdomen.
  • Malestar general.
  • Cansancio.
  • Fatiga crónica.
  • Pérdida de peso.
  • Sensación de pesadez.
  • En algunas ocasiones, ictericia.

 

Evolución del hígado graso
Generalmente el hígado graso es una patología benigna que tiende a no evolucionar a estadios más graves de la enfermedad.

Una vez se detecta la aparición de hígado graso (a través de ecografía abdominal), se deben tomar las medidas necesarias para eliminar esa grasa en el hígado, y evitar con ello que el hígado graso evolucione a esteatohepatitis (hígado inflamado, aumentado de tamaño, en este caso causado por acumulación de grasa abundante y en exceso), y de ahí a una posible cirrosis y/o cáncer.

Indigestión
El hígado metaboliza los alimentos, elimina los excesos de proteínas, grasa y azúcar y purifica la sangre de sus impurezas. Es esencial a la vida. Es conocido como la “sede de la ira y de la crítica”.

El hígado también está vinculado con mi comportamiento y representa la facilidad de adaptación a los acontecimientos y a las circunstancias de la vida. Las emociones negativas que siento (pena, odio, celos, envidia, agresividad) traban el buen funcionamiento del hígado.

Mi hígado tiene la capacidad de acumular estrés y tensión interior. Es también en mi hígado donde se depositan mis pensamientos y mis sentimientos amargos e irritantes que no han sido expresados o resueltos.

Por esto, cuando limpio mi hígado por medios fisiológicos, (por la fitoterapia o de otro modo) o energéticos, entonces me siento más calmado y en mejor contacto conmigo mismo. Los desórdenes del hígado pueden incluso llevarme a vivir la depresión, ésta siendo percibida como decepción frente a mí – mismo.

Puedo vivir en ese momento tristeza, cansancio, una dejadez general. Cuando mi hígado está sucio, afecta los niveles espirituales e interiores de mi consciencia. Puedo perder mi vía y la dirección que debo tomar. El hígado da la vida y también puede alimentar mi miedo a esta misma vida. Debo yo actuar para que me de la vida.

Abceso del Hígado
El hígado está relacionado con la crítica y un absceso del hígado indica una gran insatisfacción en mi vida, que puede proceder del hecho que los acontecimientos no se desarrollan como quiero, que me preocupe demasiado para ciertas situaciones o que la alegría y el amor que alimentan mi vida sean insuficientes. Éste es un mensaje que me da la vida para desarrollar mi flexibilidad y mi apertura y hacer que yo busque el amor y la comprensión que necesito para descubrir más este amor que está en mí.