La hipoglucemia es una enfermedad del páncreas que se manifiesta cuando hay una disminución anormal de la concentración de glucosa en la sangre. Se reconoce principalmente por un insaciable deseo de algo azucarado, malestares, vértigo, calambres digestivos, palpitaciones, palidez y sudores fríos.

En metafísica, el páncreas está relacionado con las emociones, los deseos y la mente humana. La persona hipoglucémica quiere ocuparse de los deseos de los demás en detrimento de sus propias necesidades. No se siente libre. Su cuerpo le dice que necesita recompensarse con «dulces» sin sentirse culpable.

Está demasiado ocupada queriendo que todo a su alrededor sea felicidad. El enfermo con hipoglucemia también siente muchos miedos y tiende a sufrir agorafobia. Sugiero que consultes este término.

Es el momento de conservar tu energía para ti, de dejar de creer que debes ser la madre o el padre de tu prójimo. Vuelve a establecer contacto con tu niño interior que desea jugar y divertirse. En la infancia aprendiste que no tenías derecho a pensar en ti.

Como no te proporcionaste suficiente amor, querías que tus familiares te lo dieran, y aunque lo recibieras, no fue bastante. Por lo tanto, decidiste que el amor hace sufrir, porque nunca lograste suficiente. La vida te hizo crecer mucho más rápido, pero todavía no es demasiado tarde para volver a empezar.

No debes creer que ocuparte de ti mismo significa ser egoísta. Una persona así es aquella que impone sus deseos a otros por propio interés. Quien piensa en sí mismo antes de responder a las expectativas de los demás es una persona que se quiere. Quiérete más y recibirás más amor de los demás. La hipoglicemia se caracteriza por una disminución anormal de glucosa en la sangre.

La parte del páncreas que secreta la insulina está sobre – activada. En consecuencia, las células y los músculos están privados de la glucosa energética. Esta situación está opuesta a lo que se encuentra en los diabéticos. Está causada por un exceso de insulina o de ejercicio.

El azúcar representa una forma de premio, afecto, dulzura y ternura. Es la manifestación del amor, según la metafísica. Actualmente, ¿estoy buscando el amor? ¿Lo estoy esperando del exterior? ¿Cómo azúcar para colmar esta carencia? Varias manifestaciones se vinculan a la hipoglicemia:

– Puede manifestarse porque doy tanto a los demás que ya no tengo nada para dar. Esto me revela la necesidad de empezar por amarme, por respetarme en mis necesidades. Dándome más, luego puedo dar más y amar a los demás. No puedo dar a los demás lo que no me doy a mí – mismo.

– Puede también brotar cuando vivo una tensión o una presión interior excesiva sobre la cual pienso que no tengo control alguno.

– Procede de mis fuertes emociones, de una tristeza profunda, causándome angustia e incluso hostilidad frente a los demás. ¿Tengo yo esperanzas que aún están sin contestar (que no están satisfechas)?

– También puedo vivir un miedo intenso frente a algo o a alguien que me asquea y que prefiero evitar. Debo resistir con todas mis fuerzas para intentar evitar esta cosa que me repugna. Tanto puede ser un objeto, un gesto como una palabra dicha que me provocó un “asco”.

– Una alergia alimentaria también puede ser la causa “física” de esta caída del azúcar sanguíneo. Por lo tanto debo realizar las comprobaciones físicas que se imponen y hallar a quién o a qué soy alérgico. Acepto lo que me sucede. Decido hacer mi vida más alegre. Respondo a mis esperas. Mi cuerpo es un sabio, un amigo fiel al cual soy receptivo.