La impaciencia denota un estrés interior, una inseguridad o una tensión que me hace tambalear y afecta mi sistema nervioso. Me vuelvo más irritable, más expeditivo en lo que he de decir o hacer. Necesito tomar algunos momentos para relajarme y para encontrar la fuente de mi irritación.

Aprender a esperar no siempre resulta fácil, sin embargo, es más que necesario recordar que los tiempos que marca la realidad no siempre se ajustan a las expectativas personales.

La impaciencia define la actitud de aquellas personas que tienen una baja tolerancia hacia la frustración,desean tener el control de todas las situaciones y quieren ir un paso por delante de la realidad misma. Desde este punto de vista, la impaciencia produce estrés y ansiedad en aquel que a través de su actitud no camina de un modo relajado sino acelerado.

Aprender a esperar
Una persona puede ser impaciente en distintos ámbitos de su vida. Por ejemplo, en el plano laboral la impaciencia se muestra en el deseo de aquel que quiere alcanzar el éxito profesional de un modo automático o se frustra cuando no observa resultados visibles a corto plazo ante sus iniciativas.

Desde el punto de vista sentimental, es posible ser impaciente cuando aquel que está enamorado avanza en su historia a una velocidad de vértigo. La paciencia tiene un límite y esto es muy saludable ya que también nos ayuda a protegernos de aquellas situaciones en las que otra persona pueda vulnerar nuestros derechos.

Falso perfeccionismo
La impaciencia conduce al exceso de perfeccionismo de no valorar los logros personales tal y como son al desear siempre más. Desde el punto de vista de la edad, los niños tienden a ser muy impacientes como muestra el hecho de que cuando quieren un capricho, lo quieren al momento.

La adolescencia también es una etapa marcada por una rebeldía casi innata. Con el proceso de la madurez, y el aprendizaje propio de la edad adulta, las personas también aprenden a tener una mejor gestión emocional.

Gestión del tiempo
¿Qué nos hace darnos cuenta de que la impaciencia no conduce a ningún fin positivo? Que el tiempo pasa de un modo inevitable, la vida no es eterna y es muy importante aprovecharla a través de vivencias positivas. La impaciencia nos lleva a no disfrutar del camino hacia una meta al poner únicamente la atención en el resultado de una acción, sin embargo, la paciencia conduce a la maravillosa experiencia de disfrutar del camino recorrido como un tesoro vital. La felicidad no solo está en la mente sino también, en el proceso.

El verdadero éxito queda reservado para aquellos que desde el punto de vista emocional, dan más oportunidades, no se dejan arrastrar por la impaciencia. Es decir, son pacientes en el amor, en la amistad, en el trabajo…

Fuentes: Obedece a Tu Cuerpo, Amate – Escrito por Lise Bourbeau
Definicion ABC http://www.definicionabc.com/salud/impaciencia.php