La palabra impersonal hace referencia a la ausencia de características propias de la persona física, o se utiliza también cuando hablamos de alguien en abstracto, sin aludir a un individuo en particular.

Los medios masivos de comunicación, como la televisión, los periódicos o la radio, que se dirigen a un público masivo e indeterminado, se dice que son impersonales, pues no están dirigidos a nadie específico.

Los sentimientos impersonales son aquellos que tienen por objeto algo indeterminado, como por ejemplo, el amor a la vida.

En Gramática se llaman impersonales, a las oraciones que no tienen sujeto, conocidas también como oraciones unimembres, por ejemplo, “llueve demasiado”. Verbos como llover, granizar, tronar o relampaguear, y cualquier otro que se refiera a fenómenos meteorológicos, son llamados unipersonales, y son los que acompañan generalmente a las oraciones impersonales; aunque si se usan metafóricamente, pueden tener sujeto, por ejemplo: “Las críticas llovieron sobre Tomás”.

En Literatura, el estilo impersonal de redacción, es aquel en que el narrador adopta para el relato la tercera persona. Es utilizado también este modo de escribir en los informes que acompañan una investigación. Los verbos, ya sean transitivos o intransitivos, que se usan en tercera persona de plural originan oraciones impersonales.

También pueden construirse oraciones impersonales, usando en tercera persona del singular, y sin sujeto, los verbos ser, haber y hacer. Por ejemplo “es temprano”, “hay ruido” y “hace calor”, respectivamente.

Otras oraciones impersonales se construyen con el pronombre “se”: “se duerme bien en este hotel”.

Se dice que alguien viste de modo impersonal, cuando se ajusta a los mandatos de la moda, sin acompañar sus atuendos de un toque especial y propio que lo distinga del resto.

Definición en DeConceptos.com