Sinónimo de fuerza, capacidad, político o dominio (según la RAE). Nada más reductor que este camino para definirlo.

La sociología lo atribuye a la capacidad de hacer o ser algo; de ejercer un dominio hegemónico sobre uno y/o varios individuos; a la habilidad de influir sobre uno y/o varios individuos; a Indicar la autoridad suprema reconocida en una sociedad.

Uno de los análisis modernos más amplios sobre la importancia del poder en la actividad humana proviene de los trabajos del filósofo Michel Foucault:

«El poder se encuentra en todos los sitios… porque no proviene de ningún sitio.»

El análisis del poder efectuado por este filósofo francés se fundamenta en su concepto de «tecnologías de poder».

Para Foucalt, la disciplina es un bagaje complejo de tecnologías de poder desarrolladas durante siglos, como afirma en Vigilar y castigar (1975).

El poder es ejercitado con una determinada intención. Pero en vez de analizar el problema del delicado asunto de quién tiene qué intenciones (honestamente), se centra en discernir cuál es la intersubjetividad aceptada sobre cómo ejercitar el poder.

Para Foucault, el poder son acciones sobre otras acciones a fin de interferir con ellas.

Foucault no recurre a la violencia, sino que afirma que el poder presume libertad. Esto implica encontrar nuevas formas de hacer que la gente se comporte por si sola de modo distinto de cómo lo hubiesen hecho. Un modo de realizar esto es mediante la amenaza violenta. Pero tratar de convencer a alguien de lo contento que se sentirá si adquiere algo, es también una forma de ejercitar el poder, y el marketing se jacta de contar con un gran conocimiento de cómo efectuar este cambio de comportamiento.

Los trabajos de Foucault analizan la relación entre poder y conocimiento. El filósofo francés subraya las formas de poder disimulado: así, Foucault afirma que los sistemas de creencias ganan ímpetu (y por tanto poder) cuando un mayor número de gente acepta los puntos de vista asociados con el sistema de creencias como conocimiento general (hegemonía).

Tales sistemas de creencias definen su autoridad, como los médicos (en el sistema de creencias de la medicina occidental) o los curas (en el sistema de creencias de la religión católica). Con tales sistemas de creencias, las ideas cristalizan como correctas o incorrectas, como normales o desviadas. En un determinado sistema de creencias, las ideas y las acciones se convierten en impensables. Estas ideas, consideradas como «verdades» irrefutables, definen una particular manera de ver el mundo, y se encuentra normalizado un particular modo de vida asociada con estas «verdades».

Esta sutil forma de poder carece de rigidez, y otros ensayos pueden contestarla. Así, al poder le falta alguna forma concreta, al ocurrir como un escenario de lucha. La resistencia, a través del desafío, define el poder y por lo tanto es sólo posible a través del poder. Sin resistencia, el poder está ausente, aunque según algunos autores recientes sería erróneo atribuir a Foucault un esquema de oposición poder-resistencia como se encuentra en otros teóricos fundacionalistas.

«Se necesita sin ninguna duda ser nominalista: el poder no es una institución, ni una estructura; tampoco es una cierta fuerza con la que estemos dotados; es el nombre que le damos a una situación estratégica compleja en una sociedad determinada.» (Foucault, ‘Historia de la sexualidad’) «La dominación [no es] ese tipo de dominación sólida y global que una persona ejerce sobre otras, o un grupo sobre otro, sino las muchas formas de dominación que pueden ser ejercidas en el interior de una sociedad

Las tesis de Foucault sobre el poder, se desarrollan en tres apartados
• El poder no es esencialmente represivo; puesto que incita, suscita, produce.
• Se ejerce más que se posee; dado que no posee una forma definida; «el poder no es algo que se adquiera, arranque o comparta, algo que se conserve o se deje escapar; el poder se ejerce a partir de innumerables puntos, y en el juego de relaciones móviles y no igualitarias»…
• Pasa por los dominados tanto como por los dominantes; ya que pasa por todas las fuerzas en relación. (DELEUZE, Guilles. (1987) Foucault. Ediciones Paidos. Barcelona España)