Dejar para después una acción que estaba prevista para ser realizada. Ella puede deberse a una reevaluación de las circunstancias que no la hacen aconsejable, pero también puede deberse a una actitud defensiva conducente a no enfrentar los resultados o riesgos de la acción. Hay personas que se especializan en la actitud: “sí, pero…” hacia sus ideas e iniciativas, lo que reduce sus éxitos a los inicios. Se trata de personas cuya ansiedad asciende a medida que se acercan al cumplimiento de su meta, lo que implica que la duda sobre sí mismos aumenta con el movimiento hacia la exposición.

Un artículo del sitio Workana nos enseña como dejar de Postergar.

¿Cómo dejar de procrastinar en el trabajo? 6 tips para ser más productivo

1. Cómete esa rana
Autor: Yamanaka Tamaki
Autor: Yamanaka Tamaki

Este concepto lo introdujo el empresario y autor Brian Tracy en su libro Eat that Frog, y básicamente consiste en hacer antes que nada esa tarea que te tiene preocupado y que te hace seguir posponiéndola una y otra vez.

Según un antiguo dicho, si la primera tarea que llevas a cabo al comenzar tu día es comerte una rana viva, nada peor puede pasarte en lo que queda de día.

Así que trata de “comerte” esa tarea pesada al principio de tu jornada, porque la satisfacción de quitártela de encima te llenará de energía y motivación para seguir con otras tareas que has estado postergando (y todos sabemos que si la seguimos postergando, no dejará de dar vueltas en nuestra cabeza).

2. La regla de “un minuto”

Esta es una regla increíblemente fácil y a la vez efectiva para dejar de procrastinar. Consiste en sacarse de encima todas las pequeñas tareas que pueden terminarse en menos de un minuto para así tener la sensación de tranquilidad al haber avanzado con esos pequeños “asuntos pendientes” que siempre tendemos a postergar y ocupan mucho lugar en la lista de cosas por hacer.

Desde anotar una reunión hasta responder un e-mail, presentar un documento, revisar las tareas del día, hacer una llamada rápida para concertar una cita pendiente u ordenar tu espacio de trabajo Si puede hacerse en menos de un minuto, ¡no lo pospongas más! Al ser tareas rápidas y nada duras de seguir producen grandes resultados y afectan positivamente a nuestra mente.

Eso sí: aléjate del multitasking y no lleves a cabo más de una tarea a la vez. Aunque te parezca que la multitarea te hace más productivo y eficiente, en realidad causa el efecto contrario.

3. Las metas del día

¿Hay algo más efectivo que tener por escrito aquello que diariamente quieres lograr? Está demostrado que anotar todas las metas ayuda a que realmente se cumplan, así que todos los días antes de acostarte procura tener una lista de lo que tienes que hacer al día siguiente, con casillas de verificación incluidas.

Haz una lista de todo: metas grandes y metas pequeñas, ya sea a mano o en algún gestor de tareas online, como por ejemplo Asana. Te sentirás realmente bien a medida que vayas marcando los artículos de tu lista y veas como cada vez es más pequeña.

Y si es necesario, establece plazos. Por ejemplo anotar la tarea “redactar este artículo para las 12.30h” en lugar de escribir simplemente “redactar artículo”.

4. Divide y vencerás

Muchas veces postergamos una tarea solamente porque resulta demasiado extensa. Cuando te suceda esto, ¿por qué no divides esta gran meta en pequeños desafíos o milestones? Fracciona tus tareas pendientes, córtalas en pedazos y simplemente comienza.

Una técnica que funciona muy bien para ello es la técnica del pomodoro, que te lleva a trabajar intensamente durante períodos de 25 minutos para después descansar por intervalos de cinco minutos.

5. Evita “parar en boxes

Existe un proceso llamado “descuento temporal” que dice que somos más propensos a ir a por una recompensa más inminente que a por otra que está más lejos. La televisiónFacebook o revisar las nuevas tendencias en Twitter nos proporcionan pequeñas recompensas inminentes pero solamente nos llevan a procrastinar, así que resérvales un pequeño espacio dentro de tu día y trata de dejarlas fuera mientras trabajas (una buena alternativa es usar RescueTime, ideal para saber realmente cuán productivo eres mientras trabajas).

6. Desconectar para conectar
Autor: William Brawley
Autor: William Brawley

Y de vez en cuando, desconecta de tu trabajo para poder seguir dando el máximo cuando regreses.

Que estés trabajando no significa que no puedas disfrutar, así que cada tanto desconecta y escucha cinco minutos de música, sal a caminar o date una “auto-recompensa” cuando termines esa tarea pesada. ¡Eso te ayudará a no procrastinar y te motivará la próxima vez que sientas la tentación de posponer tus tareas!

¿Cuántas veces, al final del día, has tenido la sensación de no haber hecho nada productivoCon estas seis claves para dejar de procrastinar tú puedes convertirte en la persona que logra sus metas. ¡Solo es cuestión de comenzar!