Psicótico. Este término ha recibido históricamente numerosas definiciones diferentes, ninguna de las cuales ha conseguido ser aceptada universalmente. La definición más estricta de psicótico se limita a ideas delirantes o alucinaciones prominentes, en ausencia de conciencia acerca de su naturaleza patológica. Una definición algo menos restrictiva también incluiría alucinaciones significativas que el individuo acepta como experiencias alucinatorias.

Todavía es más amplia una definición que incluya asimismo otros síntomas positivos de esquizofrenia (esto es, habla desorganizada, comportamiento intensamente desorganizado o catatónico). Finalmente, el término ha sido definido conceptualmente como una pérdida de los límites del yo o una importante alteración de la verificación de la realidad.

La psicosis es un término genérico utilizado en psiquiatría y psicología para referirse a un estado mental descrito como una escisión o pérdida de contacto con la realidad.

A las personas que lo padecen se las denomina psicóticas. En la actualidad, el término «psicótico» es a menudo usado incorrectamente como sinónimo de psicópata. Las personas que experimentan psicosis pueden presentar alucinaciones o delirios y pueden exhibir cambios en su personalidad y pensamiento desorganizado.1 Estos síntomas pueden ser acompañados por un comportamiento inusual o extraño, así como por dificultad para interactuar socialmente e incapacidad para llevar a cabo actividades de la vida diaria.

Una amplia variedad de elementos del sistema nervioso, tanto orgánicos como funcionales, pueden causar una reacción psicótica. Esto ha llevado a la creencia que la psicosis es como la «fiebre» de las enfermedades mentales, un indicador serio pero no específico.2 3 Sin embargo, muchas personas tienen experiencias inusuales y de distorsión de la realidad en algún momento de sus vidas, sin volverse discapacitadas o ni siquiera angustiadas por estas experiencias.

Como resultado, cierta corriente de investigadores argumentan que la psicosis no está fundamentalmente separada de una conciencia normal, sino más bien es un continuum con conciencia normal.Desde esta perspectiva, las personas que son diagnosticadas clínicamente como psicóticas pueden estar teniendo simplemente experiencias particularmente intensas o angustiantes (véase esquizotipia)

En el desarrollo de todas las estructuras psíquicas juegan un papel fundamental las figuras parentales. La relación que tiene el psicótico con la madre es una relación simbiótica en la que el niño no puede ser por sí mismo, convirtiéndose en el falo de la madre (su falta) creándose una sensación de completud falsa.

En esta madre no existe la función paterna en su discurso (a diferenciar de que no exista padre), por lo que la ley no se ha llegado a establecer. La figura del padre es la que debería de enunciar la prohibición del incesto o la prohibición de satisfacer el deseo con la madre, e igualmente, es él el que separa a la madre del hijo que en este caso no ocurre.

El psicótico queda fijado en el narcisismo primario y el autoerotismo, esto supone que el individuo no diferencia entre el objeto de sí mismo por lo que satisface sus necesidades en sí, todo lo placentero es él y lo displacentero es lo externo. Es un sujeto que no tiene deseo, no tiene aspiraciones de hacer algo ni entiende del lenguaje de amor.

Según la analista Pilar de Pablo, en reducidos casos se puede cambiar la estructura psicótica de un niño, pero esto puede darse hasta la pubertad y con un trabajo analítico concienzudo, pero no siempre es posible. A partir de la adolescencia la estructura se consolida.

Referencias
Tsuang, Ming T.; William S. Stone, Stephen V. Faraone (julio de 2000). «Toward Reformulating the Diagnosis of Schizophrenia». American Journal of Psychiatry 157 (7): 1041-1050. doi:10.1176/appi.ajp.157.7.1041. PMID 10873908.
DeLage, J. (febrero de 1955). «Moderate psychosis caused by mumps in a child of nine years.». Laval Médical Johns, Louise C.; Jim van Os (2001). «The continuity of psychotic experiences in the general population.». Clinical Psychology Review