Una rampa es la contracción involuntaria, dolorosa y pasajera de un músculo o de un grupo muscular. Las rampas indican una gran tensión interior (a veces excesiva). Retengo la energía divina e impido que circule en mí porque estoy arrinconado, limitado.

Ciertos de mis patrones mentales necesitan integrarse mejor (esquema de pensamiento que hace que se repitan acontecimientos en mi vida). Actualmente, vivo mucha presión y tensión que pueden estar acompañadas por un sentimiento de impotencia frente a algo o a una situación.

Me pregunto qué hacer y cuál es la mejor solución para mí. Tengo miedo y me agarro, me sujeto a ideas fijas. Aprehendo la vida desde el punto en que bloqueo radicalmente (“cierro con cerrojo”) la energía en un lugar preciso. Según el lugar de la rampa, tengo un indicio de lo que debo cambiar: una rampa en el pie, la dirección que tomo; una rampa en la pierna, mi modo de andar por la vida, una rampa en la mano, mis acciones y mis empresas.

Estoy consciente de los dolores interiores que me asedian y comprendo que puedo cambiar esto. Acepto soltar y quedarme abierto a la energía divina. Tomo el tiempo de pararme y reflexionar. Este instante de pausa me permite volver a iniciar más despacio y de un modo diferente, de estar mejor en mi piel.

El abdomen está vinculado al chakra de la intuición y de la creatividad. Así, la rampa abdominal indica el miedo a seguir mi intuición, mi negación de dejarme plenamente ir a mi creatividad, bloqueando la energía divina en este lugar, es decir cerca o más abajo que el ombligo. Así, paro cualquier proceso que me deje ver lo que me puede ayudar a progresar normalmente. Tengo miedo de descubrir el futuro siempre provechoso para mí. Acepto abrirme y hacer confianza en la vida. De este modo, puedo dejarme guiar mejor por mi intuición y puedo utilizar mi creatividad para ir en la dirección que me conviene, en armonía con lo que soy.

Es la sensación de tener los dedos adormecidos o un hormigueo en los dedos, causada por la compresión de nervio mediano en el canal carpiano, situado en la zona anterior de la muñeca. Estoy habitado por una gran tensión interior y cuando escribo, pongo mucho esfuerzo. ¿A quién quiero impresionar? ¿A quién quiero yo convencer? ¿A mí o a los demás? Soy pretencioso y mis ideas de grandeza hacen de mí una persona demasiado ambiciosa. Es posible que lleve una máscara, escondiendo así mi personalidad real, lo que me protege contra el juicio de la gente. El dolor puede manifestarse más de noche o por la mañana al despertar, cuando aún estoy conectado a los mundos interiores y este dolor me recuerda los reajustes que debo realizar en mi interior para ser más flexible. A partir de ahora, hago las cosas naturalmente, tomando el tiempo de ser verdaderamente yo – mismo. No debo probar nada a nadie. Acepto amarme tal como soy, sin artífices y quedándome totalmente libre en mis actitudes. Es el primer paso hacía una gran realización, la Realización de sí.

La rampa de origen muscular indica que retengo algo que no quiero soltar. Es una gran tensión interior que se expresa por un bloqueo de energía al nivel muscular. El músculo representa la energía, la vida y la fuerza. Así, “bloqueo” la vida sin soltar estas viejas ideas que cambian y que se transforman en el cuerpo en evolución. Tengo aún viejos principios preconcebidos y los plasmo en mis acciones de cada día. Es importante comprobar cuál parte del cuerpo está afectada por las rampas. Aprendo ya ahora a soltarme a nivel del corazón, a abrirme más a las nuevas posibilidades susceptibles de hacerme progresar. No puedo cambiar el pasado pero soy consciente de las bellezas presentes. La meditación y una técnica de recuperación del equilibrio energético ayudan a dejar ir estas tensiones superfluas y a armonizar mejor mis cuerpos energéticos.