El ronquido es la respiración ruidosa por la garganta y nariz que ocurre durante el sueño.

El ser humano aprovecha el sueño para liberarse de lo que le sucedió en estado de vigilia. Esta es la razón por la que todos soñamos. La persona que ronca suele ser aquella que hubiera querido hacer más ruido durante el día pero se reprimió o no tuvo ocasión de hacerlo. A menudo es el tipo de persona que tiene la impresión de que no se hace oír lo suficiente, por lo que se recupera en la noche. Si la persona no se atreve a hablar en el día por miedo al rechazo, vive ese mismo rechazo ya que sus ronquidos alejan a los demás.

Lo importante es que averigües qué te molesta más al roncar. Si es el hecho de que aleja a los demás, el mensaje de tu ronquido intenta ayudarte a que tomes conciencia de que eres tú quien te rechazas. Los demás están ahí solo para mostrarte lo que te haces a ti mismo. Si es el hecho de que es muy ruidoso, reconócelo y date el derecho de querer atención y que te oigan. También date cuenta de que si crees que los demás no te oyen, es porque no te crees lo bastante importante para ser oído.

Por otro lado, es posible que si los demás no te oyen, simplemente sea un reflejo de tu propia incapacidad de escuchar. Tu cuerpo te dice: «Oye a los demás y los demás te oirán. Incluso les gustará escucharte.» El ruido que emito al respirar durante mi sueño y que procede de un obstáculo entre mis vías nasales y la laringe se llama ronquido.

Si ronco, debo preguntarme: ¿Me agarro yo a mis viejas ideas, actitudes, bienes materiales? ¿Me obstino a mantenerme en una situación o en alguna situación que no me es beneficiosa? ¿Estoy cansado? ¿Están repletos mis senos? ¿Cuál es la cosa que respiro difícilmente y que me sigue incluso durante la noche? ¿(ej.: olor de mi cónyuge, de un perfume, etc.)? O quizás quiero “coger” a mi cónyuge que duerme cerca de mí y quitar la distancia que nos separa tanto físicamente como emocionalmente). Busco pues acercarme de él. Debo aprender a soltar y dejar sitio a lo nuevo. Actúo de modo que mis comunicaciones sean claras y libres de cualquier malentendido o cualquier ambigüedad.