Síntomas psicóticos congruentes con el estado de ánimo. Ideas delirantes o alucinaciones cuyo contenido es plenamente coherente con los temas típicos de un estado de ánimo deprimido o maníaco. Si el ánimo es depresivo, el contenido de las ideas delirantes o las alucinaciones consistirá en temas de inadecuación personal, culpa, enfermedad, muerte, nihilismo o castigo merecido. El contenido del delirio puede incluir temas de persecución si parten de conceptos autodespectivos como un castigo merecido. Si el ánimo es maníaco, el contenido de los delirios o alucinaciones incluirá temas sobre valor, poder, conocimientos o identidad exagerados o sobre una relación especial con una deidad o persona famosa. El contenido del delirio puede incluir temas de persecución si se basan en conceptos como un valor exagerado o un castigo merecido.

Síntomas psicótícos no congruentes con el estado de ánimo. Ideas delirantes o alucinaciones cuyo contenido no es coherente con los temas típicos de un ánimo depresivo o maníaco. En el caso de la depresión los delirios o las alucinaciones no implicarán temas de inadecuación personal, culpa, enfermedad, muerte, nihilismo o castigo merecido. En el caso de la manía, los delirios o las alucinaciones no entrañarán temas de valor, poder, conocimientos o identidad exagerados o de relaciones especiales con una deidad o un personaje famoso. Son ejemplos de síntomas psicótícos no congruentes con el estado de ánimo los delirios de persecución (sin contenido autodespectivo o de grandeza), la inserción del pensamiento, la difusión del pensamiento y las ideas delirantes de ser controlado, cuyo contenido no guarda relación aparente con ninguno de los temas anteriormente enumerados.

La psicosis es un término genérico utilizado en psiquiatría y psicología para referirse a un estado mental descrito como una escisión o pérdida de contacto con la realidad. A las personas que lo padecen se las denomina psicóticas. En la actualidad, el término «psicótico» es a menudo usado incorrectamente como sinónimo de psicópata. Las personas que experimentan psicosis pueden presentar alucinaciones o delirios y pueden exhibir cambios en su personalidad y pensamiento desorganizado.1 Estos síntomas pueden ser acompañados por un comportamiento inusual o extraño, así como por dificultad para interactuar socialmente e incapacidad para llevar a cabo actividades de la vida diaria.

Una amplia variedad de elementos del sistema nervioso, tanto orgánicos como funcionales, pueden causar una reacción psicótica. Esto ha llevado a la creencia que la psicosis es como la «fiebre» de las enfermedades mentales, un indicador serio pero no específico.2 3 Sin embargo, muchas personas tienen experiencias inusuales y de distorsión de la realidad en algún momento de sus vidas, sin volverse discapacitadas o ni siquiera angustiadas por estas experiencias.

Como resultado, cierta corriente de investigadores argumentan que la psicosis no está fundamentalmente separada de una conciencia normal, sino más bien es un continuum con conciencia normal.

Desde esta perspectiva, las personas que son diagnosticadas clínicamente como psicóticas pueden estar teniendo simplemente experiencias particularmente intensas o angustiantes

Definición
Se ha definido la psicosis como «un desorden mental grave, con o sin un daño orgánico, caracterizado por un trastorno de la personalidad, la pérdida del contacto con la realidad y causando el empeoramiento del funcionamiento social normal».

Una correcta apreciación del término implica circunscribir la psicosis como una situación de enfermedad mental que presenta un desvío en el juicio de realidad. Este desvío es propio de la psicosis, a diferencia de la insuficiencia de juicio propia de la oligofrenia, del debilitamiento propio de las demencias, y de la suspensión del juicio propio de los estados confusionales (o delírium).

Los sujetos psicóticos suelen experimentar (o no) alucinaciones, pensamientos delirantes (siempre si están en período de estado), y trastornos formales del pensamiento (cambios de las relaciones semánticas y sintácticas).1

Psicosis para el psicoanálisis
Esta corriente que también estudia los estados mentales, tal vez usando una mejor denominación como ser estructuras psíquicas o subjetivas en lugar de locura (la locura es una definición social de aquello que se aleja de la normalidad y no una clasificación nosológica, como así también la normalidad, ya que si repasamos la historia se verán distintas definiciones de normalidad en el mundo y una misma comunidad).

Actualmente se utiliza el término psicosis, si bien es muy polémico su uso debido a diversos sostenes teóricos puestos en duda. Lo fundamental de estas estructuras no son las alucinaciones, pensamientos confusionales, sensaciones de persecución por otras personas reales como fantaseados, etc., (la sintomatología) sino una imposibilidad estructural del sujeto.

Es decir, que los síntomas pueden estar presentes o no, y solamente se desarrollarán en aquellas personas que estructuralmente están predispuestas a ello, aunque pueden no hacerlo y vivir una vida sin presentar síntomas (si bien una lesión presentaría síntomas similares estos están dados por un factor accidental y no constitutivo de la persona). Las psicosis, para esta corriente, son una estructura entre otras (neurosis, perversión, etc.) que se puede desencadenar o no (aparición de síntomas). Las personas que sufren psíquicamente tienen dificultades para conectarse con la realidad «normal».

Etiología[editar]
Se desconoce la causa de la psicosis, aunque existen varias teorías y suelen considerarse un síndrome más que una entidad nosológica diferenciada. Se ha planteado que los fenómenos psicóticos más característicos, como las alucinaciones y los delirios, son más frecuentes en la población general que lo que se pensaba, y que, en realidad, podrían ser parte de un continuo sintomático (este último concepto no es aceptado mayoritariamente).

Hacia fines de siglo XX, con el auge del avance en genética se ha pretendido buscar una etiología biologista a las psicosis. En efecto, las investigaciones han encontrado una mayor actividad de la dopamina y de la serotonina, siendo que la mayoría de los antipsicóticos disponibles tienden a inhibir la actividad de dichos neurotransmisores.

El psicoanálisis, en cambio, considera que las psicosis se deben a factores exógenos al afectado, factores estructurales.1 Lacan explica la génesis de la psicosis (tras estudiar muchos casos) en un proceso llamado forclusión.

La terapia cognitiva, por su parte, concibe a los trastornos psicóticos desde un modelo bio- psico- social de vulnerabilidad- estrés- habilidades de afrontamiento. Se plantea que las tres variables funcionan como factores interactivos, que inciden en el origen, la gravedad y el curso.

¿Cuál de las teorías sería la correcta? Estadísticamente parecen existir psicosis «congénitas», pero a día de hoy dista de estar verificado; en cambio situaciones de distrés (estrés negativo), irritación y mortificación, decepciones sentimentales, pueden ocasionar psicosis.

Clasificación
Existen históricamente muchas clasificaciones, algunas de las cuales se establecían en función de ser cuadros delirante-alucinatorios (por ejemplo, las esquizofrenias) o no alucinatorios (por ejemplo la paranoia), en psicosis delirantes verosímiles o inverosímiles, bien o mal sistematizadas, en relación a su irrupción como proceso o desarrollo, etc.

En la actualidad, mundialmente se acepta como sistema de clasificación nosológica al DSM-IV, y como descripción clínico-psiquiátrica sigue teniendo peso la escuela alemana de Bleuler, Kraepelin y Kleist, y en cuanto a la descripción de delirios, la reseñada por la escuela francesa (con Gaetán de Clerembault como mayor exponente).

Por lo general el sujeto carece de introspección acerca de la naturaleza extraña o extravagante que puede adoptar su conducta o sus pensamientos, los que terminan por provocar una grave disfunción social.

Tipos de Psicosis
El DSM (Manual estadístico y diagnóstico de los trastornos mentales, de la Asociación Psiquiátrica Estadounidense) reconoce varios tipos de psicosis:

Esquizofrenia
Tipo paranoide de esquizofrenia.
Tipo desorganizado de esquizofrenia.
Tipo catatónico de esquizofrenia.
Tipo indiferenciado de esquizofrenia.
Tipo residual de esquizofrenia.
Trastorno esquizofreniforme
Trastorno esquizoafectivo
Trastorno delirante
Trastorno psicótico breve
Trastorno psicótico compartido.
Trastorno psicótico debido a enfermedad médica asociada.
Trastorno psicótico inducido por sustancias.
Trastorno psicótico no especificado.

Cuadro clínico
Los síntomas que orientan hacia la presencia de un trastorno de tipo psicótico:

Cambios bruscos y profundos de la conducta.
Replegarse sobre sí mismo, sin hablar con nadie.
Creer sin motivos que la gente le observa, habla de él o trama algo contra él.
Hablar a solas (soliloquio) creyendo tener un interlocutor, oír voces, tener visiones (alucinaciones visuales, auditivas) sin que existan estímulos.
Tener períodos de confusión mental o pérdida de la memoria.
Experimentar sentimientos de culpabilidad, fracaso, depresión.
Dificultad para expresar emociones y sentimientos o incluso falta de los mismos.

Referencias
Tsuang, Ming T.; William S. Stone, Stephen V. Faraone (julio de 2000). «Toward Reformulating the Diagnosis of Schizophrenia». American Journal of Psychiatry 157 (7): 1041-1050. doi:10.1176/appi.ajp.157.7.1041. PMID 10873908.
DeLage, J. (febrero de 1955). «Moderate psychosis caused by mumps in a child of nine years.». Laval Médical 20 Johns, Louise C.; Jim van Os (2001). «The continuity of psychotic experiences in the general population.». Clinical Psychology Review