Breve estado emocional, resultado de un evento inesperado. Es una de las seis emociones básicas identificadas por Paul Ekman y Wallace V. Friesen en su libro de 1975 Unmasking the Face (Desenmascarando el rostro). Puede tener cualquier valencia, es decir, que puede ser neutral, agradable, o desagradable.

En consecuencia, algunos especialistas no categorizan la sorpresa en sí misma como una emoción.

Se expresa en el rostro por las siguientes características:
⃞ Cejas que se elevan a fin de que se conviertan en curvas y altas.
⃞ Se estira la piel debajo de las cejas.
⃞ Se abren los párpados, se levanta el superior y se baja el inferior, exponiendo a menudo la esclerótica sobre y debajo del iris.
⃞ Caer la mandíbula mostrando labios y dientes, sin tensión en torno a la boca.

Espontánea o involuntaria, la sorpresa es con frecuencia expresada por sólo una fracción de segundo. Puede ser seguida inmediatamente por la emoción de miedo o alegría. Por ejemplo, la frase: «Eileen dice que puedes bailar», seguida de la respuesta: «Sorpresa», apela a la espontaneidad de gestos que este estado de ánimo genera en las personas al presentarse ante una situación hilarante.

La intensidad de la sorpresa está relacionada con cuánto cae la mandíbula, sin embargo, algunas personas no abren la boca durante esta emoción. La elevación de las cejas, al menos momentáneamente, es el más distintivo y previsible signo de la sorpresa.

Este verbo, por su parte, hace mención a generar asombro, causar impacto o provocar desconcierto por mostrar o desvelar algo que estaba oculto, resulta extraño o era inesperado, como en este video:

Sorpresa también es aquello que hace que una persona se sorprenda. Por ejemplo: “Mi mamá me prometió un regalo sorpresa para mi cumpleaños”, “Fue una sorpresa haber encontrado a Matilde en el centro comercial”, “Las declaraciones del entrenador del seleccionado generaron sorpresa entre los periodistas”.

Las sorpresas pueden ser agradables, negativas o no tener valoración, de acuerdo al contexto. Tomemos el caso de una mujer que, al llegar a su casa, encuentra sobre la cama un ramo de flores y pasajes para viajar al Caribe junto a una nota de su marido, quien la saluda por un aniversario de casados. En este caso, la sorpresa genera satisfacción a la persona sorprendida.

En cambio, si un hombre sale de la oficina y descubre que le han robado su automóvil, experimentará una sorpresa negativa: el impacto de la noticia sólo provocará sentimientos desagradables.
También puede haber sorpresas que resulten neutrales en el ánimo. Si una persona ingresa a un negocio y se entera que el empleado que la atiende habitualmente ha renunciado ya que se mudó de ciudad, puede sorprenderse sin realizar ninguna valoración en particular de la novedad.

Más allá de la emoción o el sentimiento, se puede llamar sorpresa a un objeto material: “¿Ya viste la sorpresa que te dejé sobre la mesa?”.

En Internet, y especialmente en los chats, se suele representar esta emoción con el emoticón :O.

Compilado por Fabián Sorrentino de estas Fuentes: Definición de sorpresa-de y Wikipedia