Se busca que el sujeto exteriorice lo interno. Los elementos buscados son: expresar lo no expresado, terminar o complementar la expresión, buscar la dirección y hacer la expresión directa.

– Expresar lo no expresado:
Maximizando la expresión, dando un contexto no estructurado al sujeto, para que se enfrente a sí mismo y asuma la responsabilidad. Permite trabajar con inducciones imaginarias de situaciones desconocidas, para que afloren los temores y situaciones inacabadas.

– Terminar o completar la expresión:
Busca detectar situaciones inconclusas. Una de las técnicas más usada es la de la “silla vacía”, consiste en un juego de roles, donde el sujeto trabaja imaginariamente sus problemas con otros. También se pueden usar las inducciones imaginarias para reconstruir situaciones, y revivirlas de manera sana, experimentando todo lo que se evitó la primera vez.

– Repetición– se trata que el sujeto se percate de alguna acción o frase que pudiera resultar importante. Ejemplo: repite esa frase nuevamente, haz de nuevo ese gesto, etc.

-Exageración y desarrollo- es más que la repetición, hacer que el sujeto ponga énfasis en lo que hace, cargándolo emocionalmente.

– Traducir- es llevar al plano verbal, alguna conducta no verbal, o sea expresar con palabras lo que se hace.

– Actuación e identificación- es lo opuesto a traducir, el sujeto debe actuar sus sentimientos y emociones, llevarlas a la práctica para identificarse con ellas, e integrarlas a su personalidad