La vaginitis es una infección de la vagina (similar a la cándida o a hongos) con, además, olores nauseabundos. En la mayoría de casos, demuestra que alimento frustración hacía mi pareja sexual o también que vivo culpabilidad.

Si uso el sexo para ejercer un poder o un control sobre mi cónyuge, es posible que conozca regularmente problemas de vaginitis. Ésta puede ser la excusa ideal para no hacer el amor y así, castigar a mi cónyuge privándole de sexo.

La intimidad que engendra una relación sexual puede desencadenar varios sentimientos vinculados a la memoria o al miedo: miedo de sentirme incomprendida o herida otra vez. Además, la emisión de olores desagradables permite liberar emociones negativas, penas y angustias acumuladas, las cuales están profundamente hundidas en el mismo tejido vaginal.

La vagina es el lugar de donde emergen todos mis sentimientos referente a la sexualidad: si éstos son positivos, viviré placer sexual. Al contrario, una infección aparece si vivo culpabilidad, miedos, vergüenza, conflictos, confusión, así como mis recuerdos de experiencias abusivas o si quiero auto – castigarme.

Me quedo abierta para vivir una sexualidad armoniosa. Esto forma parte de la vida y de la felicidad a la cual tengo derecho.

La vagina es un conducto que va del cuello del útero a la vulva. Es el órgano femenino de la cópula y permite el paso del feto y la placenta en el momento del parto. Los problemas más comunes son: VAGINITIS, HERPES, TUMOR y CÁNCER.

La mayoría de los problemas en la vagina se relacionan con la vida sexual de la mujer porque le impiden principalmente tener relaciones sexuales. Le indican que desea tener una vida sexual más satisfactoria, pero que se necesita revisar su percepción de la sexualidad. Se siente utilizada, sexualmente manipulada y no valorada. El enojo que esta mujer siente es consecuencia de no darse el derecho de no desear las relaciones sexuales.

Tu cuerpo te dice que lo que aprendiste o decidiste con respecto a la sexualidad no te beneficia; quizá lo haya hecho en un momento determinado, pero ya no. Es posible que, por ser una mujer dominante, se aprovechen de ti cuando no eres tú quien decide en el momento de las relaciones sexuales.

En lugar de creer que abusan de ti y de tu cuerpo, este último preferiría que te sintieras deseada. Si te sientes manipulada, reconoce que también tú manipulas en otras áreas y que tus intenciones, como las de tu pareja, no son malas.

Si tu vida sexual es insatisfactoria a causa de un abuso sexual en tu niñez, tu cuerpo te dice que no te hace bien bloquearte, porque de ese modo sigues viviendo los miedos del pasado.

El proceso del perdón es el medio más rápido y eficaz para liberarse de los acontecimientos vividos (véase las etapas del perdón). Para los demás problemas de la vagina, véase la descripción de la enfermedad en cuestión. La vagina es esta membrana muscular que está situada entre la vulva y el útero en la mujer.

Las enfermedades que están vinculadas con la vagina frecuentemente tendrán su origen en mi frustración por no poder realizar el acto de unión carnal, bien porque no me lo permito moralmente o porque no tengo este hombre con quien podría vivir nuevas experiencias. Acepto abrirme al amor bajo todas sus formas para desarrollarme plenamente.