La palabra «verbo» viene del latín verbum (palabra), pero en gramática no es una palabra cualquiera, sino una que indica acción, como en: correr, caminar, saltar, etc. En catolicismo, verbo se relaciona con Jesucristo, en sentido de «la palabra de Dios hecha carne».

De verbum nos llega también verbal, verboso, verbalismo, verbigeración, proverbio, adverbio, postverba, etc.

La palabra latina verbum viene de una raíz indoeuropea *wer-6 que dio vrata- (orden) en sánscrito, ρήτωρ (rhetor = «orador», ver retórica) en griego y weriga- (llamar, convocar) en hitita.

Acciones o estados que sirven a los efectos narrativos (“Juan paseaba por el campo”), para contar estados anímicos (“Me siento angustiada”) o expresar conductas (“¡Camina!”).

Según Andrés Bello la palabra verbo designa el atributo de la proposición, convirtiéndose en la palabra principal del predicado de la oración, indicando conjuntamente la persona y el número del sujeto, y además, el tiempo y el modo del atributo. Secco nos dice que la función característica del verbo es la de ser núcleo del predicado.

El verbo varía cambiando su terminación con el fin de indicar el número, el tiempo, el aspecto y el modo. Poseen dos partes: la raíz o radical, y la desinencia. Por ejemplo, del verbo pasear: “pase” (raíz) “ar” (desinencia). La raíz en general no varía en la conjugación, pero sí la desinencia, de acuerdo a la persona que realiza la acción (yo, tú, él, nosotros, vosotros o ellos). Por ejemplo: “Yo bailo”, “nosotros bailamos”. La raíz “bail” se mantuvo invariable. También varía la desinencia de acuerdo al tiempo en que se realiza la acción. Por ejemplo: “Yo bailo” (presente) “yo bailé o bailaba” (pasado) “yo bailaré” (futuro). El lexema verbal es lo que nos queda, luego de separar del verbo sus terminaciones de infinitivo. Por ejemplo: Cant (lexema) separamos: “ar”. Los verbos infinitivos según su terminación se clasifican en: de primera conjugación, terminados en “ar”, como amar o cantar, de segunda conjugación, terminados en “er”, como correr o mover, y de tercera conjugación, terminados en “ir” como morir o partir.

En las situaciones de habla, el verbo se presenta en 59 formas simples y 56 compuestas. Las formas verbales simples cuentan con una sola palabra, las compuestas además del participio del verbo que corresponda, llevan la forma verbal del verbo auxiliar haber.

Son verbos regulares los que se acomodan al modelo de conjugación, conservando en todas sus formas, la raíz intacta. En los verbos irregulares cambia en ciertos tiempos o personas, la raíz, y también varían ciertas desinencias respecto del modelo de su conjugación. También pueden variar raíz y desinencias.

Fuentes:

Etimologías de Chile. Ver en sitio Original.

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