Infección viral de la piel que causa un exceso en la producción de células, creando una masa dura e indolora (tumor benigno). Esta masa es el cúmulo de barreras que erijo en mi camino. Barreras de penas, rencores, vinculados a ciertas facetas mías que me parecen feos y detestables, provocando un sentimiento de culpabilidad. Si por ejemplo, tengo verrugas en el dorso de mis manos, me juzgo muy severamente con relación a mi letra y a la de los demás.

La aparición de verrugas colma un vacío afectivo. Considero que no merezco nada mejor que esta cosa fea. Si pienso que soy feo, mi cuerpo se volverá feo, simplemente es el reflejo de mis actitudes interiores. Si tengo vergüenza de lo que hago, o bien si deseo algo pero creo que no me lo merezco, es posible que aparezcan verrugas.

Es importante ir a ver en cuál parte del cuerpo ha nacido la verruga, para conocer el aspecto de mi cuerpo o de mi vida que está afectado. Aceptando lo que soy, un ser digno de amor, ya no necesitaré verrugas para recordármelo, y desaparecerán.