Pintor holandés

Nacimiento
Nació el 30 de marzo de 1853 en Groot-Zunder, hijo de un pastor protestante holandés.

Con veintisiete años ya había trabajado en una galería de arte, dado clases de francés y estudiante de teología y evangelizador entre los mineros de Wasmes, en Bélgica.

Sus experiencias como predicador se pueden observar en sus primeras composiciones sobre campesinos, de las cuales la más conocida es la tosca y directa Los comedores de papas (1885, Museo Vincent Van Gogh, Amsterdam, Holanda), uno de los diez únicos grabados que el pintor hizo a lo largo de su carrera.

Oscuras y sombrías, a veces descarnadas, sus primeras composiciones ponen en evidencia el intenso deseo de expresar la miseria y los sufrimientos de la humanidad tal y como él los vivió entre los mineros de Bélgica.

En 1886 viaja a París para vivir con su hermano Théo Van Gogh, que era marchante de arte, y allí se familiarizó con los nuevos movimientos artísticos que estaban en pleno desarrollo. Recibió gran influencia de la obra de los impresionistas y por la de los grabadores japoneses como Ando Hiroshige y Hokusai, comenzó a experimentar con las técnicas de la época. Más adelante adoptó los brillantes matices pictóricos de artistas franceses como Camille Pissarro y Georges Seurat.

En 1888 abandono la capital francesa para trasladarse al sur de Francia con la esperanza de atraer allí a algunos de sus amigos y fundar con ellos un Taller del Mediodía. Bajo el sol ardiente de la Provenza, pintó escenas rurales, cipreses, campesinos y otras características de la vida de la región. Durante ese periodo en el que vivió en Arles, empezó a utilizar las pinceladas ondulantes y los amarillos, verdes y azules intensos relacionados con obras tan conocidas como Dormitorio en Arles (1888, Museo Vincent van Gogh) y Noche estrellada (1889, Museo de Arte Moderno, Nueva York, Estados Unidos). Son también de esta época Descargadores en Arles (1888) y Les Vessenots en Auvers (1890), ambas en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid (España). Para él todos los fenómenos visibles, los pintara o los dibujara, parecían estar dotados de una vitalidad física y espiritual. Logró contagiar su entusiasmo al pintor Paul Gauguin, al que había conocido en París, para que fuera a verle a Arles. Tan sólo les duró dos meses la paz y la armonía ya que después empezaron a tener violentos enfrentamientos que culminaron en una pelea en la que Van Gogh, fuera de sí, amenazó a Gauguin con una navaja; esa misma noche, sumido en un profundo remordimiento, Van Gogh se cortó parte de la oreja.

Pasó algún tiempo internado en un hospital de Arles y un año en el manicomio de Saint-Rémy, situado en esa misma región. Durante ese periodo siguió trabajando entre los varios ataques de locura que sufrió. Más tarde pasó tres meses en Auvers atendido por un médico cordial cuyo retrato pintó (El doctor Paul Gachet, 1890, Museo de Orsay, París). Vincent van Gogh padeció de muchos problemas físicos debido, en parte, a la pobreza y a la desnutrición. Fue adicto a la caña de ajenjo, peligrosa bebida narcótica popular a finales del siglo XIX. Parece ser que padeció sífilis, tinnitus, envenenamiento por plomo, síndrome de Meniere y de epilepsia. Sus dos hermanos murieron jóvenes y su hermana, Wilhelmina, pasó la mayor parte de su vida en un asilo mental.

Inmediatamente después de acabar su inquietante Cuervos sobre el trigal (1890, Museo Vincent van Gogh), se disparó un tiro en el estómago el 27 de julio de 1890. A pesar de su herida se arrastró de vuelta a la casa en Auvers-sur-Oise, donde murió dos días después en brazos de su hermano Theo.

«Yo arriesgué mi vida por mi trabajo, y mi razón siempre fue menoscabada»: estas son las palabras de Vincent en su última carta encontrada en su bolsillo en Julio 29, 1890. Realizó cerca de 750 cuadros y 1600 dibujos.

En 1973 fue inaugurado en Amsterdam el Museo Vincent van Gogh.

Religión
A fines de marzo de 1876 regresó a Inglaterra, donde permaneció dos años. Por aquel tiempo Van Gogh aumentó su fanatismo religioso. Le entusiasmaba la lectura de la Biblia, y La imitación de Cristo de Tomás de Kempis. Después de estar un tiempo como maestro auxiliar en Ramsgate, empezó a trabajar en Isleworth como ayudante del predicador metodista Jones, donde llegó a subir al púlpito de la iglesia y leer un sermón que se había preparado escrupulosamente. Sobre este primer sermón existe una copia que envió a su hermano Theo con frases como:

Cuando me encontraba en el púlpito, me sentía como quien desde una oscura cueva subterránea vuelve a salir a la plena luz, y es maravilloso pensar que, desde ahora, predicaré el Evangelio por todo el mundo.
Pasó unos seis meses en Dordrecht como empleado de una librería, y en mayo de 1877 se trasladó a Ámsterdam donde quiso hacerse teólogo. Tuvo que desistir y también abandonar sus deseos de entrar en una escuela metodista. Fue rechazado por no saber ni latín ni griego y su dificultad para hablar en público, aunque realmente el motivo era su falta de subordinación. Cada vez le era más difícil adaptarse a un cierto orden y someterse a alguien que le dirigiese.

En 1879, compadecidos por su profundo fervor, fue enviado como misionero a la región de Mons a las minas de Borinage, en Bélgica, donde en condiciones extremadamente duras realizó durante 22 meses un trabajo evangelizador entre los mineros de la zona. Pero con su fanatismo lo que conseguía era que le llegaran a temer. Dormía en una pequeña barraca y su estado se degradaba cada día más. Además repartía entre los pobres lo poco que tenía. Decía que estaba obligado a creer en Dios para poder soportar tantas desgracias. Sus superiores decidieron entonces enviarle a Cuesmes, permaneciendo un año completo en una absoluta pobreza y en contacto con los mineros, por los que sentía una gran simpatía:15 «Los carboneros y los tejedores siguen constituyendo una raza aparte de los demás trabajadores y artesanos y siento por ellos una gran simpatía y me sentiría feliz si un día pudiera dibujarlos, de modo que estos tipos todavía inéditos o casi inéditos fuesen sacados a luz.(…)». Después se le suprimió el pequeño sueldo que recibía. Ante todo esto, siguió los consejos de su hermano Theo, del que ya estaba recibiendo ayuda económica, y decidió dar un cambio a su vida y dedicarse a la pintura.

Estancia de Gauguin en Arlés
Van Gogh pasó todo el verano pintando paisajes al aire libre. Para realizar la composición colocaba en el fondo del cuadro toda la parte arquitectónica, con torres de iglesia, chimeneas, casas, pueblos, en una fina franja a la altura del horizonte, mientras que el primer plano lo reservaba para los campos y la vegetación. Esto lo hizo con el cuadro Vista de Arlés con lirios en primer plano, Los segadores con Arlés al fondo, La cosecha, Campos labrados, La viña verde y una de sus obras paisajistas más conocidas El sembrador, realizada en el mes de junio, cuando la cosecha estaba casi a punto, como se puede apreciar en el campo de trigo maduro que hay detrás del sembrador. Con los colores azul y púrpura, y los amarillos relucientes del sol y el cielo consiguió un contraste cromático.

Van Gogh tenía la intención de crear un taller de artistas, y para esto alquiló en mayo la «casa amarilla» (llamada así por tener paredes de ese color) en Place Lamartine situada al norte de la ciudad de Arlés. Theo le envió trescientos francos para poder acondicionar y amueblar modestamente la casa. El único que atendió a su petición del taller fue Paul Gauguin, con el que mantuvo diversas cartas sobre el tema del Atelier du Midi que juntos habrían de fundar y que pedirían la participación de Seurat, Signac y Bernard.

También Theo insistió a Gauguin para que hiciera el viaje a Arlés. Gauguin vivía en aquel tiempo en Pont-Aven en Bretaña. Estaba lleno de deudas, se sentía incomprendido y soñaba con la fundación de un círculo de pintores, pero seguramente no había pensado en Van Gogh como componente del mismo. Su meta era la Martinica, pero la cuestión económica era un impedimento. Theo van Gogh era el galerista y el marchante de Gauguin y éste pensaba que detrás del carácter extraño de Vincent y las intenciones de Theo se ocultaba alguna estratagema comercial, por lo que no se decidía a viajar hacia Arlés. Así se lo hizo saber en una carta dirigida a Émile Bernard, en octubre de 1888:

Por más que me aprecie, no creo que Theo se preste a mantenerme en el Midi solamente por mi cara bonita. Con su carácter frío holandés ha estudiado el terreno y proyecta alguna cosa…

Retrasó el viaje, disculpándose por carta, hasta que Theo acabó pagando todas las deudas que tenía Gauguin, entonces viajó a Arlés el 23 de octubre. Mientras, Vincent había realizado diversas series de pinturas para decorar la casa, especialmente la habitación destinada a Gauguin,

La ideología del simbolismo surgió a finales del siglo XIX. Según escribió en el año 1886 Edouard Dujardin, uno de los grandes teóricos de esta técnica:

El objetivo de la pintura y la literatura es reproducir el sentimiento provocado por las cosas con los medios propios de las citadas artes. Lo que se debería expresar no es la imagen sino su carácter.
En la pintura Jarro con doce girasoles, pintado en agosto de 1888, Van Gogh buscaba el espíritu del simbolismo. La meticulosidad de las flores contrasta con la caótica situación de las hojas así como la pastosa aplicación del color que, delante del fondo azul claro, consigue que el cuadro tenga un significado que va más allá que la simple reproducción de las flores. Expone la imaginación del artista y su gran fuerza expresiva y esta fuerza exigía un gran delirio de sentimientos.

Durante este mes de agosto realizó cuatro pinturas sobre girasoles: primero con tres flores, después con cinco, hasta llegar a la de los doce girasoles sobre un fondo azul, y otro con quince girasoles sobre fondo amarillo.

Antes de la llegada a Arlés de Gauguin, le envió un autorretrato, con el título de Autorretrato como un bonzo, cuadro en el que es evidente su identificación con el japonismo, ya que se retrató con la cabeza rapada al estilo bonzo.

Gauguin fue el que impulsó a Van Gogh para que pintase lugares históricos de Arlés y así trabajaron juntos y pintaron la serie de vistas de Alyscamps. Escogieron diferentes motivos, Gauguin pintó un paisaje con un encanto pintoresco y más bien refinado, mientras que Van Gogh escogió un paseo enmarcado por altos álamos que tenían un color amarillo puro que contrastaba con el verde-azul del cielo. En cambio el color empleado por Gauguin era mucho más tímido. Se pintaron mutuamente, Gauguin pintó de perfil a Van Gogh y éste pintó a Gauguin de espaldas.

Corte del lóbulo de la oreja
Con el paso de las semanas, la convivencia de los dos artistas fue empeorando, debido a sus diferencias personales, acentuadas por el carácter muy temperamental de ambos. Pasados menos de dos meses, en la tarde del 23 de diciembre de 1888, Van Gogh y Gauguin tuvieron un altercado que dio origen a una de las explicaciones que se han dado acerca de la pérdida de la oreja izquierda del primero, o de parte de ella. Gauguin en sus memorias señala que Van Gogh le amenazó y persiguió con una navaja y que por la noche el holandés se automutiló el lóbulo de la oreja izquierda (no la oreja completa). A continuación, Van Gogh habría envuelto el lóbulo en un paño y se habría dirigido a un burdel de Arlés, donde presentó este «regalo» a una prostituta llamada Rachel. Posteriormente regresó a la «casa amarilla». A la mañana siguiente la policía lo encontró inconsciente, y fue trasladado al hospital Hôtel-Dieu de Arlés. Se avisó a Theo, y Vincent quedó ingresado durante catorce días. Gauguin dejó Arlés con rumbo a París y no volvió a tener contacto con Vincent, exceptuando algunas cartas posteriores.

Autorretrato con oreja vendada (1889).
Gauguin declaró a la policía que la pérdida del lóbulo se habría debido a una autolesión. Se ha expuesto la teoría de que el corte en la oreja fue una automutilación del artista como resultado del disgusto que le provocó la noticia de que su hermano Theo se iba a casar.

Nunca hubo unanimidad entre los estudiosos de los hechos, debido a las pocas fuentes existentes y a que la versión generalmente admitida se basa en las memorias de Gauguin, publicadas en 1903. En 2009 Hans Kaufmann y Rita Wildegans, en su ensayo Van Goghs Ohr, Paul Gauguin und der Pakt des Schweigens (La oreja de Van Gogh, Paul Gauguin y el pacto del silencio), revisaron el incidente estudiando el informe policial, las noticias publicadas en los periódicos de la época, la correspondencia de los dos pintores y los pocos testimonios existentes, muy posteriores a los hechos. Llegaron a la conclusión de que fue Gauguin quien hirió a Van Gogh con su sable en la disputa (era maestro de esgrima), y que una vez solo Van Gogh habría terminado de recortar la oreja. No se encontraron ninguna de las armas. Van Gogh no habría dicho nada para proteger a su amigo, y Gauguin habría regresado precipitadamente a París debido a su mala conciencia.

Al regresar a su casa Van Gogh pintó el Autorretrato con oreja vendada, del que existen dos versiones. Ambos cuadros muestran un vendaje en la parte derecha de la cabeza, y debieron ser pintados delante de un espejo, ya que la oreja herida fue la izquierda. En uno Van Gogh se representa fumando una pipa para transmitir una sensación de sosiego, en una composición en la que predomina tanto el equilibrio cromático como el equilibrio de los elementos iconográficos. Pasadas cuatro semanas volvió a ser ingresado ya que presentaba síntomas de manía persecutoria, se imaginaba que le querían envenenar. Durante unos diez días estuvo bajo tratamiento del Dr. Félix Rey. En marzo, atendiendo una petición de los vecinos de Arlés que avisaron a la policía, fue ingresado una vez más, permaneciendo seis semanas en el Hospital Hôtel-Dieu de Arlés. El 17 de abril, Theo contrajo matrimonio con Johanna Bonger en Ámsterdam. Poco después, Vincent decidió internarse voluntariamente en el hospital mental de Saint-Paul-de-Mausole, un ex-monasterio, en Saint-Rémy-de-Provence, a unos treinta y dos kilómetros de Arlés.

Sanatorio Saint-Rémy-de-Provence
Los últimos años de Van Gogh estuvieron marcados por sus permanentes problemas psiquiátricos, que lo llevaron a ser recluido en sanatorios mentales de forma voluntaria, entre los que se encontraba el manicomio de Saint-Rémy. En el sanatorio tenía dos habitaciones, una de ellas habilitada para hacerla servir de taller. Cuando no podía pasear, pintaba cuadros de interior, como Jarrón con lirios. Uno de sus primeros cuadros allí fue Iris, donde muestra una gran vitalidad rítmica y una gran conjunción de colores. En esta época su pintura se caracteriza por la presencia de remolinos, como se puede observar en una de sus pinturas más conocidas, La noche estrellada.

Cuando dejó de salir a dar paseos por los alrededores de la clínica, empezó obras donde los temas eran pinos, cipreses y olivos. Fue durante el mes de junio cuando desarrolló los efectos pictóricos de los árboles. De los olivos con sus troncos sinuosos, hizo varios cuadros: Alpilles con olivos en primer plano, Olivo y Recolección de la oliva. Los pinos los tenía como modelos en el mismo jardín del hospital. Uno de los primeros cuadros fue Maleza, donde sólo se aprecian en la parte inferior de los troncos con tonos constituidos por azules fríos. Más tarde pintó los pinos que se aprecian en los cuadros: El jardín del hospital de Saint Paul y Pinos en el cielo de la tarde. Pero fueron los cipreses, con su forma triangular, los que le sirvieron para crear una magnífica serie de paisajes. Incorporaba la mancha oscura del ciprés en muchas de sus grandes composiciones, como en La noche estrellada y, entre otras, en Campo de trigo con ciprés, Cipreses con dos mujeres y Ciprés en el cielo estelar.

Exposiciones en vida
La primera exposición fue en París en 1889, en el Salón de los Independientes, organizada más tarde (entre mayo y octubre) que en otros años, para que pudiera coincidir con la Exposición Universal de aquel mismo año. La elección de obras las hacían los mismos artistas pero los nuevos socios sólo podían presentar dos, y Van Gogh indicó a su hermano las dos pinturas que quería enviar: La noche estrellada (1888) e Iris (1889).

En enero de 1890 recibió la invitación para participar en una exposición en Bruselas con el grupo Les XX, a la que envió seis obras: dos de la serie de los girasoles y cuatro sobre paisajes. Dos las había pintado en Arlés, La viña roja y Vista de Arlés, y dos más en Sant Remy. Durante la inauguración, Henri de Groux criticó los cuadros de Van Gogh, pero salieron en su defensa Toulouse-Lautrec y Paul Signac. En esta misma exposición vendió la obra El viñedo rojo, adquirida por la pintora perteneciente al grupo Los XX, Anna Boch, hermana de su amigo Eugène Boch.

Finalmente fue en el Salón de los Independientes de París, en febrero de 1890, donde expuso la cuota completa de diez pinturas.

Volvió a tener nuevos colapsos, que le duraban más que en las veces anteriores; padecía angustia, terror y alucinaciones con accesos de ira muy intensos. Cuando volvió a escribir a Theo, le explicó que había decidido abandonar la clínica. Después de una breve estancia en París con su hermano, decidió establecerse en Auvers-sur-Oise.

Auvers-sur-Oise
Trasladado a Auvers-sur-Oise, localidad cercana a París, se instaló en una habitación de la pensión Ravoux. Allí conoció a un amigo de Theo, el Dr. Paul Gachet, pintor aficionado, que se ofreció a cuidarle y visitarle. Bajo la atención del Dr. Gachet la actividad artística de Van Gogh fue intensa, en dos meses pintó más de setenta cuadros. Frecuentaba la casa del doctor, y pintó el jardín, a su hija Margarita rodeada de flores y en el piano, y al mismo doctor. Van Gogh volvió a refugiarse en la pintura con gran entusiasmo, le gustaban los paisajes de Auvers, como antes habían maravillado a tantos otros pintores como Corot, Pissarro, Armand Guillaumin y Cézanne.

Escribió a su madre estas reflexiones:

Estoy plenamente absorbido por estas llanuras inmensas de campos de trigo sobre un fondo de colinas, vastos como el mar, de un amarillo muy tierno, un verde muy pálido, de un malva muy dulce, con una parte de tierra labrada, todo junto con plantaciones de patatas en flor; todo bajo un cielo azul con tonos blancos, rosas y violetas. Me siento muy tranquilo, casi demasiado calmado, me siento capaz de pintar todo esto.
En esta población es donde empezó a utilizar el formato horizontal de doble cuadrado, que precisamente en el valle de Oise había sido utilizado por el pintor Charles-François Daubigny de la escuela de Barbizon. Van Gogh había pintado algunas veces el jardín de la casa de Daubigny.

Su cuadro sobre La iglesia de Auvers-sur-Oise, está construido sobre líneas fuertes y definidas, que producen el efecto de una escultura recortada sobre el azul intenso del cielo, efecto que da una sensación de oscuridad. La profundidad la consigue con los dos caminos en forma de /v/ en un primer plano; estos caminos aparecen colocados de manera similar en una obra posterior, Campo de trigo con cuervos. Van Gogh señala en sus cartas la soledad y la melancolía que tienen estos últimos paisajes de trigales bajo cielos tempestuosos y amenazantes. Se ha dicho que los símbolos de los cuervos planeando sobre el trigo sugieren la premonición de la muerte. Las dos bandas de color, con el contraste del azul y el amarillo, anulan el espacio de la perspectiva. La composición de la perspectiva en el campo abierto tiene un sentido inverso, sale del horizonte en dirección hacia la parte delantera. El azul del cielo está en un solo plano y consigue crear una unidad, mientras que el amarillo del trigo está dividido en dos planos, el rojo de los caminos en tres y el verde complementario de las franjas del camino en cinco. Este cuadro está considerado como una de las mejores obras del artista.

En Sant Remy, volvió a tener la necesidad de copiar a pintores que admiraba, por lo que pidió a su hermano Theo que le enviase láminas de reproducciones, a partir de las que él interpretaba el color a su manera. De esta forma exploró temas religiosos como La Piedad (Delacroix), donde pintó a Cristo con el cabello y la barba de color rojo y La resurrección de Lázaro (Rembrandt). También volvió a copiar algunas de sus pinturas favoritas, las de Millet: la Campesina batiendo el lino y La Noche (a partir de La Veillée de Millet). Todas se conservan en el Museo Van Gogh de Ámsterdam.

Antonin Artaud, con un extenso poema en prosa, da la noción de la calidad de Van Gogh; basta leer algunos fragmentos de tal poema (Van Gogh, el suicidado por la sociedad)

Regreso al cuadro de los cuervos; ¿quién ha visto cómo, en ese cuadro, equivale la tierra al mar?  el mar es azul, pero no de un azul de agua, sino de pintura líquida Van Gogh ha retornado los colores a la Naturaleza, pero, a él, ¿quién se los devolverá? aquel que supo pintar tantos soles embriagados sobre tantas parvas sublevadas, el Café de Arlés, la recolección de las olivas, los Alyscamps; ‘El puente’, sobre un agua en donde se tiene el irrefrenable deseo de hundir el dedo en un movimiento de regresión violenta a la infancia.

su pintor favorito Millet.

Impresionismo
La siguiente etapa, en París (1886-1887), es la que le pone en contacto con los impresionistas que pretendían romper con el academicismo de la época, con el traslado a la pintura de las impresiones de sus sentidos mediante la observación de la naturaleza. En París, conoció pintores como Henri de Toulouse-Lautrec y Paul Signac, descubrió una nueva percepción de la luz y el color, aprendió la división de las gamas claras y los tonos y mostró una simplificación a la vez que una mayor intensidad en el tratamiento de los colores. En esta época empezó a copiar láminas japonesas, siendo uno de los pintores europeos a los que más influyó este tipo de pintura.

Posimpresionismo
Quizá Van Gogh representó mejor el posimpresionismo, estilo que sucedió aproximadamente en un periodo entre 1885 y 1915. Representó una vía divergente del impresionismo, donde los pintores hacen de la vida cotidiana su tema principal. Este término fue utilizado por primera vez en 1910 por Roger Eliot Fry; surge del título que dio a la exposición de la Grafton Gallery en Londres: «Manet y los postimpresionistas». Fue utilizado por artistas como Cézanne, Van Gogh y Seurat pero a veces también por otros artistas de la gran década impresionista (1870-1880) como Matisse y Pierre Bonnard.

Mujeres Bretonas (1888). Acuarela, Cívica de Arte Moderno, Milán-Italia

Muerte
Durante los últimos treinta meses de vida llegó a realizar 500 obras y en sus últimos 69 días firmó hasta 79 cuadros. El 22 de febrero de 1890, Van Gogh sufrió una nueva crisis que fue «el punto de partida de uno de los episodios más tristes en una vida ya plagada de tristes acontecimientos». Este período duró hasta finales de abril, tiempo durante el cual fue incapaz de decidirse a escribir, sin embargo siguió dibujando y pintando.78 Hughes escribe que entre mayo de 1889 y mayo 1890, «tuvo arrebatos de desesperación y alucinación que le impedían trabajar, y entre ellos, meses en los que pudo hacerlo y lo hizo marcado por el éxtasis extremo visionario». Sin embargo, su depresión empeoró y el 27 de julio de 1890, a la edad de treinta y siete años, mientras paseaba por el campo, se disparó en el pecho con un revólver. No se dio cuenta de que su herida era mortal y volvió a la pensión Ravoux, donde murió en su cama dos días después, en brazos de su hermano Theo. «Yo arriesgué mi vida por mi obra, y mi razón destruida a medias»; estas son las palabras de Vincent en la última carta encontrada en su lecho de muerte el 29 de julio de 1890. Vincent fue enterrado en el cementerio de Auvers-sur-Oise. Y Theo como consecuencia de los trastornos mentales que le generaba una insuficiencia renal, probablemente por piedras en el riñón, aunque según otros autores su enfermedad mental se la producía la sífilis, solo poco después de la muerte de Vincent ingresó en una clínica de Utrecht, donde falleció el 25 de enero de 1891, a los seis meses de la muerte de Vincent. En 1914 el cuerpo de Theo fue exhumado y enterrado junto al de su hermano.

Sin embargo, en 2011 surgió una teoría que postulaba que Van Gogh no se suicidó, sino que murió por un disparo accidental efectuado por dos muchachos que jugaban con una pistola. En una biografía sobre el artista, Van Gogh: la vida, Steven Naifeh y Gregory White Smith mantienen que el disparo provino de René y Gaston Secrétan, dos hermanos adolescentes que veraneaban en Auvers, y que eran conocidos del pintor, por lo que no habría querido incriminarlos y se habría autoinculpado. Según los autores, René era un chico problemático al que gustaba vestirse de «cowboy», y se entretenía disparando a animales con una vieja pistola del calibre 38. Así, el 27 de julio de 1890 Van Gogh habría salido como siempre a pintar, recibiendo de forma accidental el disparo del menor de los hermanos. Según Naifeh, historiador del arte titulado en Princeton, «revisamos los testimonios iniciales que dieron lugar a la versión del suicidio, y vimos que no eran nada sólidos». Este autor afirma que en la entrevista que René Secrétan dio en 1956, el año de estreno de la película que Vincente Minnelli realizó sobre el pintor holandés, su testimonio «está lleno de culpabilidad». Esta teoría no está confirmada con otras pruebas ni aceptada por la mayoría de la comunidad académica, y el Museo Van Gogh de Ámsterdam considera prematuro valorar las conclusiones a las que han llegado estos autores.

Expresionismo y fovismo
Su obra destaca por el uso del color y una técnica frenética que contiene algunos trazos del expresionismo. Van Gogh y Gauguin tenían técnicas diferentes; Gauguin acostumbraba a pintar normalmente en el taller de memoria y Van Gogh necesitaba siempre copiar in situ, fuesen paisajes o un modelo. Su temperamento exaltado quiso demostrarlo por la vía del color.

Los inicios del expresionismo aparecen durante las dos últimas décadas del siglo XIX, en la obra de Van Gogh, La italiana de finales de 1887, y en la de Edvard Munch (autor de El Grito) y, en otro nivel, en la del belga James Ensor (autor de La entrada de Cristo a Bruselas). Una tendencia a la que contribuiría Van Gogh, después de su llegada en 1888 a Arlés, donde el choque con la luz del sur, le empuja a la conquista del color, con obras como La noche estrellada y Los Olivos de Saint-Rémy (1889). Las pinturas del periodo de Sant Rémy de Provenza, se caracterizan en general por remolinos y espirales. Desde la dramatización de las escenas de sus primeros trabajos, a la simplificación que caracterizó sus últimas obras, en las que Van Gogh ya anuncia el comienzo del expresionismo. Se tuvo que esperar al agosto de 1911, cuando el crítico de arte Wilhelm Worringer fue el primero en hablar del expresionismo.

En Alemania y Austria, expresionistas como Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel, Paul Klee y Oskar Kokoschka aprenderán de la técnica de Van Gogh, del nerviosismo, la exageración de las líneas y colores, que hacen que surja mejor la expresión de los sentimientos y las emociones. El color y el empaste en la proyección de la pintura de Van Gogh, se formalizó quince años más tarde con el surgimiento del fovismo. Según Van Gogh: «En lugar de reproducir con exactitud lo que tengo delante de los ojos, prefiero servirme del color para expresarme con más fuerza».

Reconocimientos
Octavi Mirbeau, historiador de arte, uno de los primeros en admirar a Van Gogh, para rendirle homenaje en el Salón de los Independientes, en la exposición realizada en 1891, escribió:

Aquí me encuentro en presencia de alguien grande, gran maestro, una persona que me perturba, me emociona, llama mi atención, Van Gogh poseía, de una manera poco frecuente, algo que diferencia un hombre de otro: estilo, es decir, afirmación de la personalidad
Desde el siglo XXI, el análisis del mensaje que se desprende de sus pinturas es positivo y alegre. Durante su breve dedicación artística, Van Gogh consiguió el dominio técnico y una productividad que pocos artistas han conseguido. En sus obras consiguió fusionar las cualidades de sus predecesores neerlandeses, como la devoción a la naturaleza, con el uso del color y la técnica de la pintura francesa.

Su fama creció rápidamente después de su muerte, gracias a la promoción de la esposa de Theo que, aunque no tuvo una buena relación con Vincent, resultó ser la única heredera de toda su obra tras el fallecimiento de su esposo, ocurrido poco después del de el pintor. Ha de señalarse que a ella se debe una de las pocas ventas de Van Gogh en vida del artista. El mayor impulso de su obra vino especialmente después de una exposición de 71 de sus pinturas, en París el 17 de marzo de 1901 (11 años después de su muerte) a la que siguieron otras exposiciones, como la de 1905 en Ámsterdam, o la de Colonia en 1912, Nueva York en 1913 y Berlín de 1914. Todas ellas tuvieron un gran impacto sobre las generaciones artísticas posteriores.  A mediados del siglo XX Van Gogh fue reconocido como uno de los mayores pintores de la historia. En el año 2007, un grupo de historiadores holandeses realizó el The Canon of the Netherlands para su enseñanza en las escuelas e incluyó a Van Gogh como uno de los cincuenta temas del canon, junto con otros iconos nacionales como Rembrandt y De Stijl.

Se limitaron a solo tres las obras vendidas en vida del pintor: La viña roja comprada por Anna Boch por la suma de 400 francos; Puente de Clichy, adquirido por 250 francos según el libro de ventas de la Casa Boussod y Valadon y, finalmente, un Autorretrato a los marchantes Sulley y Lori de Londres. Las tres obras curiosamente fueron compradas el mismo año de 1888.

Varias de las pinturas de Van Gogh están entre las pinturas por las que se ha pagado más en todo el mundo. El 30 de marzo de 1987 la pintura Lirios de Van Gogh fue vendida por un valor récord de 53,9 millones de dólares en Sotheby’s de Nueva York. Pero su comprador, el magnate Alan Bond, no pudo terminar de pagarla y tuvo que revenderla (por una suma no revelada) al Getty Center de Los Ángeles. El 15 de mayo de 1990 su Retrato del Doctor Gachet fue vendido por 82,5 millones de dólares en Christie’s, estableciendo así un nuevo precio récord.

Procedimientos de trabajo
La técnica que empleaba era diferente según el efecto que quería conseguir, cubría los planos con colores claros, mientras que en otros cuadros ponía pinceladas amplias y a veces perfilaba todo el dibujo con trazos gruesos. En otras ocasiones, trabajaba con un pincel duro rayando todas las formas, según le interesara, acentuaba las líneas o el color, el trazo con movimiento rítmico lo repetía tanto en los dibujos como en las pinturas.

Se cree que Van Gogh hizo un reaprovechamiento de lienzos ya usados en más de un tercio de su producción durante sus primeros trabajos. En 2008, un equipo de la Universidad Tecnológica de Delft y la Universidad de Amberes utilizó avanzadas técnicas de rayos X para descubrir una imagen de la cara de una mujer pintada anteriormente e incluso conseguir su coloración, que se encontraba por debajo de la obra Mancha de hierba.

Cartas
Theo van Gogh a la edad de 21 años. Theo fue un defensor permanente y amigo de su hermano mayor.
Una gran parte del conocimiento que se tiene sobre Van Gogh deriva de sus cartas, la mayor parte dirigidas a su hermano, Theo van Gogh. Se conservan más de seiscientas cartas de Vincent a Theo y cuarenta cartas de Theo a Vincent, y aunque la mayoría de ellas no están datadas, los historiadores de arte han sido capaces de ordenar esta correspondencia, en gran parte, de manera cronológica. La recopilación de estas fuentes textuales ha sido muy valiosa para establecer las bases de lo que se conoce sobre los hermanos Van Gogh. Es interesante hacer constar que el periodo en el que la vida de Van Gogh es más oscura, es el de su etapa de París, ya que Theo y Vincent vivían juntos sin necesidad de escribirse y por lo tanto hay menos información.

Van Gogh mantuvo correspondencia y se conservan unas doscientas cartas dirigidas a amigos y familiares especialmente con su hermana Wilhelmina. Las cartas salieron a luz en 1913, a través de la viuda de su hermano Theo, Johanna van Gogh-Bonger, quien explicó la «inquietud» que sentía al mostrar el drama de la vida del pintor y su preocupación para que no fuera motivo de eclipsar su obra artística. El mismo Van Gogh había sido un ávido lector de biografías de otros artistas para comprobar la consonancia del carácter con el arte de éstos.

Obras
La cosecha, 1888
El huerto blanco, 1888
El dormitorio, 1888
El puente de Langlois, 1888
La casa amarilla, 1888
La noche, 1889
Los girasoles, 1888
Lirios, 1890
Campo de trigo con cuervos, 1890
El puente de Langlois en Arles, 1888
El Moulin de la Galette, 1887
La italiana, 1887
Retrato del artista, 1887
El salón de baile en Arles, 1888
Retrato de Eugène Boch, 1888
La noche estrellada sobre el Ródano, 1888
La habitación de Arles, 1889
Campo de olivos, 1889
Autorretrato, 1889
Retrato del doctor Gachet, 1890
Campos en Cordeville, 1890

Compilado por. Ana Gonzalez 06/05/2016 02:34pm