La Angustia, las Ansias y la Congoja!
Estado de intranquilidad o inquietud muy intensas causado por algo desagradable o por la amenaza de una desgracia o un peligro.
La aflicción y la congoja hacen mención a «llorar con angustia»

La urgencia por eliminar la angustia o el dolor y restablecer un supuesto saludable equilibrio, no permite identificar la fuente de sufrimiento e interpretar su poder destructivo desde un cuadro más amplio. Registrar las señales de angustia y dolor, por su parte, nos dan la posibilidad de acercarnos a comprender el normal funcionamiento de la estructura del sujeto y del organismo, declara el Dr Fabián Sorrentino en el Manual del Mentor.

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¿Cómo registrar la angustia?
– Detención del deseo («Ya no me importa nada, todo me da igual»)
– Indefensión («Estoy a merced de otros, puede pasarme cualquier cosa»)
Impotencia («No puedo hacer nada, esto me supera totalmente»)
– Desconocimiento de sí («Ya no soy yo mismo, no puede pasarme a mí»)
Sensación de vacío («Estoy como en el aire, no sé donde estoy parado»)

El sujeto queda sin recursos: cuando más quiere escapar, más se aproxima a lo que lo angustia y es sobrecogido por una situación de carácter inespecífico, no puede discriminar claramente su lugar, ni como sujeto ni como objeto, se siente acorralado por algo externo y a la vez íntimo, que no puede reconocer como propio, le es ajeno, pero le concierne demasiado imponiéndosele con perentoriedad.

¿La señal de angustia y el dolor protegen?
Tanto el dolor como la angustia tienen una función de defensa para la estructura. Ambos se ubican en la frontera del sufrimiento, en el límite de la palabra, es decir del sistema simbólico que encuadra la realidad, y producen quiebres o caídas a nivel de las creencias que sostienen las imágenes en las que se apoya un sujeto. Si esto sucede, ¿cuál crees que es la oportunidad que nos abre la angustia?

3 Formatos en que se Expresa

1 – Melancolía: Tiene origen en un vocablo griego que significa “bilis negra”. Se trata de la tristeza vaga, permanente y profunda, que puede haber nacido por causa física o moral y que hace que el sujeto que la padece no se encuentre a gusto ni disfrute de la vida.

2 – Tristeza: Emoción frecuente, motivada por las contrariedades de la vida que quita la alegría por un periodo de tiempo. Estado afectivo provocado por un decaimiento de la moral. Es la expresión del dolor afectivo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, etc. Se siente tristeza cuando las expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas que alegres.

3 – Ansiedad: Respuesta emocional que se presenta en el sujeto ante situaciones que percibe o interpreta como amenazantes o peligrosas, aunque en realidad no se pueden valorar como tal. Encierra imprecisiones ya que se encuentra ligado a otros conceptos (estrés). No hay pleno acuerdo sobre el contenido del termino dado que es una respuesta compleja a algún tipo de temor. Supone una reacción a algo y se identifica como una vivencia de amenaza a la integridad de la persona.

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5 Caminos Equivocados para Interpretarla

Un gran monto de angustia no es tolerable en el tiempo y las formas de salir de ella conllevan el peligro de las «soluciones desesperadas»… Lo que sigue son las reacciones equivocadas más frecuentes cuando aparece la angustia.

1 – Confundir el mensajero con la enfermedad o con lo que realmente resulta patológico.
Para la mayoría de las personas la enfermedad es culpable y consecuencia de causas externas. Ese paradigma desconoce el enojo por lo que le toca vivir y la pasividad del sadismo (dolores intensos o sostenidos acompañados de angustia que pueden llegar a la despersonalización).

2 – Aplicando los mitos de la práctica médica.
Cuando el dolor delata una afección orgánica, los analgésicos, no solucionan el cuadro.
Aunque los analgésicos anestesien transitoriamente tu conciencia, la próxima irrupción tal vez revista una complejidad mayor y requiera recursos más drásticos. Los medicamentos para eliminar la angustia, no modifican la relación con el deseo y la amenaza de alguna situación complicada o insostenible, de la cual es preciso salir.
La restitución de «máscaras» químicas o sugestivas para mejorar la imagen (medicación ansiolítica o terapia adaptativa)
La procuración de prótesis arquetípicas identificatorias (a través de grupos de pares o de líderes) no sólo obstaculizan una salida ética de la angustia, sino que profundizan la alienación y la sujeción a posiciones que esclavizan al sujeto sometiéndolo a un malestar y dependencia crónicos.
En síntesis, no se trata de suprimir la angustia química y psicológicamente desde ningún método, desplazando su expresión a otras esferas anímicas: apatía, depresión, ensimismamiento.

3 – Consolidando síntomas para conjurarla.
Ejemplos: rituales obsesivos, medidas preventivas, adicciones varias.

4 – Alojándola en las múltiples posibilidades que ofrece el cuerpo.
Ejemplos: considerarla como una enfermedad «psicosomática» que afecta el sistema inmunológico, acompañada de tics, dolores, desórdenes de variables físicas como la presión arterial, el ciclo menstrual, las funciones excretoras, el sueño, «surmenage», etc.

5 – Minimizándola desde un modelo reduccionista y mecanicista.
Clausurar la posibilidad de analizarla interpretándola como un «miedo natural» o un «nerviosismo lógico» comprensibles desde el sentido común. Es cierto, un dolor de panza también puede ser una molestia corriente, o…una peritonitis.

¿Cómo anulamos la posibilidad de escuchar y transformar la angustia en brújula para mejorar la posición subjetiva?

– Suprimiéndola químicamente y desplazando su expresión a otras esferas anímicas: apatía, depresión, ensimismamiento. - Consolidando síntomas parra conjurarla. Ejemplos: rituales obsesivos, medidas preventivas, adicciones varias.

– Alojando en las múltiples posibilidades que ofrece el cuerpo, la capacidad de expresar la tensión excesiva sin tramitación psíquica. Ejemplos: enfermedades «psicosomáticas», afectación del sistema inmunológico, tics, dolores, desórdenes de variables físicas como la presión arterial, el ciclo menstrual, las funciones excretoras, el sueño, «surmenage», etc.

– Clausurar la posibilidad de analizarla adjudicándole la significación general de un «miedo natural» o un «nerviosismo lógico» comprensibles desde el sentido común. Es cierto, un dolor de panza también puede ser una molestia corriente, o…una peritonitis.

– Aplicando los mitos de la práctica médica.

Un video de fuente cristiana que ofrece recursos acerca de como salir desde la mirada bíblica.

¿Cómo se sale de la angustia?

Un gran monto de angustia no es tolerable en el tiempo, las formas de salir de ella conllevan el peligro de las «soluciones desesperadas para lo que crece desesperadamente»… Lo que sigue, no es un catálogo de respuestas esperables, son algunas de las reacciones más frecuentes, y el sentido de describirlas, es el de otorgar racionalidad a ciertas conductas reconocibles en los pacientes, y que aparecen como fenómenos «anormales» o «accidentales», si no se los relaciona dentro del contexto que implica la situación de angustia.

Hacia un Abordaje Profesional
Un abordaje profesional de esta disfunción, podría ir por los caminos expresados en el gráfico…

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Preguntas para los que están en Formación:

1 – ¿Cómo has venido sobrellevando hasta hoy la angustia y el dolor?
2 – ¿Qué señales y caminos detectas en este Post para un mejor funcionamiento de tu estructura, como sujeto y organismo?

Esta nota forma parte de una serie de artículos ofrecidos en la Carrera de Coaching & Mentoring de Ser.Red. Y que forman parte del Manual del Mentor del Dr Fabián Sorrentino.