Desde antaño, una escuela se conoce como el conjunto de compartimentos o salones en un edificio que se destina a actividades de enseñanza. Redefiniéndola desde una mirada más actual y enfocándonos en el aula, esta es simplemente el recurso donde el aprendizaje sucede. Esto es lo que buscamos se comprenda en este artículo y el anterior previamente publicado.

Actualizando el sistema operativo de docentes y directores

Hay duelo donde hay sufrimiento, pero el sufrimiento no puede durar toda la vida.
¿Qué ha sucedido con la escuela… cómo saber si una institución ha perdido el trén?

Desde mi punto de vista el gran propósito de fondo es que «el aula» sea el espacio que les permita a los participantes Dis-Frutar. Y para que esto suceda, necesitamos conectarnos con el sentido linguístico de este término: Dar Frutos y Alegría.

Como decía nuestro maestro Paulo Freire: «Enseñar no es transferir conocimiento, es crear la posibilidad de producirlo.»

Y esto es algo que va mucho más allá de la disposición de las sillas, la ubicación del profesor, la fácil localización de los recursos de aprendizaje (pizarra, corcheras, armarios con libros, etc), la tecnología misma que aplicamos, la iluminación, la temperatura y otros aspectos edilicios (que no desmerezco).

Los recursos pueden variar enormemente de acuerdo al país o a los recursos económicos. Pero lo que veo como constante es la incapacidad para conversar entre generaciones, la falta de imaginación de muchos docentes y mentores para multiplicar la creatividad, la desinformación sobre las fuentes que hoy hacen la diferencia, el miedo a la programación, sumado a la falta de rediseño de sus aulas para conectar con los nuevos desafíos.

Todo Comienza en la Dirección

La mayoría de los directores desconocen las metodologías para gestionar una escuela más allá de las cuestiones administrativas. La órden de responder a los contenidos y pasar con mejor desafío las pruebas Pisa (u otras pruebas locales) está sesgando la mirada de los directores.

En términos sencillos, como van a solicitar a los docentes que «den frutos» (disfruten) cuando muchos de ellos, enfrascados en el estrés, han perdido gran parte de la capacidad para disfrutar, tornándose víctimas de un sistema que no no es capaz de preparar a los estudiantes para el mundo que viene.

Preparar a los estudiantes para el Futuro, requiere de vivir en él.

Te invito a dar una miradita 10 años para adelante. Solo 10 años. Este ejercicio nos servirá de test para calcular la brecha en la que seamos capaces de permitirnos vivir una vida como esta.

Ahora: el asunto no pasa por los años que tardarán las escuelas en transformarse en institutos como estos, sino en la capacidad de educar para vivir felices en un mundo como este.

Claramente veo la tecnología como una increíble de bendición y vivo rodeado de ella, pero lo que escucho en mis talleres es: eso aquí no va a llegar ni en 20 años…

Comprendo que en muchos casos esto será así, pero no porque estas tecnologías no estén disponibles, sino porque instaurados en el miedo, nos cuesta permitírnoslo.

Para profundizar más sobre este tema te invito a leer el artículo de Educación Intergeneracional, donde expreso mi testimonio sobre este punto.

Los recursos con que contamos en la escuela

Hoy, la mayoría de las escuelas disponen de cierto material de gran superficie sobre el cual el profesor o instructor puede escribir notas para que la clase las vea. Una pizarra negra o verde, sobre la que se utiliza tiza blanca (ocasionalmente, de otros colores). Otras escuelas las han sustitudído por hojas de notas, pizarras blancas o pantallas interactivas. Muchas aulas cuentan también con un sistema de proyección alineada con celulares y computadores.

Otras instituciones están utilizando algunos espacios y salas multiuso para las lecciones que requieren recursos específicos o un enfoque hacia la educación vocacional y aulas con muebles no-fijados como en el ITSM, en el Campus de la Ciudad de México.

En mis viajes a Bogotá, Colombia, me llamó mucho la atención esta escuela. es un testimonio viviente para el resto que dicen: Con un ministerio de educación como el nuestro, no es posible.

En esta institución no existen aulas de clase, grados o profesores especializados para cada materia. Cada participante trabaja a su propio ritmo, pues los currículos académicos se ajustan a las necesidades de cada estudiante y son ellos quienes determinan en cuánto tiempo cumplen con el plan académico de un grado, bien sean 9 meses, 1 año o tres semestres.

Todos trabajan de la mano con sus tutores (no profesores), quienes les ayudan a cumplir paso a paso las lecciones de cada materia para avanzar en el currículo académico. Toda la información que necesitan saber (materias, planes, calendarios, fechas de evaluación, contenido educativo, entre otras) se encuentra en una plataforma virtual donde los alumnos además pueden conectarse con sus tutores en cualquier momento del día. Es por esto que los estudiantes deben estar en permanente contacto con la tecnología durante su proceso de aprendizaje, llevando a las participantes a un ambiente sugestivo y provocador, que definitivamente mate el aburrimiento, tal como lo describo en este artículo.

QEPD: ¿La Muerte del Aula?

Este sistema, sin duda, fomenta mucho más la autonomía del estudiante y permite que se comprometan aún más con su formación, pues dependiendo de su distribución de tiempos y su disciplina pueden graduarse en menor o mayor tiempo que en un colegio tradicional, pero con cualidades completamente distintas.

Este video lo expresa desde su comienzo y luego nos baja claramente los 5 elementos en que el disertante se enfoca para transformar la educación hacia los tiempos que vienen.

El Mundo que ya está Disponible.

Bienvenido a la Era de las Aulas Temáticas
Este un concepto que integra los diversos componentes de la estrategia «habilidades digitales para todos». Se concibe un aula telemática si existe el entorno suficiente de conectividad, un enlace de alto desempeño hacia un tipo de red, una plataforma convergente donde los objetos de aprendizaje están vinculados a un plan de clase y estos planes de clase o sesiones de aprendizaje tienen un referente con los aprendizajes esperados o desempeños que buscan los alumnos; y el docente posee una certificación sobre este complejo instrumental que lleva el sentido de educar.

Aula telemática es la unidad de medida que establece el programa sectorial. El fin último no es el equipamiento, éste es el resultado de cumplir procesos cualitativos que justifiquen la tecnología en la escuela, de otra manera se construiría un fenómeno parecido a lo que fue Enciclomedia: un modelo de equipamiento sin fines específicos de educación que fue necesario transformarlo en un modelo educativo.

Para investigar sobre este tema, nada mejor que presentarles al principal artífice: Khan Academy y desde ya en SONRIA.COM estamos a su disposición para acompañar a su institución a abordar el futuro de la educación. Habiéndonos dedicado como core de nuestro desempeño 22 años al tema en el momento que es presentado este artículo.

Hasta la próxima. Dr Fabián Sorrentino. Creador del Modelo MƐT®
Este artículo es parte de la curricula de la Carrera de Coaching & Mentoring y una extensión bibliográfica del Manual del Mentor.