Hay personas que deciden experimentar la Risoterapia porque me dicen que les encantaría reírse más y aunque lo intentan no les sale. La risa es como trabajarse cualquier otro músculo, para ver resultados hay que practicar y tener paciencia, se consigue poco a poco. Además la finalidad de un taller de risoterapia no es sólo reír, sino el poder experimentar cualquier emoción/sensación, dar espacio a todo lo que sintamos. El poder abrir esa puerta a ese “darnos cuenta”…

Además es más efectivo verlo desde el juego y la flexibilidad más que desde la obligación de “tengo que reírme”. Y esto que nos sirva para llevárnoslo puesto en cualquier ámbito de nuestra vida cotidiana.

En este post voy a dar algunos motivos que nos impiden reír y posibles soluciones para romper ese patrón.

1º Sentido del ridículo

En mayor o menor medida casi todos hemos podido experimentar esa sensación, traspasarla será el objetivo. ¿Cómo? Pues aún sintiendo el sentido del ridículo por algo que estés haciendo sigue haciéndolo y el sentido del ridículo desaparecerá, doy fe. Además rompiendo esta barrera se abren otros caminos inexplorados.

Emociones Retenidas

En muchas ocasiones la risa no fluye porque lo que necesitas primero es soltar a través del llanto. La risa y el llanto son primas hermanas. A mí a veces me pasa que experimento la risa y el llanto a la vez…

¿Qué podemos hacer al respecto? ver el llanto como algo tan natural como la vida misma además de liberador es necesario, y permitirnos llorar si nos viene esa emoción, estemos donde estemos, además en Risoterapia el llanto también es bienvenido¡¡

 Juicios

Está relacionado con etiquetar lo que estamos haciendo o viendo lo que hacen los demás. Aparece ese pensamiento que nos dice que lo que estamos haciendo (o los otros) está bien o mal hecho. No existe el hacer algo bien o mal, consiste en experimentar, en jugar, en observar sin más… Existen las confusiones eso sí, y es un momento maravilloso para aprovecharlo y dejar salir la risa… es el momento ideal para aprender a reírnos con nosotros mismos. Y de hecho yo aprendí a reírme de mis equivocaciones a través de una dinámica estando en Risoterapia, todavía lo recuerdo como algo muy revelador ¡¡¡ ¿Cómo podemos traspasar la barrera del juicio? Escuchando a ese tipo de pensamientos sin darles importancia y sin alimentarlos, sabiendo que nosotr@s somos mucho más que un pensamiento limitante.

4º El qué dirán

Cuando le das más importancia a lo que puedan pensar los demás de ti,  ya sea a través de tus palabras, de lo que piensas o de tus actos… Cuando esto se da, además de darle nuestro poder al otro nos impide mostrarnos con naturalidad. ¿Cómo lo atravesamos? Sabiendo que hagas lo que hagas, digas lo que digas, o pienses lo que pienses, nunca jamás podrás gustar a todo el mundo ¡¡ Entonces… ¿Qué es más útil satisfacer a los demás (algo imposible) o satisfacerte y serte fiel a ti mism@?

Actitud

Lo dejo para el final pero no por ello menos importante, diría además que la actitud es todo lo que hacemos con nuestra vida. Si estás predispuest@ a reír lo conseguirás aunque al principio te pueda costar…  si de entrada estás cerrad@ o te dices no puedo, realmente no podrás. ¿Cómo podrías cambiarlo? Con apertura hacia todo lo que se te presente en la vida. Actitud abierta y positiva. Si lo entrenas llegará un día que veas la vida con otros ojos. Desde la libertad de poder expresarte tal cual estés en cada momento donde reirás, llorarás, te enfadarás o lo que necesites… y todo estará bien. Cuanto más nos abrimos a lo que acontezca más sensación de plenitud tendremos y la risa fluirá sola a cada paso, con cualquier cosa que hagamos, en cualquier situación, eres libre para tomarte las cosas como tú quieras tomártelas.

¿Te sientes identificado con alguno de estos frenos? 

Cuando se vuelva a repetir la situación…
permítete actuar de otra manera con la intención de poder mostrarte como tú quieras para que estos inhibidores de la risa no se adueñen de tu vida ¡¡¡

Por Marta Ochoa García
686741708 | Facilitadora de Risoterapia