Según Jose Ferrater Mora, el asentimiento es considerado en general como el acto de aceptación de cualquier proposición o percepción. De un modo más preciso, se define como la aceptación de una proposición que pertenece al orden de la fe. En todo caso, el asentimiento es estimado generalmente como un acto que forma parte del juicio.

Los estoicos, sobre todo, consideraban la llamada, adsensio, como el acto de reconocimiento de algo en tanto que verdadero; por lo tanto, el asentir era una acción de la voluntad judicativa. A diferencia de los escépticos, que dejaban indeterminado el asentimiento, los estoicos acentuaban su carácter activo y aun su necesidad para completar el juicio. Santo Tomás distinguió entre el asentimiento de una evidencia en sí y el asentimiento de una proposición evidente en su conexión con otra.

Este último tipo de asentimiento es el propio tanto de las ciencias como de las verdades de la fe. Ahora bien, el asentimiento es para Santo Tomás un acto del intelecto, a diferencia del consentimiento, que es un acto de la voluntad. Sin embargo, puede decirse con toda propiedad que el intelecto asiente de un modo necesario a los principios evidentes por sí mismos y al rechazo de la contradicción en sí misma. De un modo más explícito y detallado ha elaborado Newman una doctrina del asentimiento.

Éste es considerado primariamente por Newman como el acto de asentir a proposiciones, como la «aprehensión» de proposiciones. No puede decirse, con todo, que los dos modos de acción mental implicados en el acto de asentir sean equivalentes. Como Newman dice, usan las mismas palabras y tienen el mismo origen, pero desembocan en resultados muy diferentes (Cfr. An Essay in Aid of a Grammar of Assent, 1870, págs. 34 y sigs.)

De ahí la distinción precisa establecida por Newman entre un asentimiento nocional o (asentimiento a nociones) y un asentimiento real (o asentimiento a cosas), asentimiento de carácter «más fuerte» que el anterior, aunque sin garantizar por ello la existencia de las cosas a las cuales se asiente.

El asentimiento nocional puede ser considerado, a su vez, bajo cinco respectos: como profesión —asentimiento débil y superficial—, como creencia —afirmación de que no hay duda de que algo es así—, opinión —aceptación espontánea de una proposición—, presunción —asentimiento a primeros principios— y especulación —entendida como aceptación consciente de una proposición como verdadera.

El asentimiento real —centro de la filosofía de Newman— es de tal tipo que, aunque no intrínsecamente operativo, afecta incidentalmente a la práctica . Por eso lo que Newman llama el asentimiento religioso es el acto de asentir a un dogma de fe, es decir, el acto de asentir realmente a él, a diferencia del asentimiento teológico, que es sólo de carácter nocional .

Abasuly Reyes – viernes, 24 de junio de 2011, 14:36