El darse cuenta («awareness», en inglés): consiste en que el paciente se da cuenta a través de un insight de lo que está sintiendo, pensando o haciendo. Para cambiar una conducta es imprescindible tomar plena consciencia de cuál es la función que cumple en la vida de la persona.

El aquí y ahora: vivir y sentir la realidad del presente de la persona, sin adjetivos. Para ello durante la terapia frecuentemente se recurre a la conciencia del propio cuerpo.

No interesa tanto investigar los porqués (pasado), sino el cómo (presente) (¿Cómo me siento? ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué estoy evitando?)

Ayudar al paciente a descubrir la función orgánica de su acción (¿para qué estoy haciendo esto?, ¿para qué me castigo?, ¿qué estoy evitando?), y ayudarle a descubrir qué acciones realmente cubren una necesidad y cuáles están orientadas a satisfacer al introyecto.

Poner en evidencia la interacción entre los mecanismos neuróticos de la introyección y la proyección.11

Bases terapéuticas

Es fundamental para la terapia el uso de la primera persona: el paciente necesita tomar conciencia de sí, sin ocultarse usando la segunda persona (el it, en el lenguaje de Perls), o incluso un sujeto colectivo. Por ejemplo, es habitual que las personas digan «cuando tienes un jefe maltratador, te dan ganas de dejar el trabajo», en lugar de decir «tengo un jefe maltratador y me dan ganas de dejar el trabajo». También al decir «los jóvenes bebemos mucho» en vez de «yo bebo mucho» se hace uso del plural, y por lo tanto se evita tomar conciencia de la responsabilidad personal (confluencia), confundiendo a la persona en medio del grupo.

El trabajo en terapia Gestalt está fundamentado en el lenguaje no verbal, es decir, el lenguaje corporal y el tono de voz. Frecuentemente, el lenguaje verbal da una información que contradice su expresión corporal. En ocasiones, el paciente trata de justificarse con abundante cantidad de información que le descontacta con la realidad. Cuando hace aparición esta forma inconsciente de controlar la terapia, el terapeuta Gestalt vuelve a conectar al paciente con su cuerpo.

Objetivo de la Terapia Gestalt

La terapia Gestalt es una psicoterapia que tiene como objetivo, además de ayudar al paciente a sobreponerse a ciertos síntomas, permitirle llegar a ser más completo y creativamente vivo y liberarle de los bloqueos y asuntos inconclusos que disminuyen su satisfacción óptima, autorrealización y crecimiento.

Se le considera parte de la psicología humanista (o Tercera Fuerza) dentro de la psicología de la posmodernidad, la cual se caracteriza por no estar enfocada exclusivamente a tratar al enfermo y a sus psicopatologías, sino también para desarrollar el potencial humano, desde un ejercicio de la psicología positiva.

Sin embargo, otros autores, prefieren referirse a ella como una psicología existencial, más que como una psicología humanista, pues el concepto de autorrealización de la psicoterapia gestáltica, implica la necesidad de una interacción entre el organismo y el campo, en el establecimiento de una relación con otros o con el mundo.

La American Psychological Association (APA) se refiere a la terapia gestalt como uno de los tres tipos de terapia humanista especialmente relevantes, señalando que se basa en el «holísmo organísmico», la importancia de ser consciente del aquí-y-ahora y que cada uno acepte la responsabilidad de sus propios actos.1

Los trabajos de Martin Buber sobre el Ich und Du (Yo y Tú)5 y Jan Smuts, en su libro Holism and Evolution (1926),6 además de acuñar el propio término «holismo», aportaron las bases sobre las cuales se construyó la Terapia Gestalt,5 junto con las teorías de Kurt Lewin (la teoría del campo) y de su ayudante, Bluma Zeigarnik (por sus trabajos sobre los «asuntos inconclusos»).

Asimismo, el matrimonio Perls se conocieron mientras ambos trabajaban para Kurt Goldstein en el departamento de neurobiología del hospital para los veteranos de la guerra de Berlín.

Fundamentos de la terapia Gestalt

A diferencia de otros enfoques, la terapia Gestalt se enfoca más en los procesos que en los contenidos. Pone énfasis sobre lo que está sucediendo, se está pensado y sintiendo en el momento, por encima de lo que fue, pudo haber sido, podría ser o debería estar sucediendo.

Utiliza el método del darse cuenta («awareness»9 ) predominando el percibir, sentir y actuar. El paciente aprende a hacerse más consciente de lo que siente y hace. De este modo, va desarrollando su habilidad para aceptarse y para experimentar el «aquí y ahora» sin tanta interferencia de las respuestas fijadas del pasado.

Al igual que las demás terapias humanistas, centradas en el cliente en lugar del terapeuta como una «autoridad», la terapia gestalt prefiere usar el término «cliente»1 que «paciente», ya que un «paciente» es alguien enfermo que va a que otro le cure, mientras que «cliente» es un término más neutro, el cual sólo indica que es alguien que acude a la consulta del terapeuta. En esta terapia, el cliente es quien tiene que «autocurarse», el terapeuta sólo le acompaña y le ayuda para que lo consiga, haciendo más bien una función de facilitador y no tanto de «curador».

Enfoque gestáltico

El enfoque gestáltico descansa sobre una serie de premisas:

El ser humano no percibe las cosas como entidades aisladas sino que las organiza en entidades significativas. Es la organización de hechos, percepciones, conductas y fenómenos y no los elementos individuales de los cuales se componen, lo que los define y les da su significado específico y particular.

Toda la vida y los comportamientos humanos son gobernados por un proceso de homeostasis o adaptación mediante el cual todo organismo busca su equilibrio y satisfacer sus necesidades. Cuando el proceso de autorregulación homeostática falla, el organismo permanece en estado de desequilibrio. Entonces es incapaz de satisfacer sus necesidades y se enferma.

El ser humano es un organismo unificado (concepto holístico), por lo tanto debemos tratar al hombre en su totalidad. Actividad mental y actividad física son dos niveles que corresponden a órdenes diferentes de materia y no a una división mente-cuerpo.

La fantasía es la actividad interna utilizadora de símbolos. Cada generación hereda las fantasías de las generaciones anteriores acumulando mayor conocimiento y entendimiento.

El comportamiento se manifiesta tanto en el nivel aparente de la actividad física como en el nivel inaparente de la actividad mental. Pensamientos y acciones son hechos del mismo material y por eso podemos trasponerlos de un nivel a otro en un campo unificado.

Ni el cliente ni el terapeuta están limitados a lo que dice o piensa el cliente sino que deben también tomar en cuenta lo que hace. Lo que hace en un momento dado, es una clave de lo que piensa y lo que piensa es una clave de lo que le gusta hacer.

Por medio de la experiencia de sí mismo en los tres niveles del fantasear, el representar roles y el hacer, el cliente irá llegando a un entendimiento de sí mismo.

Ningún individuo es autosuficiente, es decir, puede existir únicamente en un campo compuesto por él y su entorno.

La naturaleza de la relación entre el individuo y su entorno determinan su conducta. Si la relación es satisfactoria, el individuo se siente satisfecho, si la relación es conflictiva, el comportamiento es anormal.

El enfoque gestáltico considera al individuo como una función del campo organismo/entorno y su conducta como un reflejo de sus relaciones dentro de ese campo. La vida humana es una interacción entre ambos campos, el individuo y su entorno, en el marco de cambios continuos. Para sobrevivir, el individuo tiene que cambiar constantemente.

Cuando se hace incapaz de alterar sus técnicas de interacción se enferma.

El neurótico ha perdido la capacidad de organizar su comportamiento de acuerdo a una jerarquía indispensable de necesidades y no puede concentrarse. Tiene que aprender a identificar sus necesidades y a quedarse en una situación el tiempo suficiente como para completar la gestalt, restaurar su equilibrio perturbado y seguir adelante.

Los seres humanos sienten una necesidad de realizar rituales, una necesidad de contacto con un grupo como expresión de su sentido de identificación social. El ritual hace más clara la gestalt, brinda orden, firma y objetivos. El ser humano necesita el contacto con los otros. Las perturbaciones neuróticas surgen de la incapacidad del individuo de encontrar un balance entre el sí mismo y el resto del mundo.

El darse cuenta siempre transcurre en el presente, el «aquí-y-ahora». El objetivo de la terapia es darle al cliente los medios para que pueda resolver sus problemas actuales y los que puedan surgir en el futuro. Si logra darse cuenta plenamente de sí mismo y de sus acciones en todos sus niveles – fantasía, verbal y físico – podrá ver como él mismo produce sus propias dificultades y, al reconocerlas, podrá ayudarse a resolverlas. El darse cuenta le da al cliente el sentido de sus propias capacidades y de sus habilidades.


Referencias:

Compilado por Andrea Ortiz Picasso

Perls Fritz – Adentro y afuera de la basura
Wikipedia
Centro de Tècnicas Grupales – Compilado de Terapia Gestaltica