Los ligamentos son elementos cuya función es mantener con solidez las uniones anatómicas de las dos superficies articulares. Esta función la cumplen gracias a su elasticidad y su resistencia. Pero más allá de sus límites, los ligamentos ceden: entonces se presenta un desgarro.

Muy relacionado al esguince: tomando en cuenta el lugar del cuerpo afectado. Observa la utilidad de esta parte del cuerpo para saber a qué área de la vida está dirigido el mensaje.

Un esguince, torcedura o distensión ligamentosa es una lesión de los ligamentos por distensión, estiramiento excesivo, torsión o rasgadura, acompañada de hematoma, inflamación y dolor que impide continuar moviendo la parte lesionada.

Se origina al afectarse la región articular por acción mecánica (la exigencia de un movimiento brusco, excesiva apertura o cierre articular, movimiento anti-natural), o por violencia (caída, golpe).

No debe confundirse con la luxación, la cual es una lesión más severa que involucra el cambio de posición de la articulación y la separación de sus huesos. Ni tampoco con el desgarro, que es la lesión del tejido muscular.