La diarrea es un síntoma de perturbación del tránsito intestinal. Se caracteriza por la emisión de heces líquidas o semilíquidas. A menudo se acompaña de dolores abdominales del tipo de los cólicos. Las diarreas más frecuentes se deben a un mal funcionamiento del aparato digestivo.

En el plano físico, la diarrea representa el rechazo del alimento antes de que el organismo haya podido asimilar lo que necesitaba, por lo tanto, la persona afectada hace lo mismo, pero en los planos emocional y mental. Este problema se manifiesta en la persona que rechaza demasiado rápido lo que puede ser bueno para ella. Le parece que lo que le sucede es difícil de asimilar. No ve su utilidad. De este modo se priva de disfrutar la vida plenamente, lo cual le genera ingratitud.

Siente más rechazo y culpabilidad que gratitud. El rechazo que siente esta persona está más ligado al mundo de tener y hacer que al de ser. Tiene miedo de no tener algo o de no hacer lo suficiente, de hacerlo mal o de hacer demasiado. Su sensibilidad emotiva está trastornada.

Por ello, tiende a rechazar rápidamente una situación que la confronta con sus miedos, en lugar de experimentarlos. Sufrir diarrea te ayuda a darte cuenta de que no te estimas lo suficiente y que crees no merecer lo que es bueno para ti. Si no te puedes nutrir de buenos pensamientos hacia ti mismo, es difícil esperar que otros lo hagan. ¡Tal vez tengas que esperar mucho tiempo! Además, recuerda que lo que proviene de los demás es temporal.

El siguiente es un ejemplo personal que ilustra mejor ese proceso. Al principio, cuando comencé a hablar en público, justo antes de entrar en escena sentía mucho miedo de no ser capaz de hacerlo bien, de ser rechazada, y entonces corría al baño con diarrea. Mi cuerpo me decía que me considerara capaz sin que por eso pretendiera ser otra. Antes creía que si me sentía capaz, no iba a intentar mejorar, lo cual es falso. Nunca he dejado de buscar la excelencia, ni cesaré de hacerlo jamás.

La diarrea se manifiesta por un desplazamiento tan rápido del alimento desde el estómago hasta el intestino que no tiene tiempo de estar totalmente asimilado. Generalmente este estado está causado por el miedo o el deseo de evitar o huir una situación o una realidad totalmente desagradable o nueva para mí. Llega un caudal de ideas nuevas y no tengo tiempo de integrarlas. Me siento cogido en la trampa por algo nuevo para mí y esto pone mi sensibilidad interior al revés! Me rechazo, me culpo a mí – mismo y estoy desesperado! Tengo una imagen muy fea de mí en el momento presente. Me culpabilizo. Estoy vencida por estos acontecimientos.

Verdaderamente, necesito algo diferente. No es el alimento sino mis pensamientos los que ya no valen. Si constantemente transporto la idea del rechazo o de los sentimientos de rechazo (el miedo de sentirse rechazado o el deseo de rechazar a los demás) o una situación en la cual me siento cogido, hay muchas probabilidades de que tenga diarrea. Si no escucho la vida y sus señales (igual como viven ciertas personas), también puede manifestarse también la diarrea. Acepto tomar el tiempo de ver, sentir y escuchar mi corazón para ver lo que ocurre en mi vida. Así, íntegro y asimilo las situaciones de mi existencia.

Cuando freno realmente, realizo como iba pasando directo (igual como los alimentos) sin tomar el tiempo de ver las bondades y las bellezas de la vida. Mi cuerpo me advierte que debo hacer confianza a la vida, que estoy soportado, que nadie me abandona. NOTA: Algunos viajeros en visita en los países pobres del Tercer Mundo tienen diarrea. El descubrimiento de una inmensa pobreza y de la miseria abre el corazón y molesta inconscientemente lo mental como el organismo físico. Frecuentemente es una reacción inconsciente.