Viene de artículo anterior. Los estados de ánimo enmarcan las conductas desde las cuales realizamos nuestras acciones, mientras que las emociones tienen que ver con la forma en que respondemos a los sucesos. Con los estados de ánimo enmarcamos el horizonte de posibilidades. Cuando estamos en un determinado estado de ánimo, nos comportamos dentro de los parámetros que tal estado determina en nosotros.

En un impecable proceso de Coaching, las competencias de observación de los estados de ánimo y emociones, nos permite intervenir en el diseño de condiciones favorables para el cliente. Existe una estrecha relación entre emociones y estados de ánimo. Lo que empezó como una emoción ligada a un determinado acontecimiento, puede a menudo convertirse en un estado de ánimo, si dicha emoción permanece con la persona el tiempo suficiente y se hace parte de su marco conductual. Esto suele suceder con la experiencia o influencia de acontecimientos sensitivos importantes.

Los estados de ánimo como constitutivos de la existencia humana

Diferentes hogares, empresas, instituciones, lugares, países, ciclos climáticos, estaciones del año, días de la semana, horas del día y la noche, edades,  tienen  diferentes estados anímicos.

Una pregunta que los coaches nos podemos hacer continuamente, para internalizar esta distinciones  ¿En que estado anímico te encuentro en este momento?

Las emociones y estados de ánimo son predisposiciones para la acción. Dependiendo del estado de ánimo en que nos encontremos, ciertas acciones son posibles y otras no, algunas posibilidades están cerradas y otras no.

Nuestros estados anímicos también condicionan la forma en que efectuaremos esas acciones.  En los deportes competitivos es determínate la emoción y estado anímico desde el cual actúan los jugadores. Desde la más temprana infancia aprendemos de esta conexión entre estados emocionales y acción.

Nuestro reto como seres humanos es darnos cuenta de nuestras emociones y estados anímicos y desarrollar competencias para alinearlas con nuestros objetivos y metas. Cuando conversamos, por ejemplo, es importante asegurarnos  que el estado de ánimo de la conversación sea el adecuado para lograr lo que se espera que esa conversación produzca. El primer paso para modificar ese estado anímico a nuestro favor es observarlo, es decir, identificarlo: darnos cuenta de su presencia e influencia.

Esto nos hace volver a uno de los postulados básicos del Coaching: No nos es posible intervenir en un mundo que no somos capaces de observar.

¿Cómo son nuestros estados de ánimo?

Como lentes a través de ellos observamos el mundo. Tanto las emociones como los estados de ánimo son diferentes aperturas al futuro. Nuestros estados de ánimo conforman el mundo en el que vivimos. Los seres humanos no nos relacionamos con nuestro  entorno natural y social tal y como éste es, puesto que no sabemos cómo es realmente; sólo somos capaces de percibirlo de acuerdo con nuestra propia interpretación, estos es, según nuestro mapa mental, que, entre otras cosas, está siempre influido por nuestros estados de ánimo. En este sentido, cada estado de ánimo trae consigo su propio mundo.

Uno de los problemas que enfrentamos es que los estados de ánimo son a menudo transparentes para nosotros. No los notamos y, por lo tanto, juzgamos que lo que pertenece a nuestros estados de ánimo es propiedad de nuestro mundo. Normalmente suponemos que el mundo es tal cual lo observamos, sin detenernos a  examinar el papel que juega el observador en aquello que observa.

Normalmente no nos damos cuenta que estas características positivas y negativas no pertenecen al mundo mismo, como algo separado de nosotros, sino al observador que somos, según el estado de ánimo en que nos encontremos.

¿De dónde provienen los estados de ánimo?

Robert E. Thayer declara que la mayoría de  las personas creemos que nuestra actividades, relaciones personales, éxitos y  fracasos  son el origen de los estados de ánimo. Sin embargo, dicha creencia no es del todo completa: Sabemos que la salud, el sueño, la alimentación, los estilos de pensamientos, la cantidad de ejercicio y otros aspectos influyen de forma muy importante sobre los estados de ánimo en la vida  diaria.  Estos estados  no sólo se ven afectados por los acontecimientos sino también por las condiciones y los ritmos corporales.  Factores psicológicos (pensamientos…) y bases físicas y biológicas ( salud, ritmos,..) influyen y determinan nuestros estados de ánimo.


Cambiando el estado de animo: 5HT por raulespert

«Los estados de animo pueden ser considerados como indicadores generales, tanto del funcionamiento fisiológico como de la experiencia psíquica. El estado de ánimo es algo así como un termómetro clínico que refleja todos los acontecimientos externos  e internos que nos afectan». Robert E. Thayer

Ritmos de energía  y estados de ánimo

La personas podemos investigar nuestros patrones habituales de energía a lo largo de  diferentes días. Podemos identificar los ritmos naturales internos de energía: los momentos  más altos y más bajos.

Existen muchas diferencias individuales en relación  a  cuándo  se alcanza el nivel más alto de energía. Las personas que se denominan «matutinas» experimentan por la mañana el valor máximo, mientras que los tipos «vespertinos» alcanzarán su nivel más  alto  más tarde. (Es interesante apuntar que los introvertidos experimentan su nivel de energía máximo más pronto durante el día, mientras que los extrovertidos lo hacen más tarde).

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¿Cuáles  son tus mejores momentos del día?  y ¿tus peores momentos?
Los mejores momentos sería los estados de ánimo de  alta energía y baja tensión, estado de calma-energía; mientras que los peores momentos  suelen mostrar  un nivel de tensión elevado y baja energía, o estado de tensión-cansancio.

Estados de ánimo y ansiedad

Cuando disminuye la energía , la persona se vuelve más vulnerable a experimentar tensión y este estado de tensión-cansancio predispone a un amplio abanico de reacciones negativas. En el periodo  del día de tensión-cansancio algunos problemas insignificantes o pequeños estresores tienen una mayor impacto sobre la persona. Es decir, en dicho estado, un pequeño problema que pasaría desapercibido en cualquier otra hora del día, explotará y generará un  gran conflicto.

¿Cómo elevar el nivel de energía  de nuestros estados de ánimo?

Los ritmos  naturales  internos de cada persona determinan en parte las variaciones más obvias de los niveles de energía, pero además existen otras influencias que también son importantes:

⃞  El ejercicio físico tiene una influencia realmente significativa en el nivel de energía. Hacer ejercicio con moderación incrementa el nivel de energía, y también produce una disminución de la tensión.  Otro efecto  puede ser el incremento del optimismo incluso.

⃞  La alimentación  repercute también sobre   el estado de ánimo. Sin embargo  el efecto que producen los alimentos sobre los estados de ánimo es muy sutil y difícilmente  demostrable al observarse en ese momentos otras influencias.

⃞  Las bases biológicas de los estados de ánimo se hace muy patente cuando se analizan la salud y la enfermedad. Las personas saludables  se sienten más enérgicas que las personas enfermas.  por otro lado, gran cantidad de enfermedades están relacionadas con la disminución de energía.

⃞  El nivel de energía se ve muy afectado por los patrones de sueño-vigilia de las personas. En la evaluación de la energía debe considerarse el sueño, ya  que, cuando es deficitario, supone una disminución notable de las sensaciones de energía durante las horas de vigilia. La pérdida de sueño prolongada  afecta  al estado de ánimo y  se asocia con niveles de estrés elevado.

Del control del estrés al estado de calma-energía:

Ideas para conseguir un estado de ánimo de más calma y energía:
⃞  Destinar al menos dos horas enteras al día para uno mismo. Este tiempo debe utilizarse para actividades que sean agradables.

⃞  Modificar los  horarios y reducir los problemas personales de forma que se puedan abordar.  El objetivo debe ser eliminar o reducir el estrés.

⃞  Dormir unas 7 u 8 horas al día.

⃞  Comer tres comidas nutritivas y equilibradas cada día. Intentar reducir la ingesta de grasas y  evitar azúcar y bebidas que contengan cafeína. También es conveniente evitar picar entre comidas, aunque hay que comer con frecuencia suficiente como para  que podamos mantener nuestra energía.

⃞  Seguir un programa de ejercicio regular, al menos de 15 a 30 minutos cada día, o al menos un  día sí y otro no. Un ejercicio de intensidad moderada (ej. paseos cortos y rápidos) se puede emplear como estrategia no sólo para aumentar  la energía a corto plazo sino también como forma de tranquilizarse en los momentos en que la tensión sea moderadamente elevada.

⃞  Aprender  una o dos técnicas o ejercicios para reducir el estrés (por ej. respiración diafragmática, relajación muscular, meditación visualización,…) y practicarlas diariamente (durante 15 o 30 minutos cada vez).

⃞  Programarse las actividades que requieran más esfuerzo durante los momentos del día que tienden a ser de calma-energía y evitar durante los momentos de tensión-cansacio  dichas  actividades costosa, así como otras discusiones o interacciones sociales no deseadas.

⃞  Siempre que tengas pensamientos negativos observa si estás en un estado de baja energía y tensión elevada.  El mero hecho de conocer este aspecto hace que sea más sencillo frenar dichos pensamientos, probablemente  porque te das cuenta de que existe una razón para dichos pensamientos negativos y que puede ser corregida con el paso del tiempo, de unas horas, o bien con ejercicio, con una noche de sueño  reparador o con una comida. Puedes aprender a frenar esos pensamientos negativos, aunque no sea fácil.

⃞  Observar sistemáticamente y registrar el nivel de energía, tensión y de estrés en general. Hay que prestar atención  particular a los ciclos diarios, las horas que son óptimas o malas, así como a las reacciones que provoca el ejercicio, el sueño y varios alimentos.

⃞  Hay que utilizar la autoobservación sistemática para ser conscientes de cómo autorregular los estados de ánimo cotidianos. Hay que escoger  aquellas conductas y estrategias que sean efectivas y evitar cuidadosamente las que no lo sean. Las estrategias más efectivas de autorregulación implican una combinación de relajación, control del estrés, control cognitivo y ejercicio.

⃞  Cambiar algunos aspectos de nuestros estilos de vida puede resultar muy beneficioso para nuestros estados de ánimo: tener tiempo suficiente para acabar lo que hacemos, sin tener la atención dividida en otras cosas. Debes  intentar cultivar una actitud paciente ante la vida.

Hacia una reconstrucción lingüística de los estados de ánimo.

Los estados de ánimo juegan un papel equivalente al de los juicios. El nexo entre estados de ánimo y juicios, permite asegurar:

a) La relación de coherencia entre emocionalidad y lenguaje.

b) Abre la posibilidad de una reconstrucción lingüística de los estados anímicos.

Podemos tratar los estados de ánimo como juicios automáticos que hacemos del mundo y de las posibilidades futuras que este mundo nos ofrece.

Cuando estamos en estados de ánimo positivos, tales como felicidad, entusiasmo, admiración, etc., nos encontramos en un mundo que está lleno de nuevas posibilidades para el futuro. Mientras que en estados de ánimo negativos, tales como tristeza, miedo, ansiedad, etc., nos encontramos en un mundo que cierra posibilidades.

Podemos reconstruir cualquier estado de ánimo tratándolo como un juicio automático, que puede ser revisado, modificado (re-encuadrado) en una conversación de Coaching.

Los estados de ánimo en contextos sociales.

Los estados de ánimo son contagiosos. Las comunidades determinan el estado de ánimo de los individuos que pertenecen a ellas, pero el conjunto de  individuos también determina el estado de ánimo de sus comunidades. El estado de ánimo colectivo que prevalece en una subasta de la Bolsa de Valores, por ejemplo, es diferente al de un restaurante de un club de montaña,  un domingo por la mañana.

Los líderes, directivos, gerentes, supervisores son, entre otras cosas, los diseñadores de los estados de ánimo en sus respectivas áreas de gestión empresarial. Los jefes de familia lo hacen en sus respectivos hogares. Los maestros y maestras en sus respectivas aulas.

Cada comunidad de personas tiene sus estados de ánimo particulares. El estado de ánimo de quienes prestan servicios en una empresa o institución pública es central para la construcción de su identidad e imagen. Los estados de ánimo sociales en una ciudad o país, determinan el horizonte de posibles acciones de la gente y, por lo tanto, constituyen un factor importante en la predicción de lo que pueden o no lograr. Se pueden movilizar los estados de ánimo sociales y convertirlos en fuerzas históricas importantes. La India de Ghandi y Los Estados Unidos de Martin Luther King, son dos ejemplos que ilustran esta afirmación.

¿Qué sucede cuándo no nos responsabilizamos por nuestros estados de ánimo y los de nuestro entorno inmediato?, y por el contrario, ¿Qué sucede cuándo sí nos responsabilizamos por nuestros estados de ánimo y los de nuestro  entorno  inmediato?

Los estados de ánimo como un dominio de diseño.

Cuando hablamos de diseñar contextos, reconocemos que nuestras acciones tienen la capacidad, entre muchos otros factores, de intervenir y modificar el curso actual de los acontecimientos. Como individuos, tenemos el potencial para ser  una fuerza activa que puede marcar diferencias. La interpretación de estados de ánimo incrementa el poder que tenemos como individuos, puesto que nos abre posibilidades de acción.

Los estados de ánimo y las posibilidades de acción están estrechamente conectadas y se influyen mutuamente. Al modificar nuestro horizonte de posibilidades modificamos nuestros estados de ánimo, y viceversa. Existe circularidad entre estados anímicos y posibilidades de acción. Es decir, actúo según mi estado anímico, del mismo modo que mi estado anímico es según actúo. ¿Es potente, verdad?

El Coach estimula cambios en el estado anímico de su  cliente cuando lo invita a actuar (usar su cuerpo) de manera diferente.

¿Cómo una Emoción se puede trasformar en un EE.AA?

Partamos de una situación en la que estamos viviendo en transparencia. La emoción se dispara a partir del hecho ocurrido y a partir de allí tenemos la oportunidad de declarar quiebre o continuar indiferentes.

Frente a cada emoción se nos disparan una cantidad de juicios automáticos que son los que nos predisponen para la acción. Es importante destacar que la recurrencia de los juicios automáticos es la que nos sumerge en un EE.AA.

Claro está que para que una emoción se convierta en un EE.AA juegan un papel importante nuestra autoestima y el modelo mental desde el cual estamos observando el mundo.

Los EE.AA son los que nos predisponen para la acción.
Dado que las emociones no son controlables, para regularlas o liderarlas, hay que asumir el 100% de responsabilidad por su generación y luego asumir puntos de vista diferentes… Porque si nuestro observador de una situación sigue siendo el mismo, cada vez que esa emoción se nos dispare, nos encontraremos en un escenario similar…

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Al comprender que los estados emocionales dependen de la interpretación y que estamos dispuestos a educarnos en competencias, podremos vernos como protagonistas, en vez de víctimas de la situación.

Ante cada situación podemos elegir lo que interpretamos de lo que vemos. Esa interpretación es de acuerdo a las distinciones que tenemos.

Solemos vivir nuestros EEAA en transparencia, como los Modelos Mentales a través de los cuales miramos el mundo y estamos tan acostumbrados a venir desde uno de ellos que casi no nos damos cuenta y hasta nos creemos que somos así

Fuentes:
– Clase y Apuntes del Nivel 2 del Dr Fabián Sorrentino
– Wikipedia: Estados de Ánimo
– Una teoría de los estados de ánimo: de Robert E. Thayer
– Autores: E. Chirinos – J. Strongone – L. Restrepo – L. Saray.
Grupo de Investigación de la Maestría en Administración del Desarrollo Humano y Organizacional de la Universidad Tecnológica de Pereira