“Gestus” del latín “gerere” con el significado de “llevar a cabo” más el sufijo “tor” que indica al que efectuó la acción. O sea que un gestor es aquel que ejecuta una acción, y se utiliza en varios ámbitos:

En lo jurídico, en el antiguo Derecho Romano, un gestor de negocios era aquella persona que realizaba un negocio para otro sin que éste le hubiera dado un mandato expreso. Se consideraba un cuasi contrato. También actuaba como gestor, el tutor que obraba por un menor que tuviera entre 0 y 7 años de edad. Se obligaba el tutor a nombre propio, y luego le traspasaba el resultado de los negocios al menor, cuando le rindiera cuentas acabada la tutela.

En la actualidad se contrata un gestor cuando alguien no quiere hacer algún trámite y lo delega a un tercero, por ejemplo: “He contratado un gestor para que me realice los trámites jubilatorios, aunque se queda con mis tres primeros haberes como compensación por su trabajo” o “Los trámites para realizar la transferencia de mi vehículo son engorrosos, por eso tomé un gestor para que me los realice”.

En un proyecto en común, el o los gestores son los que lo planean y lo llevan a su ejecución: «Los gestores de este proyecto de cambio educativo fueron los propios alumnos».

Hay también gestores sociales que son aquellos profesionales que investigan la realidad social identificando problemas y analizando las posibles soluciones, trabajando en equipos para dar respuestas a situaciones que generan impactos en la comunidad, como la falta de trabajo, de vivienda, de salud, de seguridad, etcétera. Muchas veces pertencen a ONG o son contratados por los organismos públicos del Estado.

Los gestores virtuales son muy frecuentes en programas de Informática, donde por ejemplo podemos reconocer gestores de descargas de archivos, para ayudar a descargar los mismos de Internet, especialmente cuando son grandes y se necesita pausar la acción y automatizarla.

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