Se compone de dos términos latinos: el prefijo negativo “in” y “certitudo” derivada de “certus” con el significado de “cierto”. A esto se le agrega el sufijo de cualidad “tudo”. La incertidumbre es el estado de duda, de falta de certeza sobre una situación, sobre sus causas, sobre sus consecuencias, sobre los sentimientos, sobre las ideas, etcétera.

Es lo que predomina en nuestras vidas. La ciencia ha intentado buscar verdades irrefutables y estas son aceptadas en el ámbito de las Ciencias Exactas. Sin embargo, a pesar de que las Ciencias Naturales utilizan el método científico, sus teorías valen hasta que se demuestre lo contrario y sean reemplazadas por otras con mayor pretensión de verdad.

Tenemos certidumbre sobre pocas cosas, una de ellas es que todos vamos a morir y que nuestros cuerpos se van a ir deteriorando con el paso del tiempo. Llegar a las certezas y evitar la incertidumbre es lo que en filosofía se obtiene a través de los pensamientos dogmáticos. Las religiones por ejemplo, sostienen con certeza la existencia de Dios basados en la fe. Los agnósticos, tienen incertidumbre a este respecto. Los escépticos dudan de todo.

Además de estas dudas metafísicas, en la vida cotidiana también se nos presentan incertidumbres, por ejemplo: “Tengo incertidumbre sobre el futuro de mi Estado, ya que el riesgo país sigue subiendo”, “Tengo incertidumbre sobre la fidelidad de mi esposo, está volviendo a casa cada día más tarde” o “Me embarga la incertidumbre ya que aún no me dieron la calificación de mi examen y contesté la mitad de las preguntas”.

La incertidumbre crea la sensación de inseguridad, de temor, de vacilación y muchas veces, paraliza hasta que la situación sea más clara o confiable. Ejemplos: “Ante la incertidumbre de los mercados, voy a esperar un poco para vender mis productos hasta que se logre cierta estabilidad”, “Tengo incertidumbre acerca de las posibilidades reales de este riesgoso tratamiento médico, tal vez sea mejor esperar hasta que haya evidencias más contundentes sobre su efectividad y la falta de efectos colaterales”.

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