Juicio que intención de otro en el de daño que me ocurre. En general suponemos que nuestras figuras paternas son todopoderosas y que están en condiciones de evitarnos todo sufrimiento y toda carencia; de allí que al sentir dolor o carencia lo suponemos falta de nuestras figuras de autoridad.

La maldad es un deseo enfermizo, odio expresado con el fin de hacer daño, bien sea en palabra como en acción. Así quiero probarme que soy “correcto” y que “tengo razón. Esto puede proceder de grandes heridas, lo cual me lleva a volver mi resentimiento y mi frustración hacía los demás.

Estoy enfadado con la vida o con personas por el sufrimiento que vivo, quiero vengarme, pensando hallar en ello alguna satisfacción.

Es un modo para mí de hacer salir mi agresividad para ir a buscar más paz interior. Cuando puedo identificar tal comportamiento en mí, puedo pedir ayuda para estar mejor conmigo mismo. Porque aunque expreso mi irritabilidad por maldad, me doy bien cuenta que esto sólo calma mi sufrimiento temporalmente. Así podré desarrollar actitudes de apertura y de bondad hacía la gente que me rodea y vivir una paz interior más grande.

La maldad es el término a partir del cual designamos la inclinación espontánea que alguien ostenta a la hora de provocarle el mal a otros individuos o seres vivos.
En tanto, por mal se refiere a la ausencia total del bien y de la bondad que existe en una persona o ser. Desde los inicios de la humanidad, el mal, se ve como una realidad de la cual hay que alejarse porque no trae aparejado nada positivo sino más bien todo lo opuesto.

Entonces, de esta concepción es que ha derivado que prácticamente todas las religiones que existen en el mundo le propongan a sus fieles que se alejen del mal o de cualquiera de las formas que éste puede adoptar, y en contrapartida promueven que se acerquen al bien para combatirlo definitivamente.

Cabe destacarse que la mencionada tendencia de practicar el mal para dañar a otros puede tratarse de una característica inherente al individuo, es decir, la misma es parte de su personalidad y aflorará en todo comportamiento y acción que despliegue, o en su defecto, puede desencadenarse ante una situación determinada que termina por generar en una persona un acto revestido de maldad.

El individuo que presenta maldad se caracterizará especialmente por no disponer ante nadie que lo rodea sentimientos de cariño, de bondad, de afecto, entre otras emociones positivas, sino que por el contrario, primará un sentimiento de aversión absoluta hacia todo lo que lo rodea que lo llevará justamente a desenvolverse con la más fría y desentendida conducta que pueda tenerse.

También, a aquella acción que per se es mala y causa perjuicio en otro la denominamos con el término maldad.

Uno de los sinónimos que normalmente empleamos en sustitución del concepto de maldad es el de perversidad, el cual además es recurrentemente usado cuando se quiere dar cuenta de una maldad muy grande y provocada adrede.

El concepto que directamente se opone el de maldad es el de bondad, que implica la tendencia natural hacia la realización del bien.

Males Diversos
Cuando vivo males diversos más o menos definidos, esto es frecuentemente el signo de una necesidad de amor. Necesito estar confortado, apretado en unos brazos en los cuales podré sentirme comprendido, aceptado tal como soy. Hago confianza en la vida y voy a buscar este amor que necesito a través de las situaciones de la vida, los animales y las personas que están listas para prodigarme este amor.

Por su parte el Gosario Sánate y Sana dice: La maldad es un deseo enfermizo, odio expresado con el fin de hacer daño, bien sea en palabra como en acción. Así quiero probarme que soy “correcto” y que “tengo razón. Esto puede proceder de grandes heridas, lo cual me lleva a volver mi resentimiento y mi frustración hacía los demás. Estoy enfadado con la vida o con personas por el sufrimiento que vivo, quiero vengarme, pensando hallar en ello alguna satisfacción. Es un modo para mí de hacer salir mi agresividad para ir a buscar más paz interior. Cuando puedo identificar tal comportamiento en mí, puedo pedir ayuda para estar mejor conmigo mismo. Porque aunque expreso mi irritabilidad por maldad, me doy bien cuenta que esto sólo calma mi sufrimiento temporalmente. Así podré desarrollar actitudes de apertura y de bondad hacía la gente que me rodea y vivir una paz interior más grande.

Fuentes: Definicion ABC Glosario Sánate y Sana.