La descripción que sigue corresponde a las manchas rojas en la piel que no crean problemas especiales, es decir, manchas que no duelen ni producen comezón.

Estas manchas pueden ser una indicación de que la persona se controla para mostrar una cierta personalidad hasta el punto de sentirse atrapada en ese rol. Se esfuerza porque teme avergonzarse de no ser el ideal que creó. Pero llega un momento en el que es necesario salir de eso. Se debe observar sobre qué parte del cuerpo se sitúan estas manchas, averiguar su utilidad para saber en qué área se controla la persona y buscar su definición en este libro. En el caso de las personas que se ruborizan fácilmente en el cuello y la cara, la causa suele ser un sentimiento de miedo vivido repentinamente. Se trata principalmente del miedo a no responder a las expectativas de los demás, es decir, a no tener la personalidad deseada. A este tipo de persona le resulta difícil aceptarse tal como es.

Tu cuerpo te dice que te des cuenta de que creas un ideal difícil de alcanzar y que los demás seguramente no tienen tantas expectativas con respecto a ti. Te sugiero que lo compruebes con esas personas. Estas manchas en la piel también llamadas “antojos” (en el plano médico, se llaman angiomas maturos o angiomas planos), son malformaciones muy frecuentes de los pequeños vasos sanguíneos, también llamados capilares, localizadas en la parte superficial de la piel. Si, al nacer, tenía una mancha en la piel, puedo empezar a examinar en cuál parte de mi cuerpo está la mancha. Esto corresponde normalmente a una emoción fuerte, generalmente ira o pena, vivida por mi madre cuando me llevaba y que me afectó también. Ya que la cirugía o el tratamiento láser permite hacer desaparecer todo o parte de estas manchas, voy a tomar consciencia de la relación que esto tiene conmigo para integrarlo y llevarme a ser más yo – mismo