En el diccionario José Ferrater Mora, nos dicen que según Rudolf Eucken (Geschichte der philosophischen Terminologie [1860 , reimp.I960], pág. 94 y Geistige Strömungen der Gegenwart [1904], C. l a [hay trad, esp.: Las grandes corrientes depensamiento contemporáneo, 1912] )Robert Boyle fue el primero en introducir en su obra The Excellence and Grounds of the Mechanical Philosophy (1674) el término ‘materialista (materialist), del que luego se formó el vocablo ‘materialismo(materiaüsm) para designar la doctrina abrazada por todo autor materialista. Materialist significaba para Boyle todo autor que adoptaba lo que émismo llamó corpuscular or mechanical philosophy (atómica philosophiacorpuscularis philosophia), es decir, la filosofía según la cual la realidad está compuesta de corpúsculos que poseen propiedades mecánicas (las «cualidades primarias») y actúan unos sobre otros de acuerdo con leyes mecánicas expresables matemáticamente. Es el tipo de filosofía que atacó Berkeley (v.), el cual rechazaba el «materialismo» o «filosofía mecánica» por estimar que la materia no tiene realidad propia; en vez del materialismo y en contra de él, Berkeley propugnaba, pues, el «idealismo» (idealismo subjetivo). Al entender de Eucken, sólo desde la «depuración de conceptos realizada por Descartes», es decir, sólo desde el momento en que se estableció una separación tajante entre la realidad pensante y la realidad no pensante (para Descartes, «extensa»), se pudo hablar de materialismo, nombre que convendría, pues, a las doctrinas de los que afirman que solamente hay uno de los dos citados tipos de realidad: la realidad material o material-extensa. El materialismo es, según Eucken, una de tres grandes tendencias: el materialismo, el espiritualismo y el monismo. El espiritualismo afirma que toda realidad es de carácter psíquico (o espiritual); el monismo sostiene que la realidad no es ni psíquica ni física sino un todo que abarca por igual lo psíquico y lo físico como dos «aspectos» o «modos»; el materialismo mantiene que toda realidad es de carácter material (o corporal). Ahora bien, aunque la restricción del uso de ‘materialismo’ a ciertas tendencias de la época moderna tenga alguna razón do ser — pues sólo cuando se ha puesto de relieve un dualismo tiene pleno sentido subrayar uno solo de los términos introducidos—, no hay motivo para no hablar de un materialismo avant la lettre. El propio Eucken señala que «Giordano Bruno empleaba todavía la antigua expresión ‘epicúreos'» —se entiende, empicaba tal expresión para designar a los «materialistas»—·, lo cual da a entender que puede usarse retroactivamente el nombre ‘materialismo’ para designar doctrinas anteriores al materialismo moderno.

En rigor, el materialismo llámese «epicureismo», «corporalismo» o de cualquier otro modo es una doctrina muy antigua. El sistema indio Charvaka es calificado de «materialista». También son calificadas de «materialistas» las filosofías de Demócrito, Epicuro y, en general, los atomistas lo cual no significa que toda doctrina atomista haya sido siempre materialista. El más amplio radio de aplicación de los vocablos ‘materialismo’ y ‘materialista’ permite entender la naturaleza de ciertos sistemas y concepciones del mundo Dilthey estimaba que el materialismo (o «naturalismo») es una verdadera concepción del mundo y no sólo una filosofía. Como concepción del mundo hay ciertos caracteres comunes a todo materialismo. Como filosofía, los caracteres propios del materialismo o, mejor dicho, de cada doctrina materialista, pueden ser distintos. En efecto, no es lo mismo en principio el materialismo llamado «teórico» que el materialismo llamado «práctico». No se equivalen siempre, aunque a menudo se superponen, el materialismo como doctrina y el materialismo como método. Hay, además, diversas formas de materialismo, a algunas de las cuales nos referiremos luego con más detalle (materialismo dialéctico, materialismo histórico, materialismo monista, etc.). Desde el punto de vista histórico, el contenido de una doctrina materialista depende en gran parte del modo como se defina o entienda la «materia» que se supone ser la única realidad. Así, el materialismo de Leucino, Demócrito o Epicuro es distinto del llamado «materialismo» (y a veces más propiamente «corporalismo» ) de los estoicos, del materialismo mecanicista de Hobbes, del materialismo de Haeckel, etc., etc.

En todo caso, es común a todas las doctrinas llamadas «materialistas» el reconocer como la realidad los cuerpos materiales. En este sentido, la materia a la cual se refieren los materialistas es lo que puede llamarse «materia corporal» — y no simplemente la materia como distinta de la forma. Es típico de casi todos los materialistas entender la materia a la vez como fundamento de toda realidad y como causa de toda transformación.

La materia no es entonces sólo «lo informe» o «indeterminado», sino también «lo formado» y «determinado».El concepto de materia incluye el concepto de todas las posibles formas y propiedades de la materia, hasta el punto de que el reconocimiento de la materia como la única «substancia» no elimina, sino que con frecuencia presupone, la adscripción a lo material de las notas de fuerza y energía.

En la ciencia natural, el materialismo es, según Lange, un principio de investigación que no debe ampliarse de ningún modo hasta el campo gnoseológico y mucho menos hasta el metafísico. En la consideración de la historia se llama materialismo —materialismo histórico— a la doctrina sustentada por Marx y Engels, según la cual no es el espíritu, como en Hegel, el que determina la historia, sino que toda la vida espiritual es una superestructura de la estructura fundamental representada por las relaciones económicas de producción. Según una tesis clásica del marxismo, no es la conciencia la que determina el ser, sino el ser el que determina la conciencia (una tesis que, por lo demás, debería ser calificada más propiamente de «realista», pero que muchos marxistas colocan bajo el epígrafe «materialismo»). Como materialismo dialéctico, el marxismo ha ampliado el materialismo a toda la concepción del universo, pero la conservación de la dialéctica le ha obligado a rechazar las tesis del materialismo mecanicista de la ciencia natural para llegar a una concepción donde la materia es concebida activamente o, mejor dicho, donde la materia recibe las determinaciones del «espíritu».

Como resumen de todas las formas del materialismo, tan dispares entre sí, puede ensayarse una definición provisional, según la cual el materialismo sería, en primer lugar, la atribución exclusiva de la realidad a la materia entendida ésta en el sentido de la corporalidad y no simplemente como la materia aristotélica , la negación de la subsistencia del espíritu o consiguiente concepción de la conciencia como una eflorescencia de la materia, como un epifenómeno y, simultáneamente, la atribución de cierta trascendencia a la materia misma, por la cual ésta podría alcanzar conciencia de sí, ya fuera en sus formas más finas y puras (materialismo antiguo), ya en sus interiorizaciones (monismo naturalista, materialismo dialéctico). A estas notas cabe agregar la conocida definición de Comte, quien concibe el materialismo como la explicación de lo superior por lo inferior. Esta explicación, que conviene sobre todo al materialismo corporalita, revela, empero, más bien la tendencia general del materialismo que la entraña misma de esta concepción, es decir, revela sobre todo la teoría de los valores del materialista. Pues al explicar lo superior por lo inferior, el materialismo no quiere decir que el primero valga menos que el segundo, pero de hecho adscribe a este último un valor potencial superior al primero, pues de la materia procede cuanto luego va a surgir de ella y, de consiguiente, en algún modo atribuye a la materia las características del espíritu y de la conciencia. La materia es entonces el fundamento de toda posibilidad, pero de una posibilidad enteramente predeterminada, pues desde el instante en que se supone que el proceso de evolución de la materia es en cierto modo libre, esta libertad se desprende de lo material y acaba forzosamente por sobreponerse a él. Dentro de estos caracteres comunes pueden entonces establecerse distinciones entre distintos tipos de materialismo.

Una de estas distinciones, que abarca sobre todo las formas del materialismo de los siglos xrx y xx, comprende los tipos siguientes: (1)Materialismo mecanicista (como el de Helmohltz); (2) Materialismo hilozoísta (como el de Haeckel) (3) Materialismo fenomenista (como el de Mach); (4) Materialismo dialéctico (como el del marxismo).

En la historia de la filosofía se designan como materialistas las concepciones de Leucipo, Demócrito, Epicuro y, en parte, el estoicismo; pero el nombre se aplica más bien al movimiento que tuvo lugar en Francia durante el siglo xvm (La Mettrie, Holbach) y al que se desarrolló en Alemania durante el siglo xix (Ludwig Büchner [1824-1899], Karl Vogt [1817-1895], Jakob Moleschott [1822-1893]). La llamada «disputa del materialismo» tuvo lugar en 1854 durante el Congreso de naturalistas de Gottinga, donde Rudolf Wagner (1805-1864) defendió en su trabajo Creación humana y substancia del alma (Menschenchöpfung und Seelensubstanz) la concordancia de la ciencia con la Biblia, en tanto que Karl Vogt sostuvo en su Fe de carbonero y ciencia (Köhlerglaube und Wissenschaft) el materialismo radical y la dependencia de toda la vida psíquica de los fenómenos orgánicos. El materialismo alemán fue popularizado por Ludwig Büchner en su difundido libro Fuerza y materia (Kraft und Stoff, 1854; trad, esp.: 1930), que representa un tránsito al monismo hilozoísta de Haeckel. Historia del materialismo: F. A. Lange, Geschichte des Materialismus und Kritik seiner Bedeutung in der Gegenwart (I. Geschichte des Materialismus bis auf Kant; H. Geschichte des Materialismus seit Kant), 1866 (trad, esp.: Historia del materialismo y crítica de su signification en el présente, 2 vols., 1903).

Abasuly Reyes – jueves, 1 de septiembre de 2011, 16:28

— Jules Soury, Bréviaire de l’histoire du matérialisme, 1881.

— Materialismo moderno: Paul Janet, Le matérialisme contemporain en Allemagne, 18T4 [sobre Büchner].

— Hermann Schwarz, Der moderne Materialismus ab Weltanschauung und Geschichtprinzip, 1904 (2» edición con el título: Die Grundfragen der Weltanschauung, 1912).

— F. Klimke, Der deutsche Materialismusstreit im 19. Jahrhundert, 1907.

— M. D.Tsebenko, La lutte des matérialistes français du XVIlIe siècle contre ^idéalisme, 1955 (trad, del ruso).

— Otto Finger, Von der Materialität der Seele. Beitrag zur Geschichte des Materialismus und Atheismus in Deutschland der zweiten Hälfte des 18. Jahrhunderts, 1961.

— H. Elliot, Modern Science and Materialism, 1910.

— H. Bergson, H. Poincaré et al.,Le matérialisme actuel, 1933.

— Roy Wood Sellars, V. J. McGül, Marvin Farber, Philosophy for thé Futures

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— G. Bachelard, Le matérialisme rationnel, 1953.

— L. Gardy, La théorie matérialiste de la connaissance, 1954.