Es la persona que brinda su apoyo material, o protege mediante su influencia, a artistas, literatos o científicos para que estos puedan realizar su obra. Sin ser estas categorías excluyentes. Una mirada más actual del término podría incluir el apoyo a cualquier disciplina desde la que haya un aporte de carácter social, cultural o científico, así como para la preservación medioambiental.

Ese apoyo, que puede ser en forma monetaria como en especie (cesión de materiales o instalaciones), en principio no exige a sus beneficiarios ningún tipo de devolución o créditos económicos en el corto plazo. Sin embargo proporciona una remuneración de carácter íntimo (de placer estético, moral, intelectual, o la satisfacción de la vanidad) y/o beneficios en relaciones públicas, que suelen ser muy útiles en favor del benefactor.

Cuando el mecenazgo incluye el encargo de la obra puede determinar en gran medida el proceso creativo y la ejecución de la obra, si precisa (a veces mediante contrato vinculante) los materiales, dimensiones, tema o tratamiento. La obra puede quedar o no en propiedad del mecenas, siendo muy común que éste la done o ponga a disposición del público de una u otra forma (publicación, exhibición en un museo, etc.)

En la actualidad, los mecenazgos son realizados por organizaciones, tanto públicas y privadas, para la realización de diversos proyectos de carácter social, o a deportistas que no cuentan con los medios económicos para realizar su actividad de forma personal.

El mecenazgo no debe confundirse con el patrocinio propio de la publicidad. Si bien ambas acciones son similares, lo que se conoce como sponsor (esponsorización) es una actitud netamente comercial y publicitaria, que se cataloga como un servicio, con fines comerciales concretos.