En general, todos los líquidos contenidos en el cuerpo humano representan mis emociones. En este caso, un olor corporal desagradable es el signo de que desbordan emociones nefastas y que las debo expresar en vez de todo guardar dentro de mí.

Esto puede ser irritabilidad, disgusto, odio, frustración, rencor, disgusto por una persona o una situación, etc.

Esto también puede ser el signo de que se suelta una emoción intensa que está conectada a la parte del cuerpo a donde llega la transpiración. Una persona que tenga un buen olor corporal generalmente tendrá bellos pensamientos y estará en armonía con su entorno.

Ocurre que soy una persona que recibió una vida con una misión espiritual alta, que muero en “olor de santidad”. Realmente se puede oler como si emanara del cuerpo un perfume de flor.

También, si leo textos espirituales, estoy en un estado en que soy muy feliz, entonces puedo emanar un olor a clavel, rosa, sándalo y muchos otros perfumes. Las personas podrán oler o no el perfume que desprendo. Aunque esto es escaso, puedo ser una persona que es capaz de oler las enfermedades e incluso los sentimientos de otra persona.

Así, cada enfermedad tiene un olor particular, al mismo título que las enfermedades tienen un color particular en el campo magnético que se llama aura.

Si es abundante la transpiración, es señal de que vivo mucha nerviosidad interior, inseguridad o que tengo grandes angustias. Dejo salir por los poros de mi piel todo lo que reprimo y me mantengo preso dentro de mí.

Debo aprender a afirmarme y expresar mis sentimientos tanto positivos como negativos para liberarme, dejar sitio para lo nuevo y que me nutran bellos pensamientos de amor