Psicopatía. Nombre genérico de un trastorno mental que se caracteriza por un comportamiento asocial.

Características generales del psicópata
A diferencia de otros trastornos y características psicológicas, no existe un comportamiento único definido en una persona a partir del cual se pueda distinguir de forma inequívoca a un psicópata de una persona normal. Pese a que en sentido legal la existencia de una referencia exacta con la que decir si una persona es psicópata o no puede ser útil o necesaria, no hay evidencia científica para decir quién es psicópata y quién no.

En otras palabras, un psicópata está mejor definido como una persona que es «más o menos psicopática». Contrario a la cultura popular e incluso contrario a una parte importante de profesionales del sector (ver Exageración y mitificación popular), un estudio científico reveló en el año 20042 y luego respaldado por los resultados de otro estudio en el año 2006, que es poco acertado pensar en las personas como «psicópata o no psicópata», así como pensar que dos psicópatas tienen el mismo tipo de psicopatía o características psicopáticas, el mismo comportamiento, etc. En este artículo se utiliza el término psicópata entendiendo el término según esta definición.

Hay varios comportamientos y características que son relativamente comunes entre los psicópatas. Las personas con trastorno psicopático, o psicópatas, suelen estar caracterizadas por tener un marcado comportamiento antisocial, una empatía y remordimientos reducidos, y un carácter desinhibido.1 Este carácter psicopático puede hallarse en diferentes dimensiones de la personalidad, en diferentes combinaciones en el conjunto de la población. La definición exacta de la psicopatía ha ido variando sustancialmente a lo largo de los años y sigue siendo una materia bajo investigación. Algunas definiciones que continúan siendo usadas en la actualidad son parcialmente complementarias y a veces son contradictorias.

Los psicópatas tienden a crear códigos propios de comportamiento, por lo cual sólo sienten culpa al infringir sus propios reglamentos y no los códigos sociales comunes. Sin embargo, estas personas sí tienen conocimiento de los usos sociales, por lo que su comportamiento es adaptativo y pasa inadvertido para la mayoría de las personas.

Afín a todo lo antedicho es la personalidad sádico narcisista o de narcisismo maligno.

Exageración y mitificación popular
Debido a que se trata actualmente de una materia bajo investigación y que no se ha empezado a conocer mejor hasta que no se han realizado estudios serios (aproximadamente a partir del año 2000 en adelante), es un tipo de personalidad habitualmente mitificada y mal entendida en la sociedad. De este modo, a través de películas y prensa popular (en algunos casos incluso prensa especializada en psicología) se ha transmitido una imagen exagerada o directamente errónea.1 Por los mismos motivos, es probable encontrar profesionales de la psicología que, al no estar especializados en esta materia (y/o no estar actualizados), puedan desconocer los últimos descubrimientos en esta materia y por lo tanto tener un conocimiento erróneo sobre la psicopatía.

Un mito muy extendido es que los psicópatas no pueden o no sienten emociones. Tal como se ha explicado en la definición científica de la psicopatía, no podemos considerar a todos los psicópatas por igual. Hay psicópatas que pueden sentir perfectamente el espectro normal de emociones humanas y hay otros que no. Gracias a la nueva tecnología fMRI, se han realizado recientemente estudios que revelan que los psicópatas que tienen déficits emocionales, los tienen en todas las emociones.

Cuando el público general oye el término «psicópata» inmediatamente piensa en violencia. Sin embargo, la psicopatía existe tanto en el mundo criminal como en el mundo civilizado y muchos psicópatas no tienen ninguna historia de violencia en su pasado.9 Esto no significa que no haya psicópatas con tendencia a la violencia, pero lo contrario (que todos tengan esa tendencia) es igual de falso.

Características clínicas de la psicopatía
Para Hellman y Blackman (1966) uno de los signos característicos a edades tempranas de rasgos psicopáticos y/o antisociales se podrían reducir a una tríada caracterizada por enuresis, maltrato animal y piromanía.10 Sin embargo, en los manuales del DSM-IV se ha hecho énfasis en que los rasgos antisociales pueden desvanecerse con la edad, en especial en aquellos sujetos con psicopatía.10 Con el tiempo han aparecido sistemas de clasificación más complejos basados en descripciones, estudios o test de Robert Hare o Hervey Cleckley.

Independientemente de las características que cada uno de los dos anteriores mencione en sus estudios, hay un consenso general acerca de ciertas características evidentes y comunes en los psicópatas, como por ejemplo: Su falta total (o muy elevada) de empatía, culpa o remordimiento. Su tendencia a «cosificar» a las personas u otros seres vivos que le rodean, y su continua violación de los derechos y normas sociales ya sea de un individuo o la sociedad. Algunas de las características que suelen poseer las personalidades psicópatas son el victimismo y la manipulación.

Referencias
Skeem, J. L.; Polaschek, D. L. L.; Patrick, C. J.; Lilienfeld, S. O. (2011). «Psychopathic Personality: Bridging the Gap Between Scientific Evidence and Public Policy». Psychological Science in the Public Interest
Marcus, David K.; John, Siji L.; Edens, John F. (2004). «A Taxometric Analysis of Psychopathic Personality». Journal of Abnormal Psychology 113 (4): 626-35. doi:10.1037/0021-843X.113.4.626. PMID 15535794.
Edens, John F.; Marcus, David K.; Lilienfeld, Scott O.; Poythress Jr, Norman G. (2006). «Psychopathic, Not Psychopath: Taxometric Evidence for the Dimensional Structure of Psychopathy». Journal of Abnormal Psychology