Se conoce como quiste una formación redondeada, formada por una cubierta que encierra una sustancia líquida blanda (raramente sólida), sin comunicación con el exterior y cuya pared no tiene conexiones vasculares con el contenido. Esta formación puede ser benigna o maligna.

La bola que forma el quiste representa un pesar, una pena acumulada durante mucho tiempo; son comunes para amortiguar los golpes recibidos por nuestro ego. La persona con uno o varios quistes mantiene un dolor del pasado que todavía no se decide a resolver.

Si el quiste es maligno, véase también cáncer. Si se tiene en cuenta la utilidad de la parte del cuerpo afectada, se puede saber en qué área se acumuló este pesar. Por ejemplo, los quistes en los senos tienen un nexo con el lado materno de la persona.

Este quiste es una advertencia de que es el momento de perdonar en lugar de alimentar esa vieja herida. Te indica que lo que guardas dentro de ti te perjudica. Quizás crees que alguien te hizo daño o que todavía lo hace, pero es sobre todo tu actitud interior la que te perjudica. Este padecimiento te indica que no necesitas crearte una protección contra los golpes y sólo quiere ser un recordatorio de la necesidad de perdonar a los demás y a ti mismo (ver las etapas del perdón).

Un quiste se forma cuando entretengo remordimientos frente a una situación pasada, cuando guardo en mí pena, aflicción, dolores; también pueden ser remordimientos frente a un proyecto, a un deseo que no pude realizar.

Me “hinché”, “acumulé” informaciones, datos de todo tipo para un proyecto que jamás pude llevar a cabo: se volvieron presos de mi cuerpo y de mi mente. Es una negación del perdón. “Me perdono, me amo. Me giro hacía el porvenir, estoy en paz”.

El quiste puede corresponder también a la solidificación de actitudes y de patrones mentales (esquema de pensamiento que hace que se repitan acontecimientos en mi vida) que se acumularon inconscientemente durante cierto período de tiempo. Éstos pueden servirme de barrera de protección, manteniéndome apresado dentro de un marco bien delimitado y evitándome enfrentarme con ciertas personas o ciertas situaciones.

Esto también me hace frenar y me impide ir hacia delante porque tengo dificultad en abrirme a otras opiniones o a otros modos de pensar. Mi ego puede estar profundamente herido y mi rencor se solidifica para hacer un quiste.

Acepto dejar circular la energía libremente a través mío y tengo confianza en el hecho de poner por delante mis proyectos y pido ver las soluciones para que todo “fluya” mejor en mi vida.

Quiste de Ovario