En este cuadro de Antonio de Pereda (1636) que representa una alegoría de la vanidad de observan varios elementos que más adelante estaremos definiendo.

La vanidad se define como la creencia excesiva en las habilidades propias o la atracción causada hacia los demás. Es un tipo de arrogancia, engreimiento, una expresión exagerada de la soberbia. De acuerdo a la teología cristiana clásica, la vanidad consiste en depositar la confianza en forma excluyente en las cosas mundanas, lo que hace que el hombre no necesite de Dios. Es considerado muy a menudo como el «vicio maestro».

En algunas enseñanzas religiosas se la considera como una forma de idolatría, en que la persona en función de sus deseos y actos mundanos rechaza a Dios en su vida cotidiana. Las historias de Lucifer y Narciso (de donde se ha sacado el término «narcisismo») son ejemplos demostrativos de lo que puede llegar a ser un completo vanidoso. Es considerado uno de los siete pecados capitales.

Friedrich Nietzsche escribió lo siguiente al respecto: «La vanidad es el temor de parecer original; denota por lo tanto una falta de orgullo, pero no necesariamente una falta de originalidad » :Aurora , Aforismo 365 (» Die Eitelkeit ist die Furcht, original zu erscheinen, also ein Mangel an Stolz, aber nicht notwendig ein Mangel an Originalität» ) asimismo, Mason Cooley dijo «la vanidad bien alimentada es benévola, una vanidad hambrienta es déspota».

El Diccionario de la lengua española incluye tres acepciones más:

3. f. Caducidad de las cosas de este mundo.
4. f. Palabra inútil o vana e insustancial.
5. f. Vana representación, ilusión o ficción de la fantasía.

Desde un Contexto Católico

Alrededor de 375, Evagrio Póntico se unió a un monasterio fuera de Constantinopla y allí clasificó «los ocho pecados que, según él, atraían al hombre al infierno». Evagrio creía que había ocho «tentaciones terribles para el alma», y la vanidad era una de las más letales. Evagrio advirtió que la vanidad «corrompía todo lo que tocaba y la denominó un tumor del alma lleno de pus que al alcanzar la madurez se descompone en un desagradable desastre». En 590, el papa Gregorio Magno reexaminó la lista y redujo los pecados a siete. Anteriormente, Evagrio las había denominado «tentaciones», pero el papa cambió el nombre por el de «pecados» y proclamó que eran mortales. Para el papa Gregorio, la vanidad era el peor de los siete pecados capitales, el que contiene la semilla de todo el mal. Él escribió: La vanidad es el comienzo de todos los pecados.

Concepto Latino de Vanitas

Compréndese por vanidad; no en el sentido de soberbia u orgullo, sino en el sentido de vacuidad, insignificancia (como en la expresión «en vano»). En el sentido artístico, designa una categoría particular de bodegón, de alto valor simbólico, un género muy practicado en la época barroca, particularmente en Holanda.

Su título y su concepción se relacionan con un pasaje del Eclesiastés: «Vanitas vanitatum omnia vanitas» («Vanidad de vanidades, todo es vanidad»). El mensaje que pretende transmitir es la inutilidad de los placeres mundanos frente a la certeza de la muerte, animando a la adopción de un sombrío punto de vista sobre el mundo. Es, al mismo tiempo, un elemento esencial en el surgimiento del bodegón como género individual.

Compilado por el Dr Fabián Sorrentino. Fuente: Manual del Mentor.