Depósito en el que se acumula la bilis segregada por el hígado para evitar que pase al intestino en los periodos en que no se esté realizando la digestión. Durante ésta, la vesícula biliar se abre para verter las sales biliares en el duodeno, necesarias para la absorción de las grasas por el intestino.

El problema más común en la vesícula biliar es la formación de piedras (o cálculos) o de una sola piedra grande que obstruya el canal entre la vesícula y el duodeno. Véase cálculos y problemas en el hígado, agregando que la persona teme que le quiten algo. Se siente usurpada en su territorio.

La vesícula biliar es una reserva membranosa situada debajo del hígado y donde se acumula la bilis que secreta éste. Las dificultades a este nivel se vinculan a “patrones” emocionales y mentales (esquema de pensamientos que hace que se repitan acontecimientos en mi vida) que están llenos de amargura e irritación, frente a mi vida o frente a los demás.

Si éstos se fijan y endurecen, se transformarán en cálculos biliares. Si mi vesícula biliar no funciona bien, puede que esto proceda de mi inseguridad o de mis inquietudes frente a alguien a quien amo y quiero.

El hecho de vivir apego para con esta persona puede llevarme a vivir emociones que me cuesta administrar y asumir. También puedo tener la sensación de siempre tener que justificar mis actos y frecuentemente percibir las situaciones de mi vida como injustas, lo que me lleva a vivir mucha ira.

Tengo pues interés en liberarme de estos sentimientos amargos irritantes. Debo más bien considerar cada experiencia que vivo como una ocasión de conocerme mejor y usar mi sensibilidad de modo positivo y creador, en vez de controlar o manipular a los demás.