En las últimas dos décadas el liderazgo ha sido seleccionado más por el carisma que por el carácter, por su estilo sobre la sustancia, y por la imagen en lugar de la integridad. Si el carisma, el estilo y la imagen son los criterios de selección del liderazgo, ¿por qué nos sorprendemos cuando los líderes revelan su falta de carácter, contenido e integridad?

La Década Perdida del Liderazgo

En los últimos diez años ha habido tantas decepciones con el liderazgo corporativo, que este período puede apropiadamente denominarse como “la década perdida del liderazgo.” Un fracaso de liderazgo condujo en 2002 al colapso dot.com, dio lugar a cientos de líderes que reconocieron errores contables tras la quiebra de Enron y WorldCom, y causó el derrumbe de los mercados financieros mundiales en 2008 que desencadenaron la gran recesión y la crisis del empleo en curso.

Los clamorosos fracasos de liderazgo corporativo de los últimos años han sacudido profundamente la confianza pública en los líderes empresariales.

Con demasiada frecuencia, estos líderes han puesto su propio interés por delante del bienestar de sus organizaciones.

Después de que las empresas se metieron en problemas, sus líderes se negaron a asumir la responsabilidad por el daño causado a las personas a las que servían.

Los problemas en British Petroleum, Hewlett­Packard, y las fracasadas empresas de Wall Street, junto con las acciones de docenas de líderes que han fracasado en la era post­ Enron, son ejemplos flagrantes de estas fallas en el liderazgo.

Como resultado, ha habido una pérdida generalizada de confianza en los líderes empresariales y políticos en la última década.

Las reacciones a estos temas van desde la ira y la desesperación a una generalizada desconfianza en las instituciones y sus dirigentes.

Los líderes sin tiempo para la introspección y la reflexión son más vulnerables a la seducción de las recompensas externas, tales como el poder, el dinero y el reconocimiento.

Estos líderes también pueden sentir la necesidad de parecer tan maravillosos ante los demás, que no pueden admitir sus vulnerabilidades y reconocer sus errores.

Liderazgo Transformacional y Mindfulness (Atención Plena)

En el proceso de volverse más conscientes de sí mismos, aprenden a aceptar sus debilidades, fallas y vulnerabilidades, al igual que aprecian sus fortalezas y éxitos. De este modo, adquieren la compasión por sí mismos y la capacidad de relacionarse con el mundo que les rodea de manera auténtica. Esto los libera de la necesidad de adoptar pretensiones de impresionar a otras personas.

En la comprensión más profunda de sí mismos y de quienes son en esencia, la gente aprende a replantear sus fracasos y experiencias negativas en oportunidades de crecimiento positivas.

Los líderes con baja EQ (inteligencia emocional) a menudo carecen de compasión por ellos mismos. Sin auto­compasión, es difícil sentir compasión y empatía hacia los demás.

Muchas personas parecen ser muy compasivas con la gente que les preocupa o que están cerca de ellos, pero luego expresan desprecio, rechazo y hostilidad hacia la gente cuyas creencias y características son diferentes a la suya.

Estos líderes tienen una tendencia a usar o manipular a otras personas, particularmente aquellos con menos poder percibido. Como resultado, son incapaces de establecer relaciones auténticas que pueden ser sostenidas en el tiempo.

Los líderes que no tienen conciencia de sí mismos a menudo carecen de la capacidad de autorregularse. Algunos líderes exhiben altos niveles de auto­control y auto­disciplina en tiempos normales. Sin embargo, cuando están bajo presión o se sienten vulnerables, muestran sus peores rasgos, tales como arrebatos emocionales o el uso excesivo de poder y control. Otros se mueven en la dirección opuesta, sintiéndose inmovilizados o retraídos, justo cuando su liderazgo es más necesario.

Los líderes que desarrollan la auto­conciencia y auto­compasión ­están en mejores condiciones para hacer frente a altos niveles de estrés y presión. Ellos mantienen la capacidad de hacer que las personas den lo mejor de sí mismas, otorgándolas poder y autonomía, incluso en circunstancias muy difíciles. Los líderes auténticos nunca dejan que sus organizaciones pierdan de vista un sentido compartido de propósito y valores comunes.

Con la unidad que resulta de esta alineación y la coherencia, las organizaciones son capaces de asumir metas muy difíciles, superar las grandes dificultades y circunstancias adversas, y lograr resultados excepcionales sobre una base sostenible.

El último paso en la obtención de conciencia de sí mismo requiere ir más allá de la introspección y la reflexión que trae la meditación consciente. La verdadera conciencia de sí mismo y el liderazgo consciente pasa por ganar conocimiento compartido a través de un grupo de apoyo personal.

El liderazgo Consciente tiene como objetivo desarrollar líderes empáticos conscientes de sí mismos por la combinación de la comprensión occidental de liderazgo auténtico con la sabiduría oriental acerca de la mente, desarrollada hace miles de años.

Imagen: © 2016 by INTE EXTE

Después de haber practicado tanto la meditación como el trabajo con un grupo de apoyo, he experimentado personalmente los efectos altamente beneficiosos que la combinación de estas dos prácticas han tenido en mi efectividad para el liderazgo.

Tengo la suerte de tener dos de estos grupos en mi vida. Uno de estos grupos está formado por ocho hombres que nos reunimos semanalmente para discutir las cuestiones esenciales de la vida, así como los desafíos que enfrentamos.

El grupo fue especialmente útil para mí cuando yo estaba considerando dejar Honeywell para unirme a Medtronic en 1989, y también cuando mi esposa Penny fue diagnosticada con cáncer de mama en 1996.

El segundo grupo es un grupo de parejas, que consta de cuatro parejas, que se reúne mensualmente y se involucra en cuestiones importantes a las que nos enfrentamos en nuestras vidas y nuestras familias.

Estos grupos de apoyo ofrecen un lugar seguro para compartir nuestras más profundas preocupaciones y preguntas más personales. Ellos son el enlace vital entre nuestra vida personal y las prácticas introspectivas y las organizaciones mucho más grandes en las que todos nosotros trabajamos y vivimos todos los días.

Su retroalimentación honesta proporciona un sentido de conciencia compartida que profundiza y enriquece nuestra auto­conciencia y nos ayuda a mantener el rumbo adecuado.

El Liderazgo Transformacional Consciente es una idea emergente en las primeras etapas de desarrollo y validación. Ofrece la promesa de usar prácticas establecidas hace miles de años en las tradiciones seculares orientales como el budismo, para desarrollar mayores niveles de auto­conocimiento y auto­compasión. A su vez, el mayor nivel de calma, la claridad y la tranquilidad de los líderes conscientes dará lugar a un liderazgo más eficaz y al desarrollo de las organizaciones más auténticas.

Una Nueva Generación de Líderes Auténticos

Los líderes auténticos son genuinos en sus intenciones y entienden que el propósito de su liderazgo es servir a sus clientes, empleados e inversionistas, no a su propio interés.

Los líderes auténticos son genuinos en sus intenciones y entienden que el propósito de su liderazgo es servir a sus clientes, empleados e inversionistas, no a su propio interés. Ellos deben ser fieles a sus valores siempre, equilibrar sus motivaciones extrínsecas e intrínsecas, construir relaciones de confianza, y operar con altos niveles de disciplina personal.

La aparición de una nueva generación de líderes auténticos es necesaria en todos los niveles de las organizaciones para recuperar la confianza en las empresas. En el siglo XXI, los líderes tienen que otorgar el poder para liderar a otras personas, en lugar de controlarlos a través de jerarquías. Los líderes tienen que inspirar a los que les rodean, dándoles la confianza que necesitan para afrontar con éxito los retos de liderazgo en toda la organización.

Liderazgo Transformacional, Auténtico y Auto­Consciente:
Publicado por Bill George | Traducido y Editado por José Luis Yañez Gordillo