Nuestros actos sabios nos acompañan a lo largo de toda la vida para servirnos y ayudarnos. Del mismo modo, seguramente, nuestros actos imprudentes nos persiguen para atormentarnos. «El hombre más rico de Babilonia» (1926), George Clason

La prudencia es un constructo del diálogo intergeneracional. Una virtud que se hace manifiesta al desenvolvernos del modo apropiado.

Ser prudentes implica sensatez, mesura, templanza, cautela y moderación. Hábitos que requieren una práctica consuetudinaria y promueven la aparición del pensamiento científico.

En pos de una conducta prudente, el Modelo MET propone el siguiente camino.

0 – Circunspección: tomar en consideración las circunstancias para aprender a juzgar según ellas,

1 – Conectarlos con los compromisos pendientes que tenemos por declarar en lugar de seguir repitiendo la voz de los discursos sociales.

2 – Sensibilizar: entender lo qué nos causa a nosotros la conducta que vamos a asumir, las decisiones que estamos tomando y ¿Dónde está el otro, como lo veo a ese otro?

3 – Involucrarlos con lo que les gusta inculcando el Método Científico. Forjando así nuevas redes neuronales.

4 – Priorizar el propósito y la reflexión por sobre los resultados. Recordemos que Educar no es llenar un vacío sino encender una llama.

5 – Promover la sagacidad. ¿están los chicos dotados de un fino olfato, pueden seguir las pistas, tornándose hábiles para descubrir y actuar en el momento apropiado?, ¿están eligiendo superarse?

6 – Proveer entrenamiento para la construcción del bien común. Forjar un hábito más allá de ser un acto, facilitando un enfoque social.

7 – Ser puente para que otros hagan su propio camino, en lugar de pedirles continuar con el nuestro. Trascender requiere de soltar y aceptar el regalo que significa el otro.

Para la RAE

Es la capacidad de pensar, ante ciertos acontecimientos o actividades, sobre los riesgos posibles que estos conllevan, y adecuar o modificar la conducta para no recibir o producir perjuicios innecesarios.
Accedan a la zona con prudencia; la reforma institucional del mercado de trabajo exigía cierta prudencia para obtener acuerdos con los sindicatos, recelosos ante una liberalización que pudiese aumentar el ya preocupante desempleo; no es que tenga miedo, es que la prudencia le impide actuar atolondradamente

Es un término de contenido nétamente Espiritual

Ya que el disponernos a discernir el verdadero bien para cada circunstancia requiere de una mirada trascendente. Para el Cristianismo junto a la justicia, fortaleza y a la templanza, la prudencia es una de las cuatro virtudes cardinales.
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Desde su Etimología se Relaciona con la Providencia

Del Latín «prudentia» y a su vez «pro videntia » o sea que implica ver por adelantado, para adelante las consecuencias que puede causar. También de ahí deriva la palabra «providencia».

La palabra latina providentia está compuesta con: El prefijo pro- (pro- = hacia adelante en pronombre, prostituta y provincia). Este prefijo se asocia con la raíz indoeuropea *per-3, presente en un montón de otros prefijos griegos y latinos relacionados con estar en primera posición.
El verbo videre (ver), que nos dio ver, proveer y video. Este verbo se asocia con la raíz *weid-, que nos dio en griego la palabra ειδος (eidos = apariencia, imagen) y de ahí las palabras androide, antropoide y asteroide.
El sufijo latino -entia (-ent-+-ia), que significa cualidad (-ia) de un agente (-nt-), como en paciencia, valencia, solvencia, etc .

Un desarrollo del Dr Fabián Sorrentino, creador del Modelo MƐT® Este artículo es parte de la currícula de la Carrera de Coaching & Mentoring de Ser.Red. Y una extensión bibliográfica del Manual del Mentor.

Fuentes:

Etimologías de Chile. Wikipedia.