Así como el concepto Friendhood refiere a una sociedad o grupo de amigos, al estado, calidad o condición de ser amigos sobre la base de pasiones compartidas, parenthood  a la institución socio-cultural de filiación paternal y Childhood nos remite a las experiencias de la infancia… Workhood podría ser aplicado para rebautizar las relaciones en la que los equipos de trabajo manifiestan el poder de trabajar juntos, declara el Dr Fabián Sorrentino en el encuentro para Mentores de Ser.Red.

Nótese que el sufijo Hood le suma a las distintos palabras familiaridad, cercanía, amistad, experiencias compartidas. Un concepto que cada vez parece más difícil encontrar entre los adultos.

¿Por qué ya no se usa comunmente la expresión «mejores amigos» entre adultos?

La respuesta parece ser simple, declara la revista Cosmopólitan: hoy el concepto «mejores amigos» a quedado relegado a los niños. Los adultos sólo reconocen necesitar «buenos amigos», sin favoritismos necesarios.

Escogemos amigos, dice la revista, sobre la base de pasiones compartidas, por lo que cada amistad satisface una necesidad diferente. Marcos, mi antiguo compañero de litera en el campamento, es hoy mi compañero de senderismo. Adam es el hombre para las noches de descontrol. Mike el socio para las profundas conversaciones sobre dónde se dirigen nuestros puestos de trabajo…

Leido a la ligera puede parecer un concepto coherente y sensato, sin embargo esto de hacer relaciones «donde cada amigo está para satisfacer una necesidad diferente» nos convierte en seres netamente transaccionales. Donde queda el otro cuando ya no me sirve o sus intereses parecen contraponerse a los míos.

Si hacemos memoria, esta es históricamente la principal razón por la que decayeron los grandes imperios, desde grecia en adelante. Cuando los intereses de la Polis, fueron superados por el interés individuales, la muerte a la Polis ha sido sentenciada.

Concentrándonos en Latinoamérica

El término que encontramos localmente para definir este concepto de relación, es el de compañerismo «amigos y vecinos de trabajo».

Sin embargo parece que muchas relaciones de compañerismo solo funcionan en compañías donde la competitividad está acallada o las personas trabajan en áreas diferentes y se simpatizan entre si, por ciertas cualidades personales que son atractivas para el otro… En la medida en que la organización se torna competitiva los conflictos entre los compañeros empiezan a aflorar y cada uno decide «tirar para su lado».

¿Cómo hacer para desactivar este mecanismo?

Poniendo de relieve desde el área de Recursos Humanos, la importancia de comprender el desempeño de los trabajadores, entrenando sus recursos y capacidades para generar equipos amistosos más allá de los organigramas formales.

Promoviendo espacios y nuevas formas de relación en las que se establezcan acuerdos sobre la base de un ganar-ganar. Comunidades donde la generosidad de los distintos participantes esté siempre de manifiesto.

El viejo sistema de culpar a los trabajadores de los fallos de los procesos acordados, cargar culpas y repartir zanahorias y castigos ya no cuenta. Hoy vamos por un enfoque basado en valorar las fortalezas, ofreciendo nuevas perspectivas de trabajo más basadas en las capacidades de los trabajadores que en las «supuestas necesidades de la empresa», declara el Dr Fabián Sorrentino.

Los debates internacionales sobre cómo mejorar el rendimiento de los equipos y la calidad de la atención al cliente están fuertemente atravesadas por el pensamiento sistémico. Ambos componentes son necesarios, para que haya satisfacción genuina.

Hoy hay una sorprendente falta de atención a los elementos humanos, aporta Nicolás, (me refiero al poder que tienen los trabajadores en el éxito de la gestión). Aunque el papel central de trabajadores dentro del sistema cada vez está mejor reconocido, apenas hay estudios que analizan el rendimiento para la organización de esta perspectiva, que hasta hoy se ve como «los lindos gestos» de la que denominamos: «buena gente».

Necesitamos de una nueva interpretación de los recursos (humanos, financieros, físicos, sociales, culturales y de capital simbólico), insiste Sorrentino, que haga de las organizaciones un lugar apto para dignificarnos como los seres que somos.

Extracto de una reflexión del Dr Fabián Sorrentino a su equipo de Mentores. 1 de Diciembre de 2017.
Gracias por permitirme participar de este enriquecedor encuentro. Julio.