La proxemia se ocupa de la disposición que existe entre las personas y las distancias que definen nuestro espacio íntimo, personal, social y público. La proxemia se refiere al amplio conjunto de comportamientos no verbales relacionados con la utilización y estructuración del espacio inmediato de la persona.

La proxemia no busca conocer el estamos emocional de un individuo, sino más bien su forma de relacionarse con otros.

La palabra proxémica viene del latín proximus, de prope ‘cerca’ y ximus ‘más en el sentido de máximo’, y fue acuñada en 1963 por el antropólogo estadounidense Edward T. Hall (1914-2009).

El origen de la proxémica como disciplina, está vinculado con los estudios que los etólogos habían realizado acerca de la importancia de la distribución espacial en las interacciones entre animales.

Alrededor de los años sesenta del siglo XX, estudiosos de las ciencias sociales, entre ellos el antropólogo Edward T. Hall, aplicaron el modelo que etólogos como Thomas Henry Huxley o Konrad Lorenz habían propuesto para el mundo animal al estudio de la comunicación en los seres humanos.

Es el área de la semiótica dedicada al estudio de la organización del espacio en la comunicación lingüística; más concretamente, la proxémica estudia las relaciones —de proximidad, de alejamiento, etc.— entre las personas y los objetos durante la interacción, las posturas adoptadas y la existencia o ausencia de contacto físico.

El término proxemia se refiere al empleo y a la percepción que el ser humano hace de su espacio físico, de su intimidad personal; de cómo y con quién lo utiliza.

Uno de sus mayores cultores fue el antropólogo Edward T. Hall a partir de 1963 para describir las distancias medibles entre las personas mientras éstas interactúan entre sí.

Marco Teórico:
El estudio mostrado en este artículo ejemplifica la cultura estadounidense estudiada por Hall. Por esta razón, es importante mencionar que en el estudio completo Edward Hall hacía notar que diferentes culturas mantienen diferentes estándares de espacio interpersonal. En las culturas latinas, por ejemplo, esas distancias relativas son más pequeñas, y la gente tiende a estar más cómoda cerca de los demás. En las culturas nórdicas es lo contrario. Darse cuenta y reconocer estas diferencias culturales mejoran el entendimiento intercultural y ayudan a eliminar la incomodidad que la gente pueda sentir si la distancia interpersonal es muy grande o muy pequeña dependiendo de la cultura con la que trate. Adicionalmente, las distancias personales también dependen de la situación social, el sexo y la preferencia individual.

Zona y Distancias
Hall identifica sus cuatro radios de acción (o zonas):

Espacio público: es en el que no hay ninguna función definida de los integrantes, son espacios sociales como los aeropuertos.

Espacio habitual: también adopta un carácter más público de acceso libre, no hay papeles marcados (bar, disco..)

Espacio de interacción: hay un papel marcado una cosa clara que se tiene que hacer (hospital, clase…)

Espacio corporal: actividades de carácter íntimo, solo franqueable por individuos con muchísima confianza.

Hall dividió su estudio de la siguiente manera:

Espacio fijo: es el marcado por estructuras inamovibles, como las barreras de los países.

Espacio semifijo: espacio alrededor del cuerpo. Varía en función de las culturas, ya que cada cultura estructura su espacio físico. Este espacio puede ser invadido. Si se utiliza un territorio ajeno con falta de respeto (mirar fijamente a alguien u ocupar dos asientos con bolsas cuando hay gente de pie) se da una violación del terreno.

Por otro lado, Hall notaba que la distancia social entre la gente, está generalmente correlacionada con la distancia física y describía cuatro diferentes tipos de distancia. Estas distancias serían subcategorías del espacio personal o informal.

Distancia íntima: es la distancia que se da entre 15 y 45 centímetros (6 a 18 pulgadas). Es la más guardada por cada persona. Para que se dé esta cercanía, las personas tienen que tener mucha confianza y en algunos casos estarán emocionalmente unidos, pues la comunicación se realizará a través de la mirada, el tacto y el sonido. Es la zona de los amigos, parejas, familia, etc. Dentro de esta zona se encuentra la zona inferior a unos 15 centímetros del cuerpo, la llamada zona íntima privada.

Distancia personal: se da entre 46 y 120 cm (1,56 – 4 pies). Estas distancias se dan en la oficina, reuniones, asambleas, fiestas, conversaciones amistosas o de trabajo. Si estiramos el brazo, llegamos a tocar la persona con la que estamos manteniendo la conversación.

Distancia social: se da entre 120 y 360 centímetros (4 – 12 pies). Es la distancia que nos separa de los extraños. Se utiliza con las personas con quienes no tenemos ninguna relación amistosa, la gente que no se conoce bien. Por ejemplo: la dependienta de un comercio, el albañil, los proveedores, los nuevos empleados, etc.

Distancia pública: se da a más de 360 centímetros (12 pies) y no tiene límite. Es la distancia idónea para dirigirse a un grupo de personas. El tono de voz es alto y esta distancia es la que se utiliza en las conferencias, coloquios o charlas.

Un término relacionado es propincuidad, uno de los factores definidos por Jeremy Bentham para medir la cantidad de placer en un método conocido como felicific calculus

Compilado por Fabián Sorrentino. Fuente Narrativa Wikipedia.