Signos y Síntomas para detectar la Angustia, por el Dr Fabián Sorrentino.

1 – Detención del deseo («Ya no me importa nada, todo me da igual»)
2 - Indefensión («Estoy a merced de otros, puede pasarme cualquier cosa»)
3 – Impotencia («No puedo hacer nada, esto me supera totalmente»)
4 - Desconocimiento de sí («Ya no soy yo mismo, no puede pasarme a mí»)
5 – Sensación de vacío («Estoy como en el aire, no sé donde estoy parado»)

El sujeto queda sin recursos: cuando más quiere escapar, más se aproxima a lo que lo angustia y es sobrecogido por una situación de carácter inespecífico, no puede discriminar claramente su lugar, ni como sujeto ni como objeto, se siente acorralado por algo externo y a la vez íntimo, que no puede reconocer como propio, le es ajeno, pero le concierne demasiado imponiéndosele con perentoriedad.

¿La señal de angustia y el dolor protegen?
Tanto el dolor como la angustia tienen una función de defensa para la estructura. Ambos se ubican en la frontera del sufrimiento, en el límite de la palabra, es decir del sistema simbólico que encuadra la realidad, y producen quiebres o caídas a nivel de las creencias que sostienen las imágenes en las que se apoya un sujeto. Si esto sucede, ¿cuál crees que es la oportunidad que nos abre la angustia?

signos

Las formas de expresión de la angustia pueden llegar a ser muy variadas… el tema es no darles más espacio de manera que quedes desenfocada de tu propósito. Aprende de la foca.

foca

Finalmente: aquí van algunos pasos para dejar de ahogarnos en un vaso de agua, acorde con las propuestas del Modelo MET en los niveles básicos…

NIVEL 0: SUPERA LA ADVERSIDAD
– Desdramatiza: ¿Qué es lo peor que puede pasar? Exagerar la situación que te preocupa al extremo puede ayudarte a darte cuenta, de que en realidad, no es para tanto.
– Aprende a Jerarquizar el tiempo: No dejes que lo urgente se imponga a lo importante.
– Cuando desconectas el estrés, ¡restauras el balance en tu vida! Cuando conectas el alma, ¡enciendes tu verdadero poder!

NIVEL 1: COMPROMETERNOS CON NUESTROS RECURSOS
– Como trabajadora independiente tienes capacidad para confrontar las circunstancias. Toma las circunstancias como una oportunidad para superarte a ti misma y para crecer como persona. Salir de tu área de confort te permitirá evolucionar. (Pregúntate, ¿para qué la vida quiere que aprenda esta lección? ¿En qué sentido, me hace más fuerte esta experiencia?).
– Ocúpate de aquello que depende de tu voluntad, y deja de lado aquello que no depende de ti.
Del mismo modo, aprende a diferenciar lo prioritario de lo secundario y lo urgente de aquello que puede esperar.
– No tomes decisiones urgentes de forma precipitada. Date tiempo para madurar la situación. (Con la cabeza caliente nada, cuando estés en frío y tengas un panorama de todo lo que sucede claramente, de ventajas y no tan ventajas, toma la decisión).
– En ciertos momentos, fíate de tu intuición. (Es básico, déjate llevar por lo que te dice tu GPS interno, más que lo que la razón o terceras personas te puedan aconsejar). eso si, recuerda que si el ingenio no está entrenado desde una concepción trascendente y respetuosa de la fuente puede volverse en tu contra.

NIVEL 2: RELACIONARNOS MEJOR Y DISFRUTAR MÁS
– Pide ayuda, no estás sola. Pero lo más importante es que recuerdes que cuentas con Dios, un Mentor y contigo misma.
– Todas las situaciones siempre se ven de otra forma cuando los pones en común con una persona de confianza.
– Si no tienes alguien con quien hablar de las cosas que son importantes para ti, puedes escribir una reflexión sobre aquello que te preocupa. Imagina que eso que estás afrontando lo tiene una persona ajena a ti: ¿Qué le dirías en ese caso? ¿Qué consejos podrían servirle de ayuda? La perspectiva cambia cuando una circunstancia se observa de una forma externa.
– Ríe más porque la realidad adquiere un tono más amable desde el buen humor. (yo le agregaría que busques canciones o películas, series de televisión que te hagan reír mucho, la risa es una gran terapia y te despeja).
– Disfruta de la vida, simplifícala. Cada vez que una pequeña preocupación se quiera convertir en un monstruo, invítala a salir de tu vida, ocúpate en otra cosa, cambia esos pensamientos a positivo, en vez de estarle echando sal a la herida.
Así es la vida, te ríes por las caídas, te sacudes y vuelves a andar. Pero no permanezcas en el suelo más de lo que debes o pretendas hacer que la caída fue de tremendo abismo cuando fue de un ladrillo. Deja de dramatizar y procura accionar, avanzar.

Esta nota forma parte de una serie de artículos ofrecidos en la Carrera de Coaching & Mentoring de Ser.Red. Y que forman parte del Manual del Mentor del Dr Fabián Sorrentino.